La ‘Estación XV’ de un Vía Crucis artístico
Se acerca la Semana de Pasión, y visitamos un Vía Crucis muy especial. La exposición de diez artistas becados en la Academia de España en Roma, situada en San Pietro in Montorio, donde, según la tradición, San Pedro fue crucificado boca abajo y adonde se puede ascender siguiendo las 14 estaciones del Vía Crucis romano. La muestra, titulada ‘Estación XV’, se presenta como un trabajo de superación frente al doloroso calvario de esta crisis que se ha cebado con la cultura, los servicios sociales y la investigación.
Tamara Arroyo, Marisa Brugarolas, Miguel Cuba Taboada, Julio Falagan, José Noguero, Oriol Saladrigues Brunet, Miguel Ángel Tornero, María Trénor, Giuseppe Vigolo y Begoña Zubero son los diez artistas que disfrutaron de la estancia en la Academia de España en Roma en el curso 2012/2013, becados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, y son los diez artistas que ahora exponen en Madrid parte del trabajo creativo que allí realizaron, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, a unos pocos metros de la Puerta del Sol.
Con estas muestras se ha retomado desde hace tres años el vínculo entre dos instituciones de extraordinaria solera: la ya mítica Academia de España en Roma y la respetabilísima -y a menudo olvidada- Academia de San Fernando, relación que fue muy estrecha en siglo pasados -desde 1746 la Academia de San Fernando institucionalizó el envío de jóvenes pintores, escultores y arquitectos a Roma, germen de lo que luego sería la Academia en Roma-, pero que desde los años ochenta se había perdido. Ahora, coincidiendo con una línea de revitalización del museo de la Academia, en plena calle de Alcalá -apoyada más en la imaginación que en la holgura económica-, felizmente se recupera ese trabajo conjunto, como subraya el artista Juan Bordes, responsable de Calcografía Nacional, adscrita a la Academia, y en buena parte responsable de estrechar este tipo de colaboraciones.
Visitamos la muestra, y el propio comisario, César Espada, nos explica la línea argumental. Antes, presentarlo (y perdón por el cargo, que va a ocupar buena parte del artículo): César Espada es jefe del departamento de Cooperación Universitaria y Científica de la Dirección de Relaciones Culturales y Científicas de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, desde el que se lleva la Convocatoria de Becas MAEC-AECID para la Academia de España en Roma. ¡Uf! Habla él: «Hemos querido darle todo el empaque de una exposición, huyendo del concepto de becarios y de muestra de fin de curso, porque son artistas ya con una trayectoria, muy sólida en muchos casos». «El título de Estación XV responde a que la Academia de España en Roma (fundada en 1873, durante el Gobierno de la Primera República e inaugurada oficialmente en 1881 durante el reinado de Alfonso XII) se ubica en San Pietro in Montorio, uno de los lugares más bellos de la capital italiana, donde, según marca la tradición, San Pedro fue crucificado boca abajo, y adonde se puede ascender siguiendo las 14 estaciones del Vía Crucis. Por eso, la Academia se considera el final del recorrido, la estación XV. Este Vía Crucis nos sirve de metáfora de la situación de crisis que afecta al mundo de la cultura, una estación imaginaria en la que los artistas e investigadores se entregan al trabajo de sus búsquedas e investigaciones creativas». Una Estación XV donde construir sobre las ruinas y el sufrimiento que supone este particular Vía Crucis que tanto dolor y sacrificio está generando en Europa, y sobre todo en los países mediterráneos.
Los trabajos expuestos de Julio Falagan y José Noguero dan buena idea de ese reconstruir sobre la desolación. El palentino Falagan, residente en Madrid, presenta un gran collage dentro de su especialidad: composiciones kitsch a partir de elementos recuperados de rastros y rastrillos, sobre todo óleos de esos que tantas veces hemos visto en casa de nuestros abuelos, y que al mezclarlos e intervenirlos adquieren nuevos valores y significados. El oscense Noguero, residente en Berlín desde hace 15 años, muestra una selección de moldes de silicona de grandes esculturas clásicas presentes en Roma en proceso de derretimiento, de descomposición, como queriendo expresar que hasta el canon clásico se corrompe y descompone, que hasta el más noble molde de clasicismo que transmite los valores de lo imperecedero se está derrumbando. Es la idea de la no permanencia -una constante en su trabajo-. «Todo es perecedero, la vida, tus convicciones, las estructuras sociales y psíquicas». De ahí que impacte ver esas esa imagen deformada de esculturas clásicas, icono de lo estable. Nada queda, nada nos da seguridad ni estabilidad.
María Trenor compone una sarcástica imagen de dinosaurios laureados para criticar el inmovilismo que desestabiliza y corrompe; y Miguel Cuba convierte la Ciudad Eterna en una inmensa valla publicitaria pop donde todo -la historia, la memoria, el pasado, la experiencia, la calidad- se pone en venta.
Signos de estos tiempos escurridizos, de incertidumbres y falta de referentes; perfectamente captados por nuevas generaciones (¡qué rabia que este término suene ahora tan partidario!) de artistas.
La exposición de los artistas, que abarca desde la propia fachada de la Academia hasta la Sala de Grabados de Goya, se completa con la presentación de los trabajos de los investigadores también becados en Roma en el curso 2012/2013: Cecilia Ardanaz Ruiz, Agustín Cocola Gant, Carlos Contreras, José Luis Corazón, Juan Agustín Mancebo, Enrique Martínez Lombó y Ana María Mogollón.
‘Estación XV’ puede visitarse hasta el 25 de mayo en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (calle Alcalá, 13, Madrid). Entrada gratuita.
Comentarios
Por José Félix, el 07 abril 2014
La Semana de Pasión es esta en la que ya estamos. La semana que viene se llama Semana Santa. Una va antes y la otra va después. Juntas pero no revueltas.