Otra arquitectura es posible (más allá de Calatrava)
SUPERADOS POR TANTO EDIFICIO FARAÓNICO Y DE RELUMBRÓN, REIVINDICAMOS LAS CONSTRUCCIONES CON MÁS CABEZA, SENTIDO Y SENSIBILIDAD. UNA COLECCIÓN DE LIBROS DE RECIENTE APARICIÓN NOS SIRVE PARA MOSTRAR CINCO GRANDES EJEMPLOS DE ARQUITECTURA REALMENTE RACIONAL EN ÁFRICA
Más allá de la arquitectura de relumbrón que hizo furor en los años noventa y en la transición de milenios, de estrellas -tipo Gehry- o de fuegos artificiales -tipo Calatrava, ese hombre que ha decidido que no merece la pena pagar impuestos en España, a pesar de los ingentes recursos que se ha llevado de las arcas públicas, y se ha instalado en Suiza-, en la última década se ha abierto camino una manera de construir más enraizada en la tierra y en la escasez de recursos -naturales y económicos-.
La Fundación BBVA acaba de publicar una colección de cuatro tomos, Atlas. Arquitecturas Siglo XXI, coordinada por Luis Fernández-Galiano, que repasa lo mejor del planeta de los últimos años. Y tanto Fernández Galiano como el británico Norman Foster, el arquitecto que cuenta con más entradas en esta gran obra de papel, han reconocido que lo que más les ha sorprendido es lo que se ha venido haciendo últimamente en África: edificios que hablan con el terreno y la gente y las comunidades y las tradiciones, que no tratan de imponer nada. Para El Asombrario & Co. hemos elegido cinco ejemplos, que, en este caso, nos dan asombro y sombra, nos cobijan, aportan ideas y sensibilidad para construir un futuro más sostenible.
1. Centro para niños discapacitados en el suburbio Orange Farm de Johannesburgo (Sudáfrica), de BASEhabitat. En su construcción se emplearon materiales sin procesar y accesibles en el propio barrio: barro, bloques de hormigón, heno, madera y esteras de paja, con el objetivo de fortalecer la economía del municipio.
2. Centro de interpretación del Parque Nacional de Mapungubwe, de Peter Rich, en Lipopo (Sudáfrica). Se trata de un homenaje al lugar; el paisaje ha servido de inspiración plástica y de recursos donde obtener todos los materiales. La estructura de bóvedas queda cubierta con piedras extraídas del entorno, para integrar cromáticamente el edificio.
3. Albergue y centro de visitantes de Ibi-Bateke, de Bogdan & Van Broeck Architects, en la República Democrática del Congo. El edificio consiste en una pieza de una planta, de geometría sencilla y rotunda, inspirada en la arquitectura local; en la cubierta se han empleado las mismas especies vegetales del paisaje circundante. En todo momento se ha contado con la comunidad.
4. Casa para ver la puesta de Sol, de Not Vital, en Agadez (Níger). Este arquitecto suizo lleva a cabo su trabajo sumergiéndose en la naturaleza y en las sociedades de los lugares más remotos del mundo, y basa en ellos la inspiración y los materiales que forman sus proyectos, a medio camino entre la arquitectura y la escultura, como este en el norte del país más pobre del mundo.
5. Centro de visitantes del Parque Nacional Wadi El Gemal, de Ramses Nosshi, en Marsa Alam (Egipto). La construcción ha empleado los mismos materiales usados tradicionalmente por la tribu de los Ababda para construir sus cabañas; sobre todo piedras volcánicas, vigas de madera, hojas de palma y chapas de acero galvanizado.
Como explica Fernández Galiano en la introducción del volumen que incluye África, las nuevas generaciones de arquitectos locales quieren huir de las pautas impuestas por el colonialismo, superar el caos y contaminación de las grandes urbes del continente, buscar las raíces y la identidad, y hacer «de la escasez una estética de intenso lirismo».
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