Otros candidatos a parque nacional junto al próximo, Sierra de las Nieves

La Sierra de las Nieves, próximo Parque Nacional.

A punto de declararse ya el nuevo parque nacional, el de la Sierra de las Nieves (23.000 hectáreas en ocho municipios de Málaga), que será el 16º de la red y el tercero en Andalucía (el último en declararse ha sido el de la Sierra de Guadarrama, en 2013), extendemos la vista a qué otras posibles zonas de España tienen más opciones para convertirse en futuros parques nacionales, desde el Alto Tajo a los cabos de Creus y de Gata.

El mantra ambiental más repetido en España asegura la existencia de una importante riqueza ecosistémica en el país. Una afirmación que, en este caso, se corresponde con la realidad. En el territorio hispano se observa una amplia biodiversidad, que nos permite ser un ejemplo internacional. No en vano, ocupamos “un lugar a caballo entre tres regiones biogeográficas (eurosiberiana, mediterránea y macaronésica) en el extremo occidental del Mediterráneo, lo cual genera unos paisajes variados y complejos en el contexto europeo”, señalan los expertos Jesús Casas Grande, Marcos del Pozo Manrique y Beatriz Mesa León en su trabajo Identificación de las áreas compatibles con la figura de Parque Nacional en España (Organismo Autónomo de Parques Nacionales. Ministerio de Medio Ambiente, 2006).

Esta circunstancia se condensa en una red de espacios protegidos única en el mundo. Entre ellos, sobresale la quincena de Parques Nacionales españoles. Diez se encuentran en la Península Ibérica, cuatro en el archipiélago canario y uno más en las Baleares. Además, a este listado se debe añadir una próxima incorporación. Se trata de la Sierra de las Nieves, en Málaga, un territorio que desde 1989 ya es Parque Natural.

De hecho, las poco más de 20.000 hectáreas de dicho territorio atesoran “una enorme cantidad de valores ambientales, pero lo que lo convierte en un lugar natural único y exclusivo es su peculiar geología y su excepcional riqueza botánica”, explican desde el Gobierno andaluz. “Estas dos características fueron determinantes para que el área fuera declarada Parque Natural. De hecho, los mencionados rasgos también han sido claves en el inicio del proceso que llevará a este espacio a obtener la nueva consideración”.

Sin embargo, existen otros emplazamientos en España que también podrían acceder a esta protección reforzada, debido a sus valores excepcionales. De hecho, la actual Red de Parques Nacionales “ofrece algunas carencias relevantes”, debido a “la ausencia de sistemas naturales característicos” o a causa de “deficiencias en cuanto a la representatividad” de alguno de ellos, indican Casas Grande, Del Pozo Manrique y Mesa León. Por ello, los expertos son muy claros: “Si la referida Red pretende ser característica de los sistemas naturales del país, nuevos espacios deben ser declarados como tales”.

Laguna de Taravilla, en el Parque Natural del Alto Tajo. Foto: Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Y para entender este particular, se ha de explicar en qué consiste este tipo de figuras de protección: “Son espacios de alto valor ecológico y cultural, poco transformados por la explotación o actividad humana que, en razón de la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o la singularidad de su flora, de su fauna, de su geología o de sus formaciones geomorfológicas, poseen unos valores ecológicos, estéticos, culturales, educativos y científicos destacados, cuya conservación merece una atención preferente”, indica el artículo 4 de la Ley 30/2014 de Parques Nacionales.

En este sentido, ¿qué criterios se han de cumplir para alcanzar esta calificación? De acuerdo a la normativa vigente, el ecosistema “será notoriamente representativo en cuanto a tipología de especies y características naturales”; también “contará con una proporción relevante de la biodiversidad que se pretenda representar en la Red de Parques Nacionales”; o tendrá una “superficie continua, no fragmentada y sin estrangulamientos, suficiente como para permitir que se mantengan sus características físicas y biológicas, y se asegure el funcionamiento de los procesos naturales presentes”.

Además, “estará ocupado –en una superficie adecuada– por formaciones naturales sin aprovechamientos de carácter agrícola, forestal o hidráulico, ni elementos artificiales que alteren significativamente la estética del paisaje o el funcionamiento de los ecosistemas”. De igual manera, “no podrá contener actividades extractivas o explotaciones de áridos, arenas o minerales, ni instalaciones dedicadas a uso deportivo, industrial o de ocio no integradas en los programas de uso público del Parque Nacional”.

Atendiendo a estas disposiciones, “se han identificado 70 áreas que se consideran compatibles con la referida figura de protección”, confirman los especialistas. “La mayor parte de ellas se distribuyen por las regiones montañosas de la Península Ibérica, que son las zonas mejor conservadas y menos transformadas, mientras que escasean en las grandes llanuras sedimentarias y en el litoral”.

¿Cuál puede ser el próximo parque nacional de España?

Algunos de estas opciones son la Montaña palentina o Peña Labra, en la vertiente cántabro–atlántica; la Jacetania y Pirineo navarro; las sierras de Santo Domingo o de Guara, así como la Alta Garrotxa, en la “provincia pirenaica”; o Sanabria, Urbión, Gredos, los Montes de Toledo, la Sierra de Guadalupe o Sierra Morena, en la “provincia hercínica”. Incluso en otras regiones también existirían emplazamientos con grandes potencialidades, como el Cabo de Creus y el de Gata, Cazorla, Alborán o las islas Chafarinas…

Entre los espacios con más papeletas para ser considerados como Parque Nacional se distingue el Alto Tajo, distribuido entre Guadalajara y Cuenca. Actualmente, está protegido con la figura de Parque Natural, que comprende casi 175.000 hectáreas. Pero, ¿cuáles son los principales valores que le permitirían alcanzar la nueva calificación? Este territorio posee unos recursos naturales muy bien conservados. “Representa los ecosistemas propios del Sistema Ibérico”, explica José Juárez, director y gestor de este espacio.

A día de hoy, la mencionada cordillera no se encuentra representada dentro de la Red de Parques Nacionales de España. Por tanto, “el Alto Tajo cuenta con varios ejemplos de biodiversidad que todavía no han sido reconocidos con la mencionada consideración”, señalan los responsables del Parque Natural.

Entre los referidos ecosistemas se hallarían, por ejemplo, el pinar rodeno o el sabinar albar, ampliamente presentes en este territorio. Ésta última especie se caracteriza por soportar condiciones climáticas muy rigurosas, apareciendo, en gran parte de los casos, en cotas superiores a los 1.000 metros. “Se trata de una cupresácea de hoja perenne, que se suele emplazar a elevada altitud y que ha solido estar asociada a sistemas pastoriles, centrados en la ganadería extensiva”, describe José Juárez.

De hecho, Jesús Casas Grande, Marcos del Pozo Manrique y Beatriz Mesa León también apuestan por integrar este tipo de sistemas naturales a los Parques Nacionales españoles. “Se debe mejorar la representatividad de los sistemas ligados a los bosques de coníferas mediterráneas xerófilas, a través de la incorporación de sabinares, así como la de los sistemas ligados a los bosques de coníferas submediterráneas, mediante la consideración de pinsapares”, indican.

Los puntos fuertes del Alto Tajo

Además, entre los puntos fuertes del Alto Tajo también se encuentran su riqueza ígnea. “La geología de este territorio es muy diversa y relevante”, confirman desde este espacio protegido. De hecho, posee uno de los sistemas de hoces más extensos e importantes de España. Por todo ello, ya se estaría trabajando en la elaboración de la candidatura del mencionado territorio como Parque Nacional.

En el proyecto se habría diseñado una extensión “una poco más pequeña que el actual Parque Natural”, aunque “comprendería aquellas áreas con un mejor estado de conservación o con mayores recursos naturales”, explican los impulsores de la propuesta. “El espacio cumple todos los requisitos de superficie y conservación exigibles a un Parque Nacional”, aseguran Casas Grande, Del Pozo Manrique y Mesa León.

En consecuencia, si finalmente se consiguiera la calificación para el Alto Tajo, nuevos ecosistemas estarían representados dentro de la Red española. Las potencialidades de este emplazamiento también se hallan, en parte, en otros lugares cercanos. “Estos grandes territorios albergan muestras de sus sistemas naturales en un excelente estado de conservación”, explican los especialistas.

Hay que tener en cuenta que estas comarcas “presentan unas condiciones más desfavorables para la transformación agrícola y aparecen en la actualidad muy débilmente pobladas, con amplios espacios muy alejados de focos de perturbación”. Por ello, otros puntos próximos al Alto Tajo también podrían acceder a la calificación de Parque Nacional. Entre ellos, El Maestrazgo y Puertos de Beceite, situada entre Teruel, Tarragona y Castellón.

No muy lejos de allí se puede visitar la Sierra de Javalambre, emplazada entre Teruel, Cuenca, Valencia y Castellón. “El nivel de singularidad de esta zona, desde el punto de vista de la vegetación, es el mayor de la provincia iberolevantina, destacando por la presencia de sistemas exclusivos de la Península Ibérica”, se explica en el trabajo Identificación de las áreas compatibles con la figura de Parque Nacional en España. Además, “el área cumple los requisitos de superficie y estado de conservación exigibles a un espacio de estas características”.

Todos estos casos son una muestra más de la relevante biodiversidad con la que cuenta España (y que se debe poner en valor). No se puede olvidar que la Península Ibérica se constituye como una encrucijada entre diferentes realidades climáticas, geográficas y ecosistémicas. Una realidad que la otorga una extraordinaria riqueza natural.

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Comentarios

  • Rafael Torrente

    Por Rafael Torrente, el 05 abril 2021

    Es una pena que al Parque Sierra de las Nieves no le hayan unido Sierra Bermeja. La verdad es que no lo entiendo.

    Saudos

  • José Sánchez

    Por José Sánchez, el 05 abril 2021

    Me pregunto porque no han incluido Sierra Bermeja, en el Parque Nacional de Sierra de las nieves, con una zona de pinsapos y flora y fauna única.
    Sierra Bermeja aporta el 40% del territorio propuesto para Parque Nacional Sierra de las Nieves y los sistemas naturales relacionados con las peridotitas suponen el 50% de los sistemas naturales del parque nacional propuesto. Sin embargo, Sierra Bermeja queda totalmente al margen. El expediente de Parque Nacional Sierra de las Nieves es una propuesta clientelar y política que no vela por la conservación de los ecosistemas que dice proteger.

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