Gentrificación: ¿’ciudades marca’ para turistas o para sus vecinos?
Ataques como el recientemente sufrido por un café de moda en un área deprimida de Londres ponen en primera línea el fenómeno de la gentrificación -la aristocratización de los barrios- y la lucha de los colectivos que la denuncian porque expulsa a los vecinos y despersonaliza las ciudades. Este suceso, muy llamativo y polémico por sus formas y por haber sido un pequeño negocio familiar el objetivo de las iras antigentrificadoras, coincide en el tiempo con unas jornadas sobre gentrificación en La Casa Encendida. En ellas se ha organizado un ilustrativo tour por Triball, el triángulo entre Tribunal, Gran Vía y Callao, una de las zonas que más se ha transformado en Madrid en los últimos cinco años.
Los que claman contra la gentrificación tienen algo en contra además de la especulación en los barrios: la propia palabra que define el fenómeno. Vamos, que muy pocas personas no iniciadas entienden qué significa, a pesar de vivirla en primera persona. Gentrificación es la adaptación literal del concepto inglés Gentrification, que viene de Gentry (nobleza de tipo medio). Suena feo y, como reza uno los talleres que la denuncia desde hace años, no, “Gentrificación no es un nombre de mujer”.
Se trata de un proceso de aristocratización de barrios, ciudades enteras, con el consiguiente desplazamiento forzoso de las personas que los habitan por no poder asumir económicamente el nuevo estilo de vida impuesto y la subida de alquileres y bienes de consumo de primera necesidad. Los negocios de toda la vida desaparecen; ya no hay carnicerías, fruterías, tintorerías, empiezan a desembarcar negocios internacionales y, finalmente, las franquicias y apartamentos turísticos.
Es el paso de barrio normal, incluso a veces cutre, a zona de moda, cool. ¿Y qué tiene de malo que áreas deprimidas o peligrosas dejen de serlo y den paso a negocios florecientes que a su vez atraerán turistas y dinero, más dinero?, se preguntarán muchos. Otra cuestión previa que habría que hacerse podría ser: ¿cómo llegaron primero estos barrios a convertirse en áreas deprimidas?
Aquí hay un arma de doble filo y Alberto Vigil-Escalera, del estudio de arquitectura MQL, que organiza las jornadas en La Casa Encendida, lo explica: “La gentrificación es un fenómeno muy diverso y cambiante que depende de tantos factores como tiene la propia sociedad y asociado a los cambios en el Capitalismo”. El suceso en el empobrecido barrio de Shoreditch, en Londres, donde activistas antigentrificación atacaron el café Cereal Killer, de degustación de cereales de importación a 4 libras el bol y regentado por dos gemelos hipsters, ha dado visibilidad a este fenómeno que despierta pasiones.
El relato del ataque, independientemente o no de lo acertado de su objetivo y formas, ha llegado a foros como Menéame, donde ha dado lugar a encendidos debates de personas indignadas con cómo evolucionan sus barrios y sus espacios, y de otras que no alcanzan a entender por qué tanto ruido en contra de lo que consideran una mejora del entorno.
Inglaterra, como primer escenario de la Revolución Industrial, ha sido también el primer lugar donde se identifica algo que puede calificarse como gentrificación, en este caso al revés, dado que los nobles abandonaron el centro de la ciudad ante la llegada de las fábricas y de los obreros. Pero se iban por voluntad propia. Ahora quien se va es el “precariado”, como señala Vigil-Escalera, porque no le queda otra, en una suerte de destierro con connotaciones de “segregación social”.
Otro momento importante para este fenómeno, prosigue Vigil-Escalera, es la primera crisis del petróleo en los años setenta, en la que se produce el cambio de las ciudades hacia centros de servicios e industria financiera, que da lugar a un grupo social de nivel adquisitivo elevado asociado al sector servicios y a las finanzas. La otra fecha clave son los años noventa. “En un momento de economía global, las ciudades se posicionan como un nuevo servicio que cuenta con un alto potencial de desarrollo y de beneficio, que es el de los servicios culturales y turísticos. Inversiones estilo Guggenheim en Bilbao o el Eje del Prado, en Madrid, apuestan por ello, porque es un foco de inversión y una manera de posicionarse en el mercado global. Asociado a ese consumo cultural y de turismo, surge la clase creativa con unas pautas de consumo muy determinadas”.
“Obviamente, nadie podría estar en contra del Guggenheim, pero la cuestión radica en cuándo se utilizan estas actuaciones para otros intereses”, señala Vigil-Escalera.
¿Por qué se gentrifican unas zonas y no otras? Vigil-Escalera da su respuesta: “Por el valor potencial de las promociones inmobiliarias en la zona. Acudo al lugar donde la diferencia entre el valor del suelo actual y el valor del suelo potencial sea el mayor. Y para maximizar ese beneficio se utilizan diferentes estrategias”. Vigil-Escalera añade: “Para acotar, hablemos de gentrificación como el abandono de un lugar de forma premeditada con el objetivo de elevar el valor potencial del suelo”.
Todos lo hemos visto en nuestras ciudades. En Madrid, uno de los ejemplos más recientes e impactantes es el triángulo entre Tribunal, Gran Vía y Callao. De zona de prostitución deteriorada a barrio imprescindible en la capital en apenas cinco años. La presentación de las jornadas de La Casa Encendida se detiene especialmente en este caso, Triball: “En 2008, Triball, un grupo de inversores inmobiliarios (bajo la denominación de asociación comercial del barrio) se instala en el Triángulo de Ballesta. Mediante prácticas especulativas monopoliza el negocio inmobiliario e inicia el recambio del tejido comercial. Todo ello aderezado con la sempiterna lucha contra la prostitución y la inseguridad. Cinco años después, decenas de comercios tradicionales han cerrado, tiendas de ultramarinos compiten con supermercados de multinacionales y bares históricos son sustituidos por modernos locales de diseño”.
Se aboga por servicios culturales para que los turistas puedan venir, sitios “desconflictivizados” y estos barrios han sufrido un abandono previo que han obviado los planes de urbanismo, concluye Vigil-Escalera.
Colectivos como Todo por la Praxis y Left Hand Rotation llevan a cabo acciones para dar visibilidad a este fenómeno global. Estos activistas, en originales acciones como el Tour Triball, en talleres y distintas campañas señalan espacios, empresas e incluso grupos sociales (como los hipsters) que, en su opinión, potencian un fenómeno que esta convirtiendo nuestras poblaciones en lo que denominan “ciudades marca”.
En la web del colectivo Gentrisaña, que también tiene rutas y actividades para identificar lugares en riesgo del barrio de Malasaña, expresan así su trabajo: “En Gentrisaña no nos interesa juzgar la gentrificación ni establecer posiciones morales, sino pensar en quién y cómo se está apropiando de la riqueza que se genera desde las distintas comunidades que habitan y construyen el barrio. ¿Revierte en las propias comunidades? ¿O esa cultura alternativa está alimentando dinámicas de especulación en el territorio, los negocios privados que no podemos pagar ni disfrutar, la subida de los alquileres y los diferentes problemas para vivir vidas dignas?”.
Quien dice Triball y Malasaña en Madrid habla del Born en Barcelona, la Alameda en Sevilla, barrios enteros de Ciudad de México, la ciudad de San Francisco al completo, por supuesto Londres entero y verdadero… “Ciudades marca”.
Una marca es algo de lo que poder presumir. ¿Pero de verdad es un sitio en el que poder vivir?
Comentarios
Por Jose Lazaro, el 03 octubre 2015
Ejemplos claros del lado negativo: Las polltax de la Tatcher en los 90 y en España el tandem políticos-constructores arruinando muchos cascos históricas degradándolos en temas como limpieza, iluminación, jardines y por supuesto vigilancia, para luego pegar elmpelotazo. Ejemplos positivos: zonas industriales en desuso, artistas alquilando espacios grandes y baratos como talleres, cuatro pubs y zona de moda a los pocos años, Tribecca y algún otro ejemplo en Londres y otras ciudades europeas..Nada es blanco ni negro pero es un tema miy interesante y q lo leemos según nos vaya en ello…
Por Xavier, el 03 octubre 2015
Me parece un asunto muy interesante este de las ciudades marca, ciudades que acaban siendo iguales, con las mismas tiendas de ropa y las mismas exposiciones y obras de teatro itinerantes por poner unos ejemplos.
Son ciudades en las que solo puede vivir comodamente, y disfrutar de toda la oferta cultural y de servicios, quien tiene un trabajo que paga bien. Al final hay mucho de esnobismo y mucha gente hace lo posible para vivir en el lugar de moda, comer en el restaurante afamado del momento e introducirse en el mundo del lujo.
No definiria Shoreditch en Londres como un barrio empobrecido, segun dice la autora. Esta al lado de la City y en el ultimo lustro se ha transformado en una zona en la que vive mucha gente de las finanzas y las industrias culturales con poder adquisitivo medio alto. No hay el lujo de Mayfair, pero si quieren ver una zona empobrecida y sin glamour vayanse a Seven Sisters, adonde no hay gentrificacion pero si es cierto que hasta alli se estan mudando familias de clase media que no pueden permitirse vivir en el centro de Londres, con lo cual la poblacion se mueve hacia los margenes como una onda expansiva en funcion del precio de la vivienda.
Por Temazcal, el 04 octubre 2015
Estoy de acuerdo en que el señor inditex no tenga 10 tiendas en cada calle de moda de cada ciudad del mundo, pero que cierren carnicerías y pescaderías es lo más normal del mundo si el marujismo está en peligro de extinción. La gente intenta pasar el mínimo tiempo posible comprando comida, por eso van a grandes superficies o compran por internet. Los únicos negocios de proximidad con futuro son los de fruta y verdura, los que te sacan de un apuro puntual (chinos de todo a un euro, microsupermercados paki) , panaderias-granja y restaurantes. El resto son antros de marujas con ganas de perder el tiempo. Dentro de unos años, cuando nuestros abuelos y padres vayan falleciendo también cerrarán muchos bares, que por el precio de los cafelitos y las cervecitas que se han tomado en su vida podrían haber dado la vuelta al globo 20 veces. Es un problema de cambio generacional, no de conspiración judeomasónica
Por Nacho, el 04 octubre 2015
Obviando el lado clasista y machista sobre el marujismo, las carnicerías, pescaderías y verdulerías son sitios de un trato cercano y de calidad, yo sin ser «maruja» los prefiero a esos supermercados de productos de pésima calidad. Y también prefiero los bares a los que iba mi abuelo que esos quirófanos asépticos que se hacen llamar bar, café …y te cobran una pasta por un café o una caña sin ponerte una tapa decente.
Por José Manuel H.H., el 29 mayo 2016
Muy acertado tu comentario, Nacho… Esas tiendas y bares, deberían existir toda la vida y que cada uno, tenga la opción de comprar o tomar un café y recrearse a charlar con el o la tender@ del barrio o hacerlo en el mega-centro comercial… Saludos.
Por Fer, el 04 octubre 2015
El fenómeno de las ciudades marca y de las clone towns no es inevitable. En UK han investigado bien sobre el tema http://www.neweconomics.org/publications/entry/clone-town-britain . Además, en Totnes consiguieron que Costa, algo así como el Starbucks británico, omnipresente por todoas partes, no se instalara en ese pueblo emblemático del movimiento Transición http://www.theguardian.com/commentisfree/2012/nov/02/totnes-costa-coffee
Por Angeles, el 05 octubre 2015
Me llama la atencion que el articulo se enfoque tanto y tan negativamente en el fenomeno tomando como ejemplo Londres, cuando ha habido tan malos ejemplos en Barcelona que no aparecen citados. Mientras elige hablar de un ataque en un cafe londinense (vivo en Londres hace siglos y he visto este fenomeno de cerca, no he oido nada de esta «noticia»), no desarrolla el tema de la burbuja inmobiliaria y la manipulacin – ciertamente en una version muy negativa de gentrificacion – de Barcelona: toda la linea de playa (no hablo de la limpieza por las Olimpiadas sino desde la llegada del euro) fue tomada por grandes grupos de especulacion que crearon distintas «excusas», como el predio para el Foro de las Culturas, en el 2002?, y el Poble Nou se volvio inaccesible para las familias de siempre. El Born ha sido mencionado, pero desde la zona de pescadores en Barceloneta se ha ido expulsando gente desde entonces. Por un lado, hubo un pequegno porcentaje de gentrificacion «accidental» con el influjo de nor-europeos relativamente jovenes, entrepreneurs, que con la burbuja de internet (e inmobiliaria) se mudaron al sol con la expectativa de seguir sus carreras y abrir negocios en Barcelona. Es tambien logico que la ciudad haya decidido dejar de darle la espalda al mar y recuperara sus playas para atraer turismo (proceso que se inicio con las olimpiadas) pero la especulacion espantosa de inicio de los 00s era evidente, de hecho, era triste ir en bicicleta por la costa y ver como ese predio abierto para aquel pomposo foro de las culturas esta sub-utilizado todo el tiempo y termino siendo el parque de juegos de convenciones empresariales. Ahora hablemos de Londres: el proceso de gentrificacion es completamente diferente del que presencie en Barcelona, en cuanto a que aqui hay una enorme poblacion joven y en recambio continuo, de dentro y fuera del pais, con perfil creativo y expectativas de exito pero con limitados recursos economicos, que se instala en las zonas de alquileres mas bajos, lo mas cerca del centro posible. Por otro lado, parejas y familias con trabajo no pueden acceder a sus zonas preferidas para sus primeros pisos y se instalan en la zona «pobre» junto a esas, transformando de manera organica lo que aqui se describe como forzoso. Algo que no se menciona en este articulo y es clave: Londres es la unica ciudad que conozco entre Europa y Americas que tiene vivienda social en todos y cada uno de los boroughs que la componen, esto implica que la pobreza no se esconde en «las afueras», como en la mayoria de las ciudades. Por supuesto que los ultimos 5 agnos de gobierno conservador ha dagnado estructuras y permitido mas libertad a los «developers» o contructores amigos del gobierno – de hecho, durante nuestras olimpiadas, mientras las masas se distraian con deporte y discurso pro-salud, el gobierno vendio 21 campos de deportes de escuelas, y paro ahi porque activistas se ocuparon de que se supiera y se combatiera. Pero a no engagnarse: la especulacion verticalista que he visto en Barcelona, no la vi en otro lugar. Y le creo a quien mencione ejempos de otras partes de Espagna. Pero a mi me alegra que en un barrio desaparezca la prostitucion y lleguen familias. Ya me gustaria que ademas se liberaran a esas mujeres de las redes que las traficaron en primer lugar, pero eso ya es para otra conversacion. Gracias.
Por pilar, el 09 octubre 2015
Sobre el ataque a la tienda londinense hipster que vende cebada y alimentos orgánicos, por considerarla muy cool y gentrificada.. se publicó una entrevista hace 4 días en un periódico de Londres (no recuerdo cual) a los hermanos que la llevan y que decían, con razón, que habían invertido todos sus ahorros en esa tienda y que puestos a protestar, mas valía que atacaran a los bancos y no a ellos que simplemente son pequeños empresarios que se buscan la vida como tantos otros trabajadores.
Por Angeles, el 05 octubre 2015
PD: el proceso de gentrificacion, cuando es organico, tambien es reversible: yo vivo en una organicamente gentrificada de Londres y tanto como me alegra no tener que lidiar con tantas peleas entre bandas que venden droga (todavia hay alguna que otra), tambien he visto que en estos 5 agnos de gobierno conservador y recortes de «austeridad», pasamos de conocer de vista a los 3 crackheads del barrio, los 2 enfermos mentales y los 4 borrachines mendigos a ver decenas de caras nuevas, pidiendo de forma mas intimidatoria o sufriendo mas. Y quisiera invitar a los lectores a que investiguen en google de que hablo cuando menciono vivienda social en todos los municipios que conforman Londres: es algo para aplaudirlos de pie que el carisimo metro cuadrado donde viven los nobles y multimillonarios arabes y rusos tengan de vecinos a los desempleados, enfermos, refugiados y pobres de la ciudad. Yo, como londinense adoptiva, estoy muy orgullosa de eso. Solo ver el municipio de Kensington & Chelsea: donde la mayor riqueza y pobreza comparten. Quiza habeis visitado Portobello? Seguid caminando al norte y abrid los ojos! Y otra cosa: al menos en Londres, los barrios tradicionalmente ricos (como Chelsea) son tremendamente aburridos, y son las gentrificaciones organicas las que hacen Londres una ciudad tan bella e interesante. Puedo daros direcciones de gallerias de arte abiertas a pura testarudez de los duegnos, pagadas con sus otros trabajos, en estas zonas, y alimentando la economia y la creatividad.
Por Josechu, el 05 octubre 2015
Y ver el barrio sumido en la pobreza con prostitutas y drogadictos por todos lados os parece mejor? Venga ya!
Por Eladio, el 05 octubre 2015
«El resto son antros de marujas con ganas de perder el tiempo»
Qué comentario más desafortunado. Ni que la gente fuese a esos comercios porque no tiene otra cosa que hacer. La calidad del producto, la cercanía o el precio seguro que no tienen nada que ver, ¿verdad?
Es mucho mejor tener que coger el coche para irse a comprar al Mercadona que hay en la otra punta de la ciudad, qué duda cabe.
Por Risingson, el 05 octubre 2015
Es un tema que me fascina muchisimo y que tiene implicaciones bastante curiosas: en Shoreditch, parte de Hackney, un council que está cambiando a una velocidad vertiginosa, se ha pasado en pocos años de sitio de moderneo a pijerío de marca blanca y pago por exclusividad, y se puede ver en todos los aspectos: hasta el mercado de Brick Lane va poco a poco cambiando hacia lo aséptico.
Un par de víctimas curiosas han sido los pubs en general y los locales gays en particular: el Soho está desapareciendo como la tierra de Fantasía en La Historia Interminable, absorbido por diversas franquicias de decoración incómoda, y no queda ni un local de los míticos de Shoreditch (Joiner’s Arms, George&The Dragon, Nelson’s Head), al haber ocurrido una y otra vez lo de siempre: el dueño sube el alquiler hasta lo insoportable, el negocio cierra, el edificio se tira y se construyen viviendas de lujo.
Es una burbuja insoportable y obviamente insostenible, porque no hay tanto especulador millonario internacional como para comprar pisos en toda la superficie de Londres (Shoreditch ya está cargado de viviendas de lujo, el centro ni hablamos, Vauxhall está en proceso de desertización para convertirse en un conjunto Ballardiano…), pero hasta que no explote no van a parar. Mientras tanto, como ya ha sido mencionado, las familias de clase media-baja son apartadas cada vez más a las afueras, el transporte se hace insoportablemente caro (insoportable digo, el triple o cuádruple que en las afueras de Madrid), y hay ciertos trabajos que, a no ser que se comparta casa en plan hacinado, no se pueden tener. Si es imposible tener un hogar comprado en la ciudad, si es imposible tener un empleo que no requiera carrera, obviamente la ciudad acaba cojeando. Se caerá, y habrá que salir echando patas cuando se vean los primeros signos.
Se ve lo mismo en NY (Harlem, quién lo ha visto y quién lo ve), el ahora un poco repulsivo San Francisco (creo que Looking lo representa a la perfección) y en tantas otras ciudades. Quizás aquí más por el sindiós fiscal que tienen, ese agujero negro que convierte a Londres en una ciudad brutalmente desigual y brutalmente por encima económicamente del resto de ciudades de UK.
Por Asociación Garaje, el 16 abril 2016
Desde Asociación Garaje queremos invitaros a que escuchéis nuestro nuevo tema musical, con Emi Rap, Artes y Soloh Mateo, «Gentrificación».
El tema ha sido elaborado a partir de las reflexiones y sentimientos sobre sus barrios (Lavapiés, La Latina y Malasaña) del grupo de Monitoras y Monitores de Ocio y Tiempo Libre que hemos celebrado en el Centro Comunitario Casino de la Reina (Madrid). ¡Que lo disfrutéis!
https://www.youtube.com/watch?v=_gXSeHn2dq4&feature=em-subs_digest
http://www.asociaciongaraje.es