Vicky Gastelo, con la música por delante
La cantante y compositora Vicky Gastelo. © Roberto Villalón
Escuchar a Vicky Gastelo siempre significa degustar buenas canciones. Letras y melodías hechas con mimo y mucha, mucha alma. Canciones en las que hay verdad y ráfagas de momentos de esos que todos hemos vivido alguna vez. Gastelo regresa con su cuarto trabajo, ‘Con el viento de cara’ y el principio de una gira en Madrid.
Con el viento de cara se publicó en febrero y es el cuarto trabajo de la cántabra Vicky Gastelo; cuarto si contamos el disco que nunca llegó a ver la luz porque una multinacional decidió dejarlo para siempre en un cajón, malgastado. Es decir, es el tercer disco que Gastelo se paga íntegramente. Hablamos con esta artista valiente, comprometida y con mucho talento.
Ella sí que puede decir que es indie. Ahórrate las flores, En el fondo de los mares y, ahora, Con el viento de cara han sido posibles gracias a su innegable talento, a su mítica cabezonería, su necesidad por vivir de la música y, sobre todo, gracias únicamente a su bolsillo. “Warner solo gestiona mis derechos de autor. El resto lo hago yo todo, hasta hablar con las grandes superficies en las que se venderá mi disco. Lo he pagado todo: producción, fotos, promoción, vídeos, estudio, distribución, músicos, ingeniero… Todo lo que se te ocurra que tenga que ver con la elaboración de un disco lo he pagado yo. Y aun así, creo que me ha costado bastante menos que el anterior”, asegura la cantante y compositora.
En el fondo de los mares, su anterior trabajo, llevaba el inconfundible marchamo de Carlos Raya como productor y guitarrista, pero esta vez ha decidido encargarse ella misma también de la producción y, a juzgar por el resultado, le ha salido bastante bien. “No se lo enseñé ni a mis amigos”, asegura. Amigos como Quique González, César Pop, Rebeca Jiménez o el propio Carlos Raya que conforman una especie de círculo de valedores de esta cantautora cántabra. “Las de Con el viento de cara eran canciones que surgieron de manera diferente a las de En el fondo de los mares. Y de pronto todo se precipitó. José Barragán, el guitarrista que normalmente toca conmigo, se iba a Austin (Texas) en 10 días a establecerse y probar suerte allí. Así que le dije: ‘vente a Santander y empezamos a grabar’. Ya teníamos mucho hecho de ensayos y pruebas, así que nos metimos en el estudio de un amigo de Quique González. Me di cuenta de que aquello era realmente lo que quería. Que no era tan complicado”.
(Aquí os dejamos Será uno de los temas incluidos en su tercer disco En el fondo de los mares).
El resultado es un disco en el que se mezclan temas de carga social con grandes canciones de amor y todo con un regusto al mejor sonido del folk americano. “Me apetecía que sonara así. En estos años he estado escuchando a Emmylou Harris, Dolly Parton, Allan Jackson, el último disco de Patty Griffin, Lucinda Williams y Shawn Colvin… Me gustan porque son de verdad. Las melodías, las historias, la actitud. Los escuchas respirar en cada canción. Me creo las historias que me cuentan y me llegan mucho. También me pasa con la gente. Debo ser muy de pueblo yo”.
Cuatro años ha tardado en regresar en formato disco, dos de ellos se los pasó girando con el anterior trabajo -“al final de lo que vivo es de los conciertos”- y otros dos luchando contra una adversidad instalada en el epicentro de su familia y de la que, una vez superada, prefiere olvidarse. “Tenía dos cosas claras en la cabeza con este disco: quería que fueran canciones redondas y que el sonido se acercara lo más posible a lo que hago en directo. Cuando llamas a un productor, este trabaja con su grupo de gente. Con (Carlos) Raya, grabamos con unos músicos, pero en directo tocaban otros. Y al final todo termina pareciéndome una pantomima. Y cuanto más peleo y más me adentro en esto, más claro lo tengo: quiero ser yo y no quiero vender ninguna moto. Me cansa ir de algo que no soy. Los músicos que van conmigo los he escogido por algo y quería que este disco estuviera hecho con ellos”.
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El primer single de este nuevo trabajo se titula La calle es un ring, una canción que habla de la devastación que los ciudadanos de a pie notan a causa de la crisis. “Es lo que vivo. Llevo a mi sobrino a la feria de ganado de Torrelavega, que era una las más importantes de España y en su momento de Europa, que estaba llena de vacas y de terneros y de mil cosas, y ahora no hay nada. Me voy a Santander por el paseo marítimo y veo los astilleros parados y lo único que les preocupa es que pare el ferry una vez a la semana para que bajen unos pocos turistas y compren chucherías en las pequeñas tiendas del paseo. ¿Y los cines? El cine Arlequín de Torrelavega, que fue uno de nuestros hilos de unión con nuestro pasado y nuestra historia, pues también ha cerrado. Y qué te voy a decir de Madrid, claro… Es algo extrapolable a cualquier lugar de España: ‘Las calles están vacías / negocios en venta’, como digo en la canción…».
Explica que las canciones le salen del tirón, que las escucha y las siente llegar. Parece que la música tiene un compromiso con ella como ellas con la música: “No he querido subir el precio del cd. He ido a la FNAC y les he preguntado: ‘¿Cuál es el precio más barato al que ponéis el cd?’. Y me han dicho que 11,99 euros para lanzamientos. Así que lo he puesto a ese precio. Yo no me quiero hacer rica con esto. Nadie se hace rico trabajando. Yo solo quiero pagar mi casa, mis pantalones, mi pan -que es muy caro, porque soy celíaca-. No es demagogia. Yo soy feliz haciendo lo que me gusta hacer”.
Vicky Gastelo actúa el 26 de marzo en la Sala Clamores de Madrid. El resto de fechas de su gira se pueden consultar aquí.
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