Chequeo a nuestras joyas de la naturaleza
Terminamos 2014 haciendo un repaso al estado de salud de nuestra naturaleza a través del Anuario que prepara Europarc-España sobre la conservación de sus iconos, las áreas protegidas, desde parques nacionales a reservas naturales, y que representan un 27% de la superficie nacional. Principales conclusiones (preocupantes): más de la mitad de los parques naturales siguen sin plan de gestión; y tanto la inversión como los recursos humanos para la gestión de los parques han disminuido notablemente en los últimos cuatro años.
El Anuario de Europarc-España (el último presentado se refiere a 2013) se ha convertido ya, en palabras del presidente de esta organización, Carles Castell, «en la fuente de referencia para conocer la situación de nuestras áreas protegidas». «Una experiencia de 15 años permite ya realizar comparativas, y ver tendencias, avances, retrocesos. Se trata, sobre todo, de un ejercicio de transparencia de cara a la opinión pública».
Así que vamos allá: «España supera los 7 millones de hectáreas protegidas, el 13% del país. Y alcanza el 27% al considerar el desarrollo de la Red Natura 2000, red europea a la que España aporta más superficie. La protección de áreas marinas es del 1%, cifra que se elevará al 8% próximamente». «Hoy existen 15 parques nacionales, 149 parques naturales, 291 reservas naturales, 328 monumentos naturales y 53 paisajes protegidos, más otras figuras autonómicas… En total, son 1.905 espacios naturales protegidos en toda España. La Red Natura 2000 está compuesta por 1.802 lugares, 42% coincidentes con espacios ya protegidos por la legislación nacional y autonómica».
La ordenación de los recursos naturales (PORN) y la planificación de la gestión (PRUG) son claves, pero un tercio de los parques nacionales aún no tiene PORN, y una cuarta parte de los parques nacionales y casi la mitad de los parques naturales carecen de PRUG. En este sentido, los parques nacionales de Cabañeros y Picos de Europa presentan un llamativo y sonrojante suspenso, y reflejan, según Marta Múgica, directora de la oficina técnica de Europarc-España, algo grave: «la complejidad social y la falta de consenso», siempre muy negativa para consolidar la protección de estas áreas.
Europarc es una organización panaeuropea creada en 1973 que reúne a instituciones dedicadas a la gestión de áreas protegidas de 38 países; en España está formada por 23 administraciones públicas, y desde 1993 es el principal foro profesional de debate y observatorio de estos espacios. Con esos mimbres, insiste mucho en el trabajo en red, colaborativo, y en la importancia de la colaboración entre instancias públicas y privadas para dar vida a estas zonas y mostrarlas como ejemplos de una economía verde, sostenible, capaz de activar la economía y generar empleo en áreas rurales. De ahí, que en cuanto tiene oportunidad, como la presentación de este anuario a finales de diciembre en Madrid, en la sede de la Fundación BBVA, subraye el valor de La Carta Europea de Turismo Sostenible en espacios naturales protegidos: De los 119 parques acreditados en Europa con esta carta, 38 están en España. De ellos, 25 trabajan con 364 empresas comprometidas con el turismo sostenible; en 2007 eran sólo un centenar, lo cual da una idea del prometedor futuro de este sector. Castell destacó el buen rumbo tomado en esta parcela en comunidades autónomas como Andalucía, Cataluña y Castilla y León.
Los parques españoles reciben unos 21 millones de visitantes anuales; de los que 9,5 millones corresponden a los parques nacionales; lo cual refleja todo lo que puede dar de sí invertir en estas zonas. Sin embargo, los indicadores marcan todo lo contrario. Señala el informe de Europarc-España: «Tanto en parques nacionales como naturales, la inversión ha bajado significativamente en el último periodo. La inversión en parque nacionales fue en 2012 de 91 euros por hectárea, frente a los 248 en 2010; en parque naturales fue de 19 euros por hectárea en 2012 frente a los 26 en 2010». «El número de personas empleadas para la gestión de los parques ha descendido de los 4.000 empleos estimados en 2005 a los 2.300 en 2010 y a los 1.400 empleos en 2012».
Carles Castell declaró durante la presentación del concienzudo trabajo: «Los retos son aún enormes. Debemos insistir mucho más en las alianzas con la sociedad, en la comunicación, para que la gente reconozca el valor de estos espacios protegidos. Porque cada euro invertido en espacios protegidos obtiene un retorno multiplicado en la creación de empleo y activación de la economía. Es algo que aún no ha terminado de calar en la sociedad, y así es difícil incluirlo en la agenda de los políticos al mismo nivel que la salud o la educación. Debemos tejer una red de alianzas para divulgar estos valores y que penetren en la sociedad». «Además, estamos a la cola de Europa en la colaboración de la parte privada y pública; debe ser una prioridad incrementar los aliados en la parte privada». Esta potenciación de sinergias y colaboraciones es prioritaria en los objetivos de la organización.
Ante la nueva ley de Parques Nacionales aprobada por el Gobierno conservador este otoño, Marta Múgica mostró su preocupación, sobre todo porque lo que necesitan estas joyas de la Corona son «coherencia, estabilidad y consenso», y no el revuelo y estos movimientos de disensión, «de paz rota», que en nada y a nadie favorecen, «y menos cuando estamos a punto de celebrar, en 2016, el centenario de la primera ley española de parques nacionales, que colocó a nuestro país como pionero en esta figura de protección».
Pero, por encima de todo, Carles Castell destaca que el principal reto ha de ser «ambientalizar el conjunto del territorio, y no sólo insistir en este 27% de la superficie total». No podemos crear islotes bien conservados, y que en el 73% del territorio restante se pueda especular y hacer lo que dé la gana. Debemos buscar «una ordenación general»; porque el otro sistema, aunque interesante, educador, emblemático, no garantiza el buen estado de salud de los hábitats y las especies. «Hemos de perseguir una coherencia territorial más allá de proteger islotes-joyas, que al final, por sí mismos, no pueden resolver los problemas de pérdida de biodiversidad». Y en esto, España, desde la Ley del Suelo de Aznar que permitía urbanizar todo lo no protegido (ay, la herencia recibida), tiene mucho que trabajar.
Termina un año más. Gracias a fieles seguidores y multiplicadores de esta Ventana Verde, como Yolanda, Quique, Isaac, Josefina, Pedro, Rosa, César, Santi, Julio, Manu, Miguel, Miriam, Marta, Eva, Raquel, Amaya, Paloma, Vito, Jesús, Jose, Julio, Luis, Javier, Maruja, Cristina… Feliz Año 2015, con una apuesta decidida entre todos por los auténticos brotes verdes, no los que nos quieren vender y son de plexiglás. Aquí seguiremos apostando por proyectos de esperanza e ilusión para construir un planeta distinto, más libre, respetuoso y solidario, como los que acogimos en 2014: Aver Aves, Enarbolarte, Slow Fashion, Chiquitectos, Campo de Cebada, Soberanía Alimentaria, Univerde, Marea Alta, Plasticoff, Reserva Natural, Artilujos, Papeles de Ecosocialismo, La Ballena Blanca, Arquitectura y Resistencia, Menú LiveWell… Gracias a todos. Gracias, de verde/verdad.
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