Pedro Pastor: “El arte es la alternativa cuando los medios de comunicación mienten”
Tiene la cabeza muy bien amueblaba a sus 19 años. Pedro Pastor Guerra no ha nacido entre algodones pero sí entre notas musicales. Le viene de familia, por eso no renuncia a la palabra cantautor, aunque a él le han llamado cantautor rapero. El joven trovador madrileño puede pasearse cómodamente entre la canción protesta, el amor, la rumba y el hip-hop. Viene pisando fuerte, con su primer disco bajo el brazo: ‘La vida plena’.
¿Cómo es una vida plena a los 19 años?
La vida plena yo creo que no tiene que ver con los años. No la vivimos, siempre estamos en caminos. Tiene que ver con el derecho a que cada uno haga lo que siente, sabe y quiere hacer para sentirse feliz consigo mismo en cada momento. Es un poco lo que falta en cualquier sociedad occidental, la gente hace cosas que no le gustan, cosas en las que no cree.
Tu disco es una apuesta por una elección…
No es fácil pero es la única manera de sentirte libre por las mañanas con tu conciencia, tu comportamiento, la única manera de ser fiel a uno mismo. Es muy difícil, la verdad, hacer lo que uno quiere porque no hay más que impedimentos. Dejé mis estudios, acabé Bachillerato, lo aparqué hace dos años y siento que lo que sé hacer es música, tengo una necesidad y una responsabilidad por hacerlo.
Pero a los siete años parece que te daban guitarras y no hacías mucho caso.
(Risas) Mi padre me daba guitarras y yo tocaba el piano. Estudié con una profesora particular, hice solfeo y me negaba a la guitarra. Cómo es la vida que mi vecino de toda la vida vino un día con una guitarra tocando rumbas y ahí dije “pues yo también”. Empecé a tocar con 12 años, cuatro o cinco horas al día. Y con 13 compuse mi primera canción. Y desde entonces ya no lo dejé.
¿La cantante Bebe te cuidó cuando ella era adolescente?
Sí, cuando era pequeño. Estoy muy ligado a su música, me siento muy identificado, me gusta mucho. Vino a verme a mi primer concierto, cuando yo tenía 14 años. En una sala en la que no se vendía ni cerveza (Risas) El concierto era por la tarde porque yo era un menor.
Tener como padre a Luis Pastor y como madre a Lourdes Guerra imprime un carácter, ¿no?
Musical y personal. He recibido una educación muy sana para poder tener una conciencia a una edad temprana. Es un regalo haber nacido en esa casa. Tener esas puertas abiertas. He tenido mucha suerte porque he tenido apoyo dentro y fuera de la familia. Todos pasamos por nuestros traumas, inseguridades, pero creo que he hecho todo con la cabeza y el corazón.
El primer viodeoclip de este disco es Viva la libertad. ¿A qué tipo de libertades le cantas?
A la libertad sexual, artística, de pensamiento, de reunión, de decisión… Sin molestar al resto, y dentro de las normas de convivencia, que puedas decidir hacer lo que quieras hacer. Creo que ha quedado un disco buenrollista.
En tu entorno, entre la gente joven, ¿crees que prevalece esa apuesta por arriesgar y ser libre o invade la desesperanza?
Creo que en la juventud hay mucha ilusión y esperanza. Hay también mucho de la educación en casa que juega en contra de la libertad todavía, cuesta quitarse los trajes de los prejuicios, de todo lo que la sociedad te inculca, con lo que te contamina. Pero creo que la gente joven de mi generación viene despierta, viene fuerte, positiva, creadora, artística, con capacidad de jugar con las posibilidades, algo que se había perdido. Mi generación aún no ha tenido el golpe que se llevaron los que salieron de la universidad sin trabajo, lo hemos visto pero no lo hemos vivido. Y creo que nos ha pillado despiertos.
Sin embargo, se suele decir que la gente joven no lucha y no tiene conciencia social…
Es que eso no es verdad. Hay mucho borreguismo tanto en jóvenes como en mayores, gente que sigue los cánones, que no se cuestiona las cosas que pasan, pero yo conozco a gente de 16 años con capacidades enormes. Gente que está en movimiento, que no se queda quieta, que incluso intenta salir del mundo digital (porque nosotros hemos nacido dentro) y retoman lo analógico, lo humano, lo personal… No les vale un trozo, lo quieren todo. Tienen ganas de cambio.
No reniegas de las palabras cantautor o canción protesta. ¿Qué aportan hoy a la música que haces?
Soy cantautor, y cantautor de canción protesta en mi esencia. Pero mi propuesta artística poco tiene que ver con la canción protesta de los años 70. Un cantautor no es sólo el que hace canciones. Es un género de música. Tiene su verdad en su obra, su belleza y su sensibilidad. Busco eso. Yo no soy un cantante, soy un cantautor.
¿Y la vena rapera de dónde te viene?
De mi generación, todos hemos escuchado Violadores del Verso, Zenit, Frank T. En esa época querías ser un malote, estar en el parque, escuchar hip-hop. Cuando me dejó de gustar esa música por lo grosero y lo ególatra que es el rap ahora mismo (en la mayoría de los casos), me di cuenta de que tienes más espacio para decir cosas en el rap, en el mismo tiempo puedes contar mucho más. Es muy interesante para poner ahí tus ideas.
Eres muy directo en lo que cuentas, no das muchos rodeos. Hablas del sistema económico, la educación, los movimientos sociales. ¿Informa más una canción que una noticia en un medio?
El arte es la alternativa en una sociedad donde los medios de comunicación mienten. La mayoría de los medios maquillan y engañan para adormilar y aborregar. Yo hago música con la ilusión y la responsabilidad de servir a la gente. Tengo un micrófono delante y puedo decir cosas que pueden mover algo a alguien, hacer sentir, hacer pensar. Vivo en Rivas, voy al parque, mis vecinos me cuentan sus problemas y yo tengo un espacio donde hablar. Hay mucha gente que no lo tiene.
¿Te parece que existe una música de barrio?
La música de barrio es la música popular que se hace en las calles, en los parques. Es la música que transforma a la gente del barrio. Un cajón, una guitarra, es como un cancionero popular conocido. Son las versiones que hace la gente de las canciones. Se hacen así propias.
Por mucho que viajes, dices que siempre te gusta volver a ese barrio, a sus calles, a sus gentes…
Sí. Cuando salgo de gira yo quiero volver a ese resguardo donde está la gente que te quiere y te conoce, que no te juzga, es donde te sientes más libre. Pero de los barrios hay que salir porque un barrio cierra horizontes y ahoga mucho a la gente, no hay opciones. Por eso es bueno irse, conocer cosas nuevas y volver para transmitírselas a los que se quedan. Es la manera que tiene un barrio de crecer, con el movimiento de la gente que va y viene.
¿Es más difícil escribir sobre el amor o sobre la indignación social?
Sobre la indignación social. Porque escribir sobre el amor es algo que no está mal visto (risas). El amor es un sentimiento de cada uno, no tienes que justificárselo a nadie. Lo social es una cosa de todos. Tienes que intentar decir lo que tú sientes pero a través de los demás. Es mucho más difícil hacer una canción social y que no suene a panfletaria o vacía.
Volviendo al disco, hay muchas colaboraciones de gente cercana a ti.
Lo musical y lo personal en mí están unidos, así que hay mucho cariño en este trabajo. Markos Bayón es el comandante, Manu Clavijo al violín, Alejandro Martínez al piano, César Bayón a la batería y Javi Geras al bajo. He contado con las colaboraciones de Quique González, entre otros, y en las voces y coros con Paskual Kantero (Muerdo), Mary Rozalén, Paco Cifuentes, Suso Sudón, mi padre, mi madre…
Hiciste un EP hace dos años llamado Aunque esté mal contarlo. ¿Hay cosas que no se pueden contar?
Socialmente sí. Hay cosas que el inconsciente colectivo no permite contar, que son políticamente incorrectas, de las que no se puede hablar. Yo no quiero morderme la lengua. Soy un chaval, estoy encantado de la vida y quiero decir lo que me dé la gana. Pero hay muchos temas que no se tratan y hay que hablar de ellos: la educación, por ejemplo, contar por qué los colegios son malos para los niños, que en las escuelas debería haber inteligencia emocional, educación para los padres… Todo eso es la base. Temas como el terrorismo o el franquismo, que es el mejor ejemplo. Por no hablar lo suficiente seguimos arrastrando. Vas a Alemania y hay museos para contar que se asesinó a mucha gente, aquí eso no existe. Así no se puede evolucionar como sociedad.
Dices en la canción sobre la huelga general: “No te calles jamás, si no hasta tu palabra privatizarán”. Tienes cante para rato…
(Risas) Sinceramente, mi intención es cantar hasta morir. Con más o menos dificultades, con más o menos recompensas, pero es lo que quiero hacer y es lo que voy a hacer.
Pedro Pastor presenta La vida plena el 10 de octubre en Madrid (Sala Galileo)
16 de octubre en Santiago de Compostela (Casa das Crechas)
1 de noviembre en Sevilla (La Sala)
6 de noviembre en Valencia (Juanita Club)
14 de noviembre en Barcelona (Auditori Barradas)
Comentarios
Por Nieves, el 10 octubre 2014
Aquí lo que hubo fue una guerra civil,mataron unos y otros. En Alemania se asesinó a millones de judíos. Formate mejor ,ve a la universidad,lee,lee mucho,estudia y mientras ,si puedes,sigue escribiendo canciones.
Por Fernando, el 11 octubre 2014
Aquí lo que hubo fue un golpe de Estado a un Gobierno legitimo votado por el Pueblo.Fórmate mejor,deja la Universidad,lee otros libros,estudia otra historia diferente a la que te han contado,si puedes ,sigue haciendo comentarios.
Por fonso, el 11 octubre 2014
Y también actuará en Bueu (Aturuxo) el 19 de octubre 🙂
Por aran, el 11 octubre 2014
Lee tú también Nieves. Se refiere al franquismo: dictadura en la que se asesinó, se secuestraron niños, sigue habiendo miles de desaparecidos. Y todo eso despues de la guerra civil. Hace muy poco que en este pais hemos empezado a hablar de los 30.000 niños robados. Me alegra ver que gente tan joven como este chico no le tiene miedo a la memoria y la historia.
Por Joaquín Kamikaze, el 14 octubre 2014
Pedro es grande… y lo que le queda por crecer¡¡¡
Por Myriam, el 23 marzo 2016
Para cuando Zaragoza…???!!!!