Aire Libre de febrero: el mes del lobo y las camelias
Por tradición, leyendas o comportamiento del animal, febrero tiene connotaciones lobunas; de hecho, en euskera febrero es otsaila, mes del lobo. La razón asociada a su comportamiento es que comienza la época de celo y se les nota más activos. El lobo, tan necesario de protección y convivencia pacífica con las personas, se convierte en protagonista de un Aire Libre donde, a pesar de estar en pleno invierno, recomendamos la visita a dos floraciones: la de las camelias en Galicia y la de los melocotoneros en Murcia. Y como remate, nos quedan las legumbres. El 10 de febrero se celebra su “día mundial” y os propongo cómo combinarlas con biodiversidad y turismo.
En el Aire Libre del mes de enero, aprovechando la visita al embalse de Las Cañas y a la laguna de Pitillas, ambos en Navarra, esbocé algo sobre la celebración de otro día mundial: el de los humedales (2 de febrero). Prestad atención porque seguro que muchos de los miles de humedales que se reparten por la geografía española organizan rutas, talleres, juegos o puntos de observación para conocerlos mejor, y más este año que el lema se centra en la biodiversidad que atesoran. Por aquí, de momento, seguimos el sonido de un aullido que viene del norte de la península.
El aullido viene del norte
Los lobos aúllan por muchas razones. Dos de ellas son para señalar su territorio y para atraer a las hembras cuando entran en celo, comportamiento y período que alcanzan su cénit entre los meses de febrero y marzo. De ahí que sea un buen momento para observar indicios de su presencia (huellas, principalmente) e incluso dar con ellos entre matorrales, bosques y pastizales de la cordillera cantábrica y en la combinación de robledales y llanura cerealista del norte de Castilla y León. Eso sí, siempre de la mano de personas expertas, que conozcan y valoren el territorio y que cumplan con un comportamiento escrupuloso de acercamiento al carnívoro.
La observación de lobos se ha convertido en una herramienta muy útil que fusiona la conservación de la especie y el desarrollo rural, básicos para lograr la convivencia pacífica entre lobos y la actividad económica en este medio. “Yo prefiero hablar de turismo de conservación más que de ecoturismo, es decir, de hacer conservación a través del turismo de naturaleza y con proyectos dentro del territorio”, afirma Javier Talegón, biólogo con muchos años de estudio y seguimiento del lobo ibérico. Su empresa, Llobu , es una de las que organiza rutas por zonas loberas, aunque hay otras que también merecen la pena destacar: Ecotur-Turismo Ecológico, Lobisome Naturaleza y WildWatching Spain.
La ruta gallega de las camelias
No salimos del norte y de ámbitos rurales, aunque nos escoramos un poco hacia el noroeste, hacia Galicia. Subimos por Ourense, donde, por cierto, también hay lobos, y llegamos al límite entre las provincias de Pontevedra y A Coruña, a la parroquia de Oca (municipio de A Estrada), cercada por el río del mismo nombre. Justo aquí se encuentra uno de los pazos en los que disfrutar ahora en sus jardines de la floración de una planta que no llegó a Galicia hasta finales del siglo XVIII, procedente de China y Japón. Las camelias han encontrado aquí las condiciones idóneas (clima húmedo, temperaturas suaves y suelos fértiles y ácidos) para engalanar numerosos pazos y zonas ajardinadas de la región. El pazo de Oca está declarado bien de interés cultural, y tanto sus jardines (camelias, azaleas, rododendros, boj…) como el entorno (robles, nogales, tilos…) merecen una visita reposada.
Echad un vistazo a la página de Turismo de Galicia donde presentan “la ruta de la camelia”. Está muy bien presentada y estructurada, y aparte de sorprendernos con la cifra de las 8.000 variedades de camelias que hay en esta comunidad autónoma (algunas con un porte arbóreo con copas de más de quince metros de diámetro), proponen visitas que paran no solo en pazos (los hay públicos y privados; el de Oca es de estos últimos), sino también en jardines públicos, como el parque de la Alameda en Santiago de Compostela, el de O Castro en Vigo y el del castillo de Sotomaior, en la provincia de Pontevedra.
Melocotoneros en flor en Murcia
Seguimos con las flores del invierno, en este caso en la otra punta de la península, en Murcia, y en concreto en Cieza. Hace un año destacaba la floración más conocida de los almendros en estas fechas, pero la de los melocotoneros no es menos espectacular, y más si se concentra en un punto determinado para teñir de rosa el paisaje. Un rosa de muy variadas tonalidades si damos con los huertos en los que también crecen ciruelos y nectarinos. Estamos en plena vega alta del río Segura, y seguir este cauce, aguas arriba o aguas abajo, buscando algún altozano o miradores, es una buena opción para contemplar los “mares rosas” de melocotoneros. Recomiendo ampliar el turismo fluvial y hortofrutícola hacia la Noria Grande en Abarán y el azud de Ojós y el Mirador del Alto de la Bayna en Blanca. Hay un centro de interpretación en Cieza donde informan de lugares y rutas. Pronostican que para este año el punto álgido de la floración comienza el 22 de febrero y se prolonga hasta entrado marzo.
Legumbres que protegen humedales
Como he comentado más arriba, entre los “días mundiales” de este mes de febrero destacan el de los humedales (2) y el de las legumbres (10), lo que viene genial para unir ambos. Desde 2009, la fundación Global Nature promueve a través de diferentes proyectos el cultivo y producción de legumbres que ayudan a conservar la biodiversidad dentro de diferentes espacios de la Red Natura 2000, a la par que se apoya a la agricultura de estas zonas. Primero con el proyecto LIFE Humedales de La Mancha (2010-2016) y ahora con el LIFE Estepas de La Mancha se fomenta el cultivo y comercialización de lentejas castellana y pardina y garbanzo pedrosillano.
Desde Global Nature afirman que “las medidas de cultivo y protección de la biodiversidad se desarrollan en el marco de acuerdos de custodia del territorio y las parcelas se ubican en zonas perilagunares”. Tenéis más de 30 humedales manchegos encuadrados dentro de ambos LIFE para visitarlos e incluso adentraros en sus localidades de referencia (Villafranca de los Caballeros, Madridejos, Villacañas, Alcázar de San Juan, Lillo…) tras la pista de estas legumbres, con certificación ecológica y con dos aves esteparias en sus etiquetas: sisón y avutarda. Para terminar, buscad en la web de Global Nature algunas de las actividades que organiza en zonas húmedas de Cuenca y Toledo este fin de semana, con motivo del Día Mundial de los Humedales, además de en Palencia, Valencia y Castellón.
No hay comentarios