La editorial más pequeña de España. Ediciones con carrito

Foto: Pixabay

Nuria Rita Sebastián y Jaume Balmes son los creadores de Ediciones con carrito. Es la editorial más pequeña de España. Con ellos inauguramos una serie para dar a conocer editoriales independientes. Publican libros atemporales y los tratan como joyas que requieren un tiempo único. Charlamos con Nuria sobre su historia, los manuscritos que les llaman la atención, su manera personal de entender su pasión por publicar y el futuro. Relatos, poesía y novela. Editan libros de relatos que podrían ser poemas y que deben ser leídos como una novela. Los llevan despacio en un carrito con extremado celo para entregarlos a cada uno de sus lectores.

Ediciones con carrito nació del asombro mutuo. Aunque por entonces Nuria Rita Sebastián y Jaume Balmes no se imaginaban que algún día crearían una editorial. Una cosa eran los sueños y otra, la realidad. Nuria se había pasado la vida en la trastienda de los libros después de devorarlos con el detenimiento de un diminuto caracol. Jaume Balmes se protege contrayendo y elongando comas, comas y puntos, tildes, más tildes, formas, puntos suspensivos, contenidos y diseños hasta la perfección.

Recuerda Nuria: “Entonces, providencialmente, en Barcelona, en uno de esos encuentros de editores que en general son tan de hombres grises, me encontré con un personaje muy particular: Jaume Balmes”. Fue en el otoño de 2010. Hubo que esperar a que llegara la primavera de 2011. En un mediodía de abril, después de las lluvias, se sentaron sobre el césped en el Parque del Clot, un barrio obrero de Barcelona, como dos caracoles que acaban de despertarse. Cada uno con un bocadillo. “El bocata se lleva hecho de casa y envuelto en papel albal, como toca, en mi caso el bocata era de atún, soy una adicta al atún”. Hacía mucho viento, una cierta urgencia animaba el encuentro. “Comenzamos a hablar y decidimos que sí, que montaríamos una editorial juntos. Fue casi un poco como la manzana de Newton, porque incluso nos cayó delante una rama enorme de un árbol”.

Nuria Sebastián y Jaume Balmes de Ediciones con carrito.

La idea surgió y los arrebató como un vendaval. Pero el primer libro requirió años. Como otros editores independientes, compaginan varios trabajos. “Lo que más ha costado ha sido encontrar tiempo para desarrollar un proyecto que realmente nos apasionaba, pero que quedaba arrinconado ante la urgencia de un trabajo alimenticio con el que pagar facturas. Nosotros teníamos claro que no podíamos delegar en nadie más las tareas de la editorial, así que Jaume se encargaría de la maquetación y el diseño y yo, de la edición y corrección de los textos”.

Nuria ha creado la revista literaria Iguazú. “Iguazú es una utopía pequeña. Muy pequeña, como todas las cosas que a mí me gustan. Es una utopía de detalles. De palabras escritas sobre mesas de cafetería con voces de fondo y la vida alrededor”. Está a punto de salir a la luz la entrega número 28. Nuria también desarrolla el proyecto de Casa Tía Julia “como un refugio de ideas, aunque seguramente muchos lo llamen centro de innovación. El proyecto avanza gracias al crowdfunding y sus tejas. Está concebido como “un motor que reactive una comarca especialmente deprimida de Soria (la provincia más deshabitada de todo España) y para crear un espacio que promueva la creatividad y los nuevos enfoques en cualquier ámbito de trabajo y entorno”. Jaume Balmes, por su lado, es el impulsor de El Taller Editorial, nacido para recuperar los oficios tradicionales del libro en la edición digital, y coordina el máster en Diseño Editorial Digital de la Universidad de Sevilla.

“Se llama tiempo y cruje en los bolsillos, consumido de a poco, como un paquete de cigarrillos, como otra historia de reencuentros y tormentas, Barcelona, septiembre, casi oficina de objetos perdidos. Las paradojas temporales: yo necesitando diez vidas para poder olvidar lo que tú en diez minutos y taxi a la estación… Se llama tiempo a la distancia entre los ojos en que me miraba y ya no te quiero. Se llama tiempo a las hojas que nacen de las ramas de invierno. Se llama tiempo a otra cosa, a las manillas de un reloj, a quince grados en el parque. Se llama tiempo, amor, y es tan idiota que nunca vuelve.” Julio Oliva, Siete años, un martes y un septiembre, Ediciones con carrito.

¿Qué publica Ediciones con carrito? “Por un lado están los textos que a mí me gustan: poesía, relato corto y también novela, pero siempre con un toque poético, por decirlo de alguna manera. Por otro lado está el interés de Jaume: ensayo político, que sacamos en coedición con Ediciones Bellaterra”.

Suele suceder que los nuevos editores y la mayoría de los de macroeditoriales suelen acercarse muy de puntillas a la definición precisa de su línea editorial. Ediciones con carrito no es la excepción, aunque concluyen que sus publicaciones son, en esencia, “un libro de relatos, que podría ser poemas y que debe ser leído como una novela». Sus autores son “jóvenes que tratan temas urbanos o hablan de su vida o juegan un poco en los textos a la autoficción… Nos gustan los textos cotidianos, escritos con un lenguaje actual y sencillo, textos donde se cita a una cajera del Mercadona en vez de a una musa del río Éufrates. De todas formas, y sin ser una respuesta (o quizás sí lo sea) lo más sincero que puedo decir sobre Ediciones con carrito es que publicamos libros de solos, libros escritos por, para y sobre personajes que de una u otra manera se sienten solos o desubicados o perdidos…”.

¿Cómo trabajan con el manuscrito? “Primero discuto con el autor qué parte del texto saldrá en el libro y qué parte no. A veces me convencen de cosas que yo no había visto, a veces les convenzo yo. En general, mis autores son muy conscientes y valoran mucho ese trabajo conjunto de editing. Valoramos la estructura y el orden que tendrá ese texto. De hecho, un autor que publicaremos el año que viene dio un cambio radical a su poemario tras reunirnos una tarde entera de trabajo; le comenté varias cosas, se puso a trabajar sobre ellas y, uf, el texto que luego me devolvió era muchísimo mejor. Cuando ya tenemos el texto definitivo, pasa a manos de Jaume, que es un obseso de las cosas bien hechas. Él se encarga de elegir el tipo de letra de los libros, componer una maqueta perfecta en la que quepan los dedos pulgares al abrir el libro (los márgenes es una cosa a la que da especial importancia), cuidar cada interlineado, cada espacio de letra… En especial en títulos y páginas especiales no se trata sólo de tirar un texto sobre un programa y configurar dos cosas, no, es un trabajo manual página por página. Luego está el tema de elegir el papel y el diseño de colección. La producción la lleva sólo él, yo vuelvo al flujo de trabajo para corregir las maquetas y él introduce las correciones y prepara los originales para imprenta”.

Ediciones con carrito crece al ritmo íntimo del pasar de las páginas. “Sí, sin duda, nosotros creemos mucho en nuestros libros como obras que se venderán a lo largo de los años; si un libro necesita más tiempo para que esté bien hecho, nosotros se lo damos”. En efecto, el primer libro de la editorial requirió dos años hasta ver la luz y llegaron a retirar una tirada completa de un título ya publicado después de encontrar un acento incorrecto, lo corrigieron y volvieron a imprimirlo.

@editora Instaurar? Censura? Creo que te has contagiado de tanta palabra hueca. Turgente! Porque suena a sexo barato y mentiroso? Muac

— SoyAmaiur (@soyamaiur) June 15, 2011

¿Cómo eligen los manuscritos? Los editores no leen como cualquier otro lector. Se trata de alguien muy entrenado a lo largo de numerosos manuscritos y libros por año. Cientos, sí, sin exagerar. Y cada editor elige de una manera que le resulta probadamente eficaz. Nuria nos cuenta su forma de leer para la editorial: “Leo las dos primeras páginas y luego abro unas cuantas páginas al azar. Lo que sí tengo es un método infalible para descartar manuscritos: descarto cualquier manuscrito que contenga las palabras: níveo, aterciopelado o turgente». Los autores surgen de la red que Nuria rastrea sin prisa y sin pausa. Tiene mucha experiencia, fue la primera editora en publicar una antología de textos de la blogosfera.

¿Cómo hacen llegar sus libros a su público? La distribución es el talón de aquiles de autores, todos, y de las editoriales, especialmente las independientes. Ediciones con carrito funciona en ese aspecto como una joyería exclusiva. Ahora mismo sus libros se encuentran en su web y en dos librerías.Una de ellas está en Soria, Ibercosas; la otra, en Madrid, es la librería de Trama editorial. Ediciones con carrito se preocupa por su regulación térmica y así reducen el riesgo ante las heridas y agresiones externas. Para una editorial pequeña que espera y avanza despacio, los depredadores son muchos. Extreman su celo y su control. “Nosotros desde el primer momento teníamos muy claro que no queríamos entrar en el modelo de distribución actual del sector, que nos parece un auténtico despropósito… Creemos, quizás volvemos a ser utópicos, que si la gente lee una buena reseña en internet o lee en las redes comentarios de gente que ha leído el libro, nos buscará y hará un pedido”. Llegaron a cada una de esas dos librerías por azares del destino y del tiempo. “A Trama por amistad y relación profesional previa, y a Ibercosas por casualidad, porque entré un día tras ver un cartel fuera que ponía: ‘Rincón de poesía y wifi’. Entré y vi una mecedora, me enamoré. Sabemos que en las dos librerías los libreros nos recomiendan mucho y hemos conseguido ventas gracias a su recomendación activa”. También muestran sus publicaciones donde creen que pueden encajar. En 2014 han estado presentes en Expoesía en Soria 

«Muchos creen que tenemos futuro,
pero muy pocos saben que es lo primero que devoramos cada día». Sonia Fides, Mi vida sin Julio Verne, Ediciones con carrito.

Un caleidoscopio cultural y un caracol

Nuria es la pieza central de ese puzzle cultural compuesto por Editorial con carrito, la revista Iguazú y el proyecto Casa Tía Julia. Nuria las identifica y une la editorial con el futuro; la revista Iguazú, con las personas; y Casa, con la vida. “Para mí, Casa Tía Julia es el proyecto que contiene los otros. Me gustaría que, entre otras cosas, la casa fuera un pequeño vivero editorial en el que hubiera dos patas propias, la revista, que permite dar cabida a más voces y más personas, y la editorial, que permite dar más espacio en el futuro a esas voces. Casa Tía Julia está en una zona rural muy despoblada; sin embargo, en esa misma zona, están surgiendo proyectos aislados a uno y otro lado de la frontera -estamos entre Aragón y Castilla- que pretenden revitalizar la zona poniendo en valor sus activos, como una naturaleza increíble o una cultura que recuperar. Este verano incluso hemos organizado una actividad conjunta con la Asociación Cultural Carrabilla de Ateca. Hemos sido parte del abrazo al Río Manubles para protestar por la instalación de una mina de magnesita que arruinaría el ecosistema de la zona. Hay que señalar, además, que en mi pueblo se ha descubierto el caracol más pequeño del mundo, que es una nueva especie y familia. No es más grande que un grano de arena”.

Un caracol que podría pasear por las páginas de los libros de esta editorial y no se sentiría perdido. Utilizan papel de gramaje alto, indicado especialmente porque facilita la lectura, de un blanco que no hiere la vista, un tacto suave que invita a la calidez de la lectura, a la intimidad de un papel que arropa en el tiempo. ¿Casualidad?

Felices lecturas, olas de eternidad y paseos de caracoles.

Sobre el autor

Sardiflor

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