3) Las voces femeninas con identidad propia, al estilo de la multiventas María Dueñas
Ilustración de Cless.
Ilustración de Cless.
Tercera entrega de la serie ‘Aproximaciones surrealistas-poscastizas a grandes fenómenos literarios de nuestro tiempo’.
La vida
RAFA RUIZ
Carmina- Oye, cuánta gente ha habido, ¿eh? El cementerio estaba casi lleno.
Sofía- No creí yo que iba a venir tanta gente, no. Si no llega a ser agosto, no caben en el cementerio.
C- Es que somos una familia muy larga.
S- A quien no he visto ha sido a Mari, la del tío José.
C- Sí, mujer, sí estaba. Estaba al final del todo, junto a las lápidas.
S- Pues vaya, a mí no ha venido a darme el pésame. Le parecerá que eso la hace de menos.
C- Tiene algo de tontería esa muchacha, yo ya lo he observado.
S- De mi escalera han venido casi todas.
C- De la mía han faltado muchas, pero porque están de vacaciones.
S- Pues de la mía, fíjate, estaba la del tercero, Concha, la de los gemelos, la del primero…
C- Muy agradable esa chica, ¿eh? Ha venido muy habladita a darme el pésame… Y la corona, menuda corona ¿eh? Las hace bien la hija de Julián.
S- Estaría bueno… Lleva treinta años en eso… No, pero hay que reconocer que las hace con mucho gusto la chica, que mezcla muy bien las dalias y los claveles.
C- Además, conmigo, como me conoce, yo creo que se ha esmerado más. ¿No ves que es cuñada de Benita?
S- ¿Qué Benita?
C- La del segundo, mujer.
S- Ay, sí, qué tonta.
C- Y la caja muy bien, ¿eh?
José Manuel (marido de Sofía)- Pesaba bien de ello. Parecía buena.
S- Muy bonita. Así como de caoba. Bonita de verdad. Y a mí no me ha parecido nada cara. Las había con labrados. Pero ¿para qué? Esta era sencilla y bien bonita.
C- Hombre, no era como la de madre. Pero a mí sí me ha gustado. Bien estaba, bien.
S- Y Elizabeth la pobre, se ha hinchado a llorar.
C- Pobre.
S- No ves que Elizabeth quería mucho al abuelo… Todas las tardes le daba ella de merendar. Un vaso de vino y las galletas. Y le decía: ande, abuelo, coma otra galleta. ¿Verdad Elizabeth?
Elizabeth- Sí.
C- Yo ya se lo decía a Iván. Hijo, menudo ejemplo está dando tu prima Elizabeth. A ver si tú te portas así con el abuelo cuando le toque el turno y esté con nosotros.
S- Con Roberto Eduardo Miguel, sin embargo, se tenían algo de pelusa por lo de la televisión. Que si uno quería ver los dibujos animados, y otro el fútbol. Y ya sabes cómo era el abuelo, con ese genio y ese pronto que, ¡Dios mío!, cualquiera le aguantaba.
C- A la que no he visto ha sido a Josefina.
S- No estaba, no.
C- Pues yo, cuando se murió su padre, bien que fui al entierro. Y bien a trasmano que me pillaba.
S- Igual no ha podido. Es que creo que el marido anda algo delicado.
C- Ese hombre, desde que tuvo el accidente, ha perdido mucho.
S- Pues ayer dieron en la radio que había un grupo de nichos del cementerio que se estaban resquebrajando y cayendo. Pero escuché bien a ver si eran los del nicho nuestro, y no, dijeron que eran los del año 71 al 73. Y el de madre es del 82.
Elizabeth- ¿Y ahora al abuelo dónde le meten?
S- Pues con la abuela.
Elizabeth- ¿Y la abuela?
S- Meten lo que queda en un saco y la ponen en la parte de atrás del nicho.
C- Pues yo, fíjate, he venido sin ninguna pulsera ni ninguna cadena ni anillos ni nada. ¿Qué habrá dicho la gente? Pero es que me lo dejé todo en el apartamento de Torrevieja. Con las prisas. Fue todo tan de repente que salimos y no me dio tiempo a coger nada. Fíjate, que no tenía ni un poco de colorete.
S- Oye, lo que tienes ahora muy bien es el pelo. Te han dado un corte que te favorece mucho.
C- Sí, ¿verdad? Pues la Pili ha sido. ¿No has ido nunca tú a esa peluquería?
S- Pues no.
C- Pues está muy bien. Y no es cara. La Pilis Studio creo que se llama.
S- A ver si ahora que tengo más tiempo, que ya no está el plasta del abuelo, y heredamos, me cambio un poco la imagen y me pongo un poco más modernita.
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