Los titiriteros de La Tartana cumplen 40 años
La compañía La Tartana nació con la democracia en España. Cumple ahora 40 años en los escenarios y en la calle. Un referente de nuestra escena teatral. Una propuesta que ha dignificado el trabajo de actores y titiriteros. Sobre lo realizado, lo que queda por hacer y lo que acontecerá en fechas tan señaladas -presentan un sorprendente ‘Don Juan’ la próxima semana- hemos conversado con su director y fundador, Juan Muñoz.
La Tartana, 40 años. ¿Cómo resumirías esta experiencia?
La Tartana surge como un grupo de jóvenes que con Paco Peralta como maestro titiritero inician la búsqueda de ideas, sensaciones, historias… a través del teatro. Siempre de manera autodidacta y basada en la creación.
Surge en un momento muy concreto de la historia de este país, y de su teatro. ¿Qué queda de aquel espíritu inicial?
Surge tras la muerte de Franco, cuando se vivía un momento cultural muy activo en Madrid. Aunque no existían ni infraestructuras, ni técnica, ni había dinero… Pero en ese momento hubo una ola de profesionalización, los grupos empezaron a dedicarse 100% al teatro. Y surge el movimiento de teatro alternativo, que llega hasta hoy.
¿Cuántos espectáculos montados?
Treinta y ocho espectáculos de La Tartana; también hubo otros conjuntos, coproducciones…
¿Cuántas representaciones?
Uf, eso es imposible contarlo. En la primera época, en la calle hicimos muchos, muchos bolos, varios al día. Después, con los de adultos en sala también hicimos nuestras giras. Y en la última etapa, en la que nos hemos dedicado al público infantil, una media de 80 actuaciones al año.
¿Lugares?
Toda Europa, Canadá, México, Cuba, Guinea Ecuatorial… Y hemos estado en cada pueblo de España. A La Tartana le resulta un poco más difícil girar, ya que tenemos mucha escenografía, cargamos en cada espectáculo una furgoneta grande, en contra de lo que piensa mucha gente, que se imagina la típica maletita y el guiñol.
¿Festivales?
Hemos estado programados en grandes festivales europeos, sobre todo en Italia y Alemania.
La investigación/experimentación con marionetas es algo complejo para salirse de los guiones establecidos, ¿cómo es la labor cotidiana en ese sentido?, ¿los retos?, ¿las incertidumbres?
Cada montaje es un nuevo proyecto al que dedicamos un año entero a jornada completa. Más o menos son nueve meses de taller y otros tres de ensayos. Siempre hemos apostado por la complejidad, por lo nuevo, por la investigación. Pese a descubrir cosas que nos han funcionado, nunca nos hemos quedado en eso, siempre hemos querido seguir buscando. Por ejemplo, ahora estamos investigando en el mundo de los autómatas, de los motores…
Mantener una compañía de teatro en el tiempo es complejo, ¿una de títeres lo es más?
Nosotros siempre hemos considerado que somos una compañía de teatro, y dentro de esta categoría, nosotros usamos títeres. Es tan complicado como para cualquier compañía que no sea puramente comercial.
Niños/adultos, ¿qué es preferible?, ¿qué es más complejo?
Es curioso, porque en nuestros comienzos las marionetas eran para todos los públicos. Pero con el paso del tiempo cada vez se han compartimentado más las edades, teatro para bebés, teatro de 3 a 6 años… Ahora lo difícil está en hacer espectáculos de marionetas para adultos y jóvenes, que es lo que nosotros hacemos en el don Juan.
¿Qué papel ha jugado el Teatro Pradillo en vuestra historia?
La historia de La Tartana no tiene sentido sin hablar de los Encuentros y Festivales que organizamos en los 80 o el Teatro Pradillo que abrimos en los 90.
Siempre hemos estado pendientes del pulso cultural de la ciudad y en un momento pensamos que necesitábamos un lugar donde mostrar nuestro teatro en condiciones de calidad.
¿Fue solo un sueño que, como todos los sueños, acabó al despertar?
Fue una realidad y una necesidad de un grupo en pura efervescencia creativa. Más tarde me daría cuenta de que la sociedad no me lo permitiría.
¿Las compañías deberían tener un espacio/lugar propio donde trabajar/investigar/mostrar la labor cotidiana?
Sí. Para generar espectáculos de calidad que puedan competir, se necesitan espacios estables de trabajo.
En Madrid existe una buena red de espacios culturales públicos, ¿están infrautilizados los centros culturales de proximidad?
Sí. Se está haciendo una labor importante de rehabilitación, pero parecen descabezados; se necesita una dirección que marque unos objetivos y, por supuesto, inversión.
¿Las compañías residentes pueden ser una solución o son solo un parche en esos espacios?
Son una solución muy buena, siempre que se enmarque en las compañías profesionales.
¿Es precisa una política coherente de artes escénicas en Madrid?
Absolutamente. Y fijándose más en criterios como la calidad o creatividad que en el resultado, si no se tiende a lo comercial.
¿Cómo vais a celebrar estos 40 años?
Pues creemos que es el momento de hacer un homenaje al teatro e intentar poner en valor el mundo del títere. Para ello estamos metidos en muchos proyectos, un documental, un espectáculo homenaje y muchas actividades…
¿’Don Juan’ está vigente?
Es un clásico de la literatura y seguimos teniéndolo como referente en los institutos, etc… La degradación moral de la que habla Don Juan está vigente en nuestra sociedad, la vemos cada día en la televisión…
¿Vais a sorprender?
Sí, nuestra puesta en escena es absolutamente original, con elementos nuevos y atractivos tratados con delicadeza, dentro de la estética clásica. Hemos respetado el texto clásico, llevándonos a Don Juan al presente, al momento último de su expiación, donde llegan los recuerdos.
La Tartana presenta ‘Don Juan en las Sombras de la Noche’ en los Teatros Luchana de Madrid. Del 28 al 31 de julio.
Comentarios
Por Mentalmente, el 23 julio 2016
Titiriteros NO
STOP titiriteros