Menos impuestos al trabajo y más a la contaminación
Son cinco que tienen mucho que decir de cara a las elecciones. Pero no, no son Sánchez, ni Rajoy, ni Iglesias, ni Garzón, ni Rivera. Hoy vamos a escuchar sus propuestas para las elecciones a los ‘cabezas de lista’ de las cinco principales organizaciones de defensa del medioambiente en España. Este es su ‘Programa por la Tierra’, sus demandas para una legislatura sostenible. Entre ellas, destaca un giro radical a los impuestos, gravando menos los referidos al trabajo y más a la contaminación y el consumo de recursos.
Hoy se asoman a esta Venta Verde: Juan Carlos del Olmo, de WWF; Asunción Ruiz, de SEO/BirdLife; Mario Rodríguez, de Greenpeace; Paco Segura, de Ecologistas en Acción; y Alejandro González, de Amigos de la Tierra. Y sus 17 propuestas por un Programa de la Tierra.
Las tres primeras son de carácter estructural: 1. «Crear una Vicepresidencia de Sostenibilidad y Ministerio de Medio Ambiente». Sería un paso importante frente a un Ministerio de Medio Ambiente camuflado ahora entre otras materias, y con ministros, como la actual, inexistentes para estos temas. 2. «Reforzar la Fiscalía Coordinadora de Medio Ambiente y Urbanismo, y dotarla de más medios». 3. «Reconocer y reforzar el papel de las organizaciones ambientales, garantizando su presencia en todos los consejos consultivos con implicación ambiental, y en particular asegurar una representación adecuada en el Consejo Económico y Social».
Este Programa por la Tierra lo presentaron a la prensa las cinco ONG la pasada semana en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes, en una sala de enormes cristaleras con maravillosas vistas sobre la ciudad. Los periodistas les insistimos mucho a los portavoces para que remarcaran lo más bárbaro de la legislatura del PP para el medio ambiente; y aunque no quisieron explicitarlo, a lo largo de las intervenciones salieron varios puntos, como el destrozo sufrido por la Ley de Costas y el impuesto al sol en el Real Decreto de autoconsumo, que penaliza fuentes alternativas de suministro de energía limpia frente a las estrategias extractivas y monopolizadoras de las grandes eléctricas.
Sigamos con las propuestas: 4. Uno de los puntos que a mí me parece de más vital importancia: «Establecer una ley de fiscalidad ambiental, primando las buenas prácticas que promueven el ahorro, la restauración ambiental y la creación de empleo ligado al medio ambiente, al tiempo que se desplaza la carga fiscal desde el trabajo hacia la contaminación y el consumo de recursos». 5. «No construir más embalses ni trasvases». Lo resumió Juan Carlos del Olmo: «No más hormigón en nuestros ríos». 6. «Rediseñar una política agroalimentaria respetuosa con el medio ambiente, sin subsidios perversos, que prohíba los cultivos transgénicos y asegure la conservación del paisaje y rentas dignas en el campo. Para 2020, alcanzar el 30% de la superficie agraria bajo producción agroecológica; lograr un incremento del 30% del consumo interno de productos ecológicos locales; y reducir el uso de fitosanitarios de síntesis en un 30%, empezando por prohibir los de mayor riesgo». 7. «No dar ni un paso atrás en la política de tolerancia cero contra la pesca ilegal». 8. «Apoyar a escala europea una política de Economía Circular, que, entre otras cosas, ponga en marcha políticas efectivas de gestión de residuos que tienda hacia el residuo cero». 9. «Garantizar el cumplimiento del Plan estratégico para el Patrimonio Natural y completar la red de Parques Nacionales con la inclusión de los ecosistemas no representados». 10. «Derogar la modificación de la Ley de Costas».
A estos cinco se les preguntó también insistentemente si algún partido se había reunido con ellos para debatir estas propuestas y estudiar su inclusión en sus programas. Del Olmo respondió que aún no, que el primer paso era la presentación de su programa a la sociedad a través de la prensa; y a partir de ahí iniciarían rondas negociadoras para calibrar la apertura de las formaciones políticas a estas ideas. Pero, claro, en la mente de todos estaba que las bases del programa del partido verde, Equo, seguirán claramente esquemas similares.
Llega otro punto muy crucial, sobre el que se han definido los cinco grandes partidos de ámbito nacional, y sólo uno, Podemos, claramente en contra: el TTIP. Es el punto 11 del Programa por la Tierra: «Rechazar explícitamente el Tratado Trasatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) y los mecanismos asociados para salvaguardar los derechos de las personas y el planeta frente a los intereses de las multinacionales». Más claro, el agua.
Los cinco reclamaron un nuevo modelo energético: 12. «Una nueva política energética coherente que impulse el ahorro y la eficiencia energética, la producción descentralizada de energía renovable eliminando las subvenciones a los combustibles fósiles y acometiendo el cierre de las centrales nucleares tras 30 años de funcionamiento. Apoyar a la ciudadanía en situación de pobreza energética y eliminar las trabas al autoconsumo de energía renovable». Aclararon que por supuesto el fracking no tiene ninguna cabida; no merece ni el debate. Es un NO rotundo desde el principio. Y Mario Rodríguez apuntó: «Si son capaces de hasta poner un impuesto al sol vía decreto, son capaces de cualquier cosa». 13. «Aprobar una Ley de Cambio Climático que fije como objetivos para 2030 una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 55% como mínimo, una generación con energías renovables al menos del 45% y una reducción del 40% en el consumo de energía respecto a 1990». 14. «Aprobar una Ley de Movilidad Sostenible, que entre otras cosas establezca una fiscalidad con criterios ecológicos de los diversos medios de transporte, que permita una financiación adecuada de los transportes públicos». Añadió el portavoz de Greenpeace: «La ciudadanía está harta de aeropuertos sin aviones y autopistas sin coches».
Vamos con las tres últimas propuestas: 15. «Poner en marcha un plan ambicioso de mejora de la calidad del aire; reducir a cero antes de 2019 el porcentaje de la población que respira aire contaminado según los valores fijados por la legislación europea (frente al 33% en 2014). 16. «Prohibir de manera urgente el Bisfenol A y otros disruptores endocrinos en alimentos y artículos y productos de uso infantil». Hasta hace poco estaba hasta en los biberones. Y 17: «Prohibir el uso y abuso de animales con fines lúdicos o publicitarios a través de una Ley de Protección Animal, que además favorezca la adopción de animales domésticos abandonados tipificando sanciones ejemplarizantes en el caso de abandono, venta ilegal o maltrato de animales».
Algún periodista les preguntó sobre el coste económico de aplicar estas medidas; pero lo cierto es que lo que implican la mayoría de ellas son ahorros, otra manera de trabajar, vivir y gobernar, no basada en el crecimiento insostenible y despilfarrador. Cuidar el planeta es la principal fuente de ahorro para el futuro. Y pusieron un ejemplo: Se calcula que la productividad de la agricultura europea a lo largo de la próxima década por efecto del cambio climático se verá reducida entre un 10% y un 15%; un 25% en el caso de España.
Lo resumió bien Asun Ruiz: «La máxima expresión de la corrupción es el expolio de nuestros recursos. No habrá regeneración democrática si las políticas sociales y ambientales no se colocan en primer lugar. No habrá cambio, si este cambio no tiene luz verde». La portavoz de SEO/BirdLife también envió un mensaje final: «Por supuesto que son bienvenidas las nuevas formaciones políticas, pero hemos comprobado que tienen que hacer un esfuerzo importante por incluir el modelo ambiental en sus iniciativas; porque, si no, no salen las cuentas».
Uno metería ya la papeleta en la urna con estas propuestas. Votaría por Del Olmo, Ruiz, Rodríguez, Segura y González. Desafortunadamente, no hay muchas dudas sobre que la campaña electoral, que se nos echa encima a la vez que la pesadilla machacona de los turrones y Papá Noel para promover el consumo desaforado y tontorrón, tratará otros asuntos: de herencias recibidas, datos manipulados, insultos sobre tal o cual radicalismo, y volverán a salir los temas que tanto nos preocupan, como Venezuela, las banderas o el terrorismo de ETA. Será otra ocasión desaprovechada por construir un mundo mejor, más sano, coherente, sereno e igualitario.
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Comentarios
Por Jesús, el 19 octubre 2015
Hay un punto que nunca sale. Las cinco principales organizaciones del medioambiente no tienen nada que decir de los cielos surcados por «estelas»de los aviones, ¿creen que todas son vapor de agua?.
Otro punto que nunca sale. Que hay de nuevo sobre ¿geoingeniería y la modificación del clima? Tienen alguna respuesta sobre esto.
http://www.jesuscuenca.com/2015/10/poetica-de-una-atmosfera-manipulada.html
Por Alex Mene, el 22 octubre 2015
Una gran idea. Y una estupenda foto con esas nubes por detrás de los edificios. Propuestas así devolverían la confianza en la política.