Los globos gigantes de Penique o el arte de empaquetar interiores
Son un grupo de Barcelona formado por cuatro artistas que se hacen llamar Penique. Realizan instalaciones efímeras en las que globos gigantes transforman el interior de grandes espacios mientras se puede pasear dentro de ellos. En marzo realizarán su primera exposición e intervendrán un edificio histórico de la capital catalana.
La primera idea era crear una sensación de obstáculo, opresiva, casi claustrofóbica, pero el arte de verdad suele ser esquivo y camina por donde le da la gana. Así que el resultado fue absolutamente el contrario. Tras el ensayo, el error se convirtió en la obra real y las gigantescas lonas de plástico inflado que debían cortar el paso al espectador terminaron por convertirse en espacios impactantes por los que transitar y maravillarse. Esta es, en pocas palabras, la historia de un grupo artístico de Barcelona que se denomina Penique.
Chamo San es uno de sus cuatro componentes y así se lo contó vía telefónica a El Asombrario: “Es cierto que nuestra obra final tiene que ver con la de Christo y Jeanne-Claude, pero fue algo totalmente fortuito, no hubo inspiración, la verdad. Simplemente llegamos al mismo sitio, pero desde caminos diferentes. Y en este caso porque el error terminó siendo mucho mejor que la idea original”.
EL CLAUSTRO from Penique productions on Vimeo.
Las materias primas que utilizan estos cuatro artistas son el aire, el plástico, el color, la iluminación y el espacio, y constituyen, por así decirlo, la otra cara de la moneda de Christo: si este obtuvo notoriedad empaquetando edificios como el Reichtag, Penique cautivan por empaquetar el interior de los espacios permitiendo que el espectador pasee por ellos cuando en realidad lo está haciendo dentro de un gigantesco globo.
Aquí en El Asombrario ya hablamos de una de las últimas obras de Christo en Alemania, en la que había conseguido meter dentro de un antiguo almacén de gas el globo artístico más grande de la historia del arte.
Penique son Sergi Arbusá, Pablo Baqué, Pol Clusella y Chamo San. Baqué es graduado en Fotografía; los otros tres se licenciaron en la facultad de Bellas Artes de Barcelona. Fue precisamente allí donde comenzó la idea. “Hicimos el primero, muy rudimentario para un ejercicio de la universidad”, explica San, “lo llamamos espacio 1 y era simplemente un cubo. Luego fuimos perfeccionando la idea”. Aquello fue en 2007, desde entonces han realizado instalaciones en distintos lugares del mundo como México, Reino Unido, Italia, Francia, Brasil, Holanda o Líbano. “Tal vez lo más importante en nuestra obra sea el espacio. El espacio se convierte en nuestro lienzo; por eso el efecto es mucho más impactante cuando el espectador conoce cómo es el lugar antes de que nuestra intervención y experimentan el cambio. Son obras efímeras; la que más tiempo duró fue en México durante un mes y medio”.
“Utilizamos materiales muy sencillos como el plástico y la cinta adhesiva; es algo premeditado. Defendemos el concepto de que cualquiera con esos materiales pueda realizar una obra como la nuestra. Además, buscamos que nuestro trabajo sea absolutamente sensorial. Algo que no sea tan complicado como el arte conceptual en el que te tienes que leer decenas de páginas para comprender parte de lo que estás viendo. Nuestras instalaciones llegan igual a una persona que no está familiarizada para nada con el arte contemporáneo como a los grandes expertos. Creo que hemos encontrado un lenguaje que sirve para cualquier edad, extracto social y cultural”, explica San.
El próximo 13 de marzo inaugurarán una exposición en la galería N2 de Barcelona y realizarán una intervención en un edificio histórico de la ciudad que todavía no quieren desvelar. Aquí puedes visitar la web de Penique.
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