Los Asquerosos de Santiago Lorenzo se multiplican: ¿quiénes son?

El escritor Santiago Lorenzo. Foto: Cecilia Díaz Betz.

Santiago Lorenzo publica nueva novela, ‘Los Asquerosos’ (Blackie Books), y en ‘El Asombrario’ le hemos entrevistado por correo. Una conversación con preguntas, pero, sobre todo, con respuestas muy ‘santiagolorenzanas’. Quienes ya lo conocen, podrán entender de lo que hablo; los que todavía no, bienvenidos a su mundo. ¿Quiénes son ‘los asquerosos’? “Los que se tragan las guarradas del McDonalds porque en el anuncio han dicho que la lechuga que le meten a la hamburguesa es muy natural. Los que encuentran gracioso tirarse pedos, los Pepitos Piscinas, las ratas de centro comercial, el entorno ‘talent show’ y su firme determinación a abonar la horterez”…

Literalmente, ¿te has quedado a gusto?

Yo es que siempre estoy muy a gusto. Ahora no tanto, porque echo mucho de menos los ratos en los que la escribí. Pero me pongo a escribir otra novela y se me pasa.

¿Quiénes son estos asquerosos que titulan la novela?

Los que se tragan con sosiego las guarradas del McDonalds porque en el anuncio han dicho que la lechuga que le meten a la hamburguesa es muy natural. Los que encuentran gracioso tirarse pedos, los Pepitos Piscinas, las ratas de centro comercial, el entorno talent show y su firme determinación a abonar la horterez. Los que hablan mal del buenismo porque sí, con su retintín de malotes.

Acostumbrados como estamos a la sociedad, ¿necesitamos a veces alejarnos para poder apreciarlos/nos con más claridad?

Alejarnos y acercarnos, para arriba y para abajo. Esa sería la escópica indicada. Andar de la ceca a la meca siempre está bien, aunque sólo sea por lo entretenido que es.

Aquí el protagonista huye al campo y la obra se transforma automáticamente en una oda a la naturaleza.

A ver si nos dura, la naturaleza. Que si no nos dura, es que somos unos tarados.

También al trabajo manual y al aburrirse, coprotagonistas de la novela que parecen actos de siglos muy remotos.

El trabajo manual hay que practicarlo más, que limitarse a la masturbación es quedarse corto. Y el aburrirse sabe muy rico cuando subsigue a las mil cosas divertidas que se pueden hacer, con las manos o sin ellas.

¿Cómo defines una buena austeridad? El libro funciona como una defensa de ésta.

“Hay que trabajar a partir de lo que hay, y no a pesar de ello”. No sé de quién es la frase, pero la cita el director de fotografía Néstor Almendros en Días de una cámara.

El problema es que a día de hoy nos la imponen.

Por descontado. Los asquerosos va de la austeridad como opción personal. La otra, la que ha servido de excusa para tanta guarrería, la de los sinvergüenzas que se pegaban la vida padre mientras pedían esfuerzos, esa me da urticaria y me da alergia. De esa no trata Los asquerosos. Esa da para otra novela, a buen seguro mucho mejor que la mía.

Con todos estos ingredientes, es difícil defender una sociedad que lleve aparejada el adjetivo sana.

La sociedad nunca ha estado sana, ni falta que hace. Pero esta de 2019 tiene ya una fiebre de 38 o 39 grados. Hay anuncios que parecen hechos para lombrices. Se fabrican artículos que un chaval de 112 años con un poco de cabeza no compraría jamás. Se empieza a votar a formaciones que justifican a quienes jamás dejaron votar a nadie. Legiones de puteros piden el voto para partidos católicos.

Aun así, sacas belleza e ironía para escribir una novela muy política.

Una novela muy política que se desarrolla en una polis de un solo habitante. Pero bueno, el bosque de macarradas políticas que se nos ha plantado delante de las narices da bien para ironías, sarcasmos y sátiras.

Y ya para finalizar, espero que no te haya importado dedicar estos minutos a este asqueroso. ¿O te ha molestado, cariño*?

Qué va. A mí El Asombrario me gusta mucho. Me parece que sois un dique anti-asqueroso.

* Aclaración del periodista: No se trata de que entre Santiago y yo haya algún tipo de relación sentimental. Nada de eso. Básicamente es que, durante el libro, Lorenzo dedica muy buenas palabras cuando llama ‘cariño’ a los demás.

Sobre el autor

Carlos Madrid

Terminé periodismo allá por 2013, pero, no sintiéndome suficientemente formado, me matriculé en lector insaciable, perpetuo viajero, musicodependiente, aprendelenguas... Difundo lo que me agita por dentro en aquellos lugares donde me toleran.

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