Cuarenta artistas ‘eco-visionarios’ imaginan el extraño planeta que nos espera
Matadero Madrid acoge este verano la muestra ‘Eco-visionarios, Arte para un planeta en emergencia’, una visión multidisciplinar de 40 artistas en torno a los problemas ambientales que sufre el planeta Tierra. ‘El Asombrario Recicla’ la ha visitado. Entramos en un mundo de estímulos extraños, desde la simbiosis máquinas/humanos y robots/plantas hasta el potencial ‘eco-queer’. Al final del recorrido nos queda una intensa sensación de desasosiego al confirmarnos en la certeza de que debemos poner todo nuestro interés en mantener el planeta tal como lo conocemos. Merece la pena. Es mucho más interesante vivir que sobrevivir.
Hace 65 millones de años un asteroide impactó la Tierra, dejando un gigantesco cráter en la península de Yucatán de unos 180 kilómetros de diámetro. El impacto habría ocasionado la extinción de los dinosaurios de la faz de la tierra. Hoy, 65 millones de años después, un hombre corre por una soleada playa mientras escucha música con unos cascos en las orejas, completamente indiferente a que algo similar pueda pasar. ¿Está el planeta preparado para evitar una catástrofe similar?
Estas son dos de las múltiples imágenes y preguntas que nos deja la exposición Eco-visionarios, Arte para un planeta en emergencia que durante todo el verano puede visitarse de manera gratuita en la Nave 16 del Matadero de Madrid.
Esta exposición-manifiesto aborda las distintas transformaciones que el planeta está viviendo en la actualidad: el aumento del nivel del mar, las sequías en muchas zonas del mundo a la par que otras sufren inundaciones, el calentamiento global o los fenómenos meteorológicos extremos. Crisis ambientales muchas de ellas producto del uso indiscriminado de los recursos, sobre todo para extraer combustibles fósiles, el consumo masivo y las diversas formas de contaminación, como los plásticos que invaden los océanos y amenazan a especies enteras. Hechos que, por lo menos, deberían hacernos reflexionar.
Es lo que persiguen los 40 artistas presentes en la exposición (entre los que también se encuentran arquitectos, diseñadores, cineastas, así como diversos actores culturales). Cada uno desde su particular mirada y haciendo uso de múltiples recursos como la animación 3D, la escultura 3D y las proyecciones de realidad virtual, muestran una preocupación cada vez más extendida entre los agentes sociales y culturales, y plantean una serie de cuestiones que no deberían dejar indiferente a nadie. ¿Hacia dónde se dirige la especie humana? Si a mediados del siglo XVIII la Ilustración terminó con el oscurantismo y la ignorancia propalados por la Iglesia, dando pie a lo que hoy se conoce como el progreso y los avances de la ciencia, la exposición lanzaría una pregunta: ¿Por qué esta relación entre los ideales de la ciencia y de la razón que favorecen el progreso terminan destruyendo el medioambiente?
Antropoceno, ¿nueva era geológica?
Entre algunos científicos se habla de que el planeta habría entrado en una nueva era geológica denominada Antropoceno, marcada por la acción humana. A partir de ahí, Eco-Visionarios pone de manifiesto cómo estos 40 artistas se enfrentan a tales transformaciones ecológicas, no solo ya señalando sus causas, sino planteando una serie de alternativas, de respuestas con las que podríamos adaptarnos al futuro.
Comisariada por el escritor, arquitecto y director del MAAT (Museo de Arte Arquitectura y Tecnología de Lisboa) Pedro Gadanho, la arquitecta Mariana Pestana y el equipo de Matadero Madrid, Eco-visionarios está dividida en cuatro secciones –Desastre, Extinción, Coexistencia y Adaptación–, alternando la investigación crítica con una especie de optimismo que buscaría ciertas soluciones.
Bacterias ‘plastívoras’
Una bacteria capaz de alimentarse del plástico derivado del petróleo es una de las propuestas de Pinar Yoldas (Denizli, Turquía, 1979), artista y científica transdisciplinar que busca un punto de encuentro entre el pensamiento ecológico y feminista. Su propuesta se llama Un ecosistema del exceso y en Eco-visionarios podemos ver dos de sus obras. En ellas, la artista se inspira en el descubrimiento de nuevos microorganismos que colonizan la superficie plastificada de los océanos. Ella imagina un futuro biológico posible gracias a los detritus humanos y a la contaminación petroquímica. Sigue la teoría del “caldo primigenio”, una metáfora que se usa para ilustrar la hipótesis sobre el origen de la vida en la Tierra: el desperdicio no orgánico podría dar origen a nuevas formas de vida basadas en el intercambio entre materia orgánica y sintética. Yoldas clasifica a estos seres como “plastívoros” y coloca su hábitat en lugares alejados de los seres humanos, una especie de “isla de la basura” del Pacífico, donde a día de hoy se acumulan toneladas de desperdicios de plástico.
Simbiosis humanos/máquinas y potencial ‘eco-queer’
Los artistas y cineastas Ana Vaz y Tristan Bera realizan una especie de collage con secuencias cinematográficas y materiales de archivo para presentar A Film, Reclaimed (Un film, recuperado), donde pretenden demostrar cómo el cine coincide con esta nueva era del Antropoceno y muestra escenas que se hacen eco de las múltiples crisis que viene sufriendo la humanidad a nivel político, social y económico.
En Next Nature Habitat, el holandés Koert van Mensvoort, mediante un vídeo de realidad virtual, plantea cuatro hipotéticas situaciones a las que lo seres humanos podríamos acceder: se trata de cuatro entornos y escenarios que se denominan el Jardín del Edén, el Sueño de la Modernidad, la Tecno-favela y el Centro de Vacaciones Hipernatural. Van Mensvoort juega con nuestra imaginación y no deja de recordarnos que quizá la tecnología será la naturaleza del futuro.
La artista y diseñadora griega Eva Papamargariti indaga en la simbiosis entre humanos y máquinas de inteligencia artificial, animales y otros organismos, tanto orgánicos como sintéticos. El taller de diseño, construcción e investigación artística portugués SKREI investiga en torno a casas y urbanizaciones autosuficientes desde el punto de vista energético. La artista e investigadora Paula Gaetano Adi nos presenta un robot en cuya respiración al acercarnos a él percibimos ansiedad. El artista, escritor y profesor Zheng Bo propone en su obra “conectar plantas queer (helechos) y personas queer para explorar el potencial eco-queer”: seis hombres jóvenes tienen contacto íntimo con helechos en un bosque de Taiwán. En la espectacular instalación de realidad virtual Re-animated, Jakob Kudsk Steensen devuelve la vida al último especimen de pájaro kaua’i, desaparecido en 1987.
El escritor, artista visual y cineasta Pedro Neves Marques aborda la relación entre máquinas y plantas a través de un vídeo que muestra una mano robótica que roza una mimosa púdica, planta que se repliega como mecanismo de defensa frente a depredadores. El estudio del arquitecto español Andrés Jaque, Office for Political Innovation, propone una estructura que recoge agua de lluvia para luchar contra la contaminación y la sequía en un archipiélago al sur de Texas.
Jardín Cyborg
Estas son solo algunas de las múltiples propuestas que tiene la exposición y que viene acompañado por una muestra anexa del Instituto Mutante de Narrativas
Ambientales (INMA). Matadero Acción Mutantes es un espacio polifónico para diseñar un Jardín Cyborg. “Tiene como objetivo desarrollar una estrategia de adaptación al cambio climático para convertir Matadero en un espacio deseable: un jardín donde ensayar formas de co-existencia entre humanos y no-humanos que invite a los visitantes a usar los espacios abiertos del recinto, de una manera nueva”, dicen los impulsores de este proyecto, que cuenta con múltiples colaboradores, entre ellos artistas, arquitectos y diseñadores como Orkan Telhan, el colectivo uh513 (María Castellanos y Alberto Valverde), Double Happiness (Joyce Hwang y Nerea Feliz), los arquitectos TAKK (Mireia Luzárraga y Alejandro Muiño) y el colectivo formado por Rachel Armstrong, Rolf Hughes y Pierangelo Scravaglieri.
De esta manera, Matadero Madrid servirá como una especie de campo de pruebas, ensayos prototípicos que luego podrán replicarse en otros espacios madrileños. Lo que se busca es forzar procesos de innovación científica y tecnológica, y, mediante el arte, probar soluciones basadas en la naturaleza.
Especies híbridas, fórmulas de co-existencia entre humanos y no-humanos, sombras artificiales que nos protegerán del calor, prototipos cyborgs y realidad virtual serían parte de este nuevo ecosistema, donde los insectos también formarían parte importante, al ser elementos cruciales en las dinámicas del ecosistema urbano. Ni siquiera la orina de los visitantes será desperdiciada, ya que esta será depurada y convertida en agua de riego para el jardín cyborg.
‘Eco-visionarios, Arte para un planeta en emergencia’ puede verse en Matadero Madrid hasta el 6 de octubre.
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