Obama, el Papa, DiCaprio… Siete personalidades en defensa del planeta
La defensa del medioambiente hace tiempo que dejó de ser un cometido exclusivo de ecologistas, científicos sensibilizados y entidades sociales. El cambio climático, la deforestación, la contaminación de mares y ríos o la pérdida de la biodiversidad, entre otras amenazas, han llevado a distintas personalidades y famosos de distintos ámbitos a tomar partido y comprometerse por la conservación de la naturaleza. Desde Leonardo DiCaprio, Robert Redford, el grupo Maná y Alejandro Sanz al presidente Obama y el Papa Francisco, esto es lo que han hecho y dicho algunas de estas ‘personalidades verdes’.
Cuando los expertos intentan alertarnos contra el cambio climático, la imagen más recurrente es la del Titanic. Como los viajeros inconscientes y soberbios del barco que chocó contra un iceberg, los habitantes y viajeros del planeta Tierra chocaremos contra un iceberg aún más grande, los efectos del calentamiento global. La diferencia es que esta vez estamos advertidos y podemos frenar y cambiar el rumbo. Algo que no sería tan complicado.
Casualidad o no, el protagonista de la famosa película del mismo nombre, el actor Leonardo DiCaprio, es una de las caras más visibles de Hollywood en la lucha contra el cambio climático. El actor no sólo ha producido, dirigido y puesto voz a documentales de contenido ecologista -La Hora 11 tuvo gran repercusión , y ha apoyado decididamente a la ONG conservacionista WWF en la protección de los tigres salvajes, sino que desde 1998 tiene una fundación, que lleva su nombre, dedicada a la conservación de la naturaleza. La fundación ha destinado hasta el momento más de 30 millones de dólares a la protección del clima, los océanos, los animales y la lucha contra el cambio climático. Una buena labor, sin duda, pero justo a comienzos de septiembre el Departamento de Justicia de EE UU ha comenzado a investigar la procedencia no del todo clara de algunos de los fondos donados.
Eso sí, DiCaprio no desaprovecha ninguna de las oportunidades que le brinda su fama mundial para llamar la atención sobre el uso perverso de los combustibles fósiles, principales causantes del calentamiento global. En el discurso que dio después de recoger el Óscar al mejor actor en la última gala por su papel en El renacido, aseguró: “El cambio climático es real, está ocurriendo ahora mismo. Es la amenaza más urgente a la que se ha de enfrentar nuestra especie. Necesitamos trabajar juntos y dejar de procrastinar«. En reconocimiento a su trayectoria en defensa del medio ambiente, en septiembre de 2014 el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, designó a Leonardo DiCaprio como Mensajero de la Paz de las Naciones Unidas con un enfoque especial sobre el cambio climático.
Cine y naturaleza se funden también en la vida del veterano actor Robert Redford. No sólo muchas de sus películas tienen una clara perspectiva ecológica -como Un lugar llamado Milagro-, sino que ha participado en numerosas campañas, producido documentales, ha dado su nombre a una ONG de protección de la naturaleza en Los Ángeles e incluso ha hablado en la ONU a cuenta del cambio climático. En los cortos La Naturaleza Nos Habla, Redford es el bosque. Antes de la Cumbre del Clima de París, se mostró alarmado en este foro ante la indiferencia mundial respecto al calentamiento global y pidió un mayor esfuerzo y compromiso por parte de los dirigentes. Redford comenzó a preocuparse por los efectos del desarrollo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando comprobó cómo su ciudad, Los Ángeles, perdía su identidad y su conexión con el entorno para convertirse en una macrourbe.
A Redford y DiCaprio habría que sumar desde Hollywood otras caras conocidas, como las de Cate Blanchett (su residencia en una vivienda autosuficiente y se ha enfrentado a los empresarios a cuenta del uso del petróleo), Julia Roberts y Penélope Cruz (ambas han puesto su voz en un documental para promover la cooperación con la naturaleza, no su destrucción), George Clooney o Gwyneth Paltrow (aparte de vegetariana, se ha enfrentado a la multinacional Monsanto por los transgénicos). Y no podemos olvidar la fundación del actor Ian Somerhalder, a quien El Asombrario le dedicó el artículo De vampiro sexy a vampiro verde.
También desde el mundo de la moda han surgido voces verdes. Una de ellas es la de la modelo brasileña Gisele Bündchen, quien ha prestado su imagen para lanzar una campaña en contra de la deforestación del Amazonas. De hecho, tomó conciencia con la degradación del planeta en 2003, después de visitar Xingu, en el Amazonas. “Pasé una semana con una tribu india y todo el mundo se quejaba de enfermedades por las aguas contaminadas. Los pesticidas iban a parar a los ríos porque apenas había árboles para protegerlos. Los peces se morían. El agua estaba contaminando y yo pensé: ¿Quién está causando todo esto?”, aseguró la top model, para quien es de vital importancia y una obligación moral que nuestros hijos hereden un planeta habitable. Una tenacidad que supo ver la ONU al nombrarla embajadora para el medioambiente. “Es un honor haber recibido esta llamada de la ONU para difundir el mensaje sobre el cambio climático en el mundo”, declaró tras conocer la noticia.
En el ámbito latinoamericano, es muy conocida la labor del grupo mexicano Maná, a través de la Fundación Ecológica Selva Negra www.selvanegra.com.mx , creada hace ya 20 años. Se define como «el brazo social» de Maná, y cuidan tanto de la protección de las especies como de las comunidades humanas en México, que pueden aprovecharse de la creación de puestos de trabajo que brinda el desarrollo sostenible. Reforestación, educación ambiental y cuidado de las tortugas marinas han sido algunas de sus principales líneas de actuación.
El Papa Francisco ha mostrado una sensible conexión con la Tierra; así, se ha referido en numerosas ocasiones a la amenaza del cambio climático y a la obligación moral que tenemos de defender la casa en la que vivimos, la Tierra. La última vez, en la reciente Jornada de Oración por la Creación. El Papa pidió a los gobiernos que respetasen el Acuerdo contra el Cambio Climático celebrado en París. Y no eludió tampoco pedir responsabilidad a los ciudadanos hasta el punto de asegurar que atentar contra el medioambiente es un pecado: «En la medida en que todos generamos pequeños daños ecológicos, estamos llamados a reconocer nuestra contribución –pequeña o grande– a la desfiguración y destrucción de la creación».
En el mundo de la política, hay que subrayar el trabajo de Barack Obama. Seguramente, desde el soviético Mijail Gorbachov, que tras dejar el primer plano de la política, fundó la Cruz Verde Internacional, y el vicepresidente de Clinton, Al Gore (que se hizo famosísimo con el documental Una verdad incómoda, galardonado con dos Oscar), ningún alto cargo de ese nivel había hablado tanto de las amenazas insostenibles al planeta. Como DiCaprio, ha aprovechado muchas oportunidades de su proyección mundial para referirse a las alertas ecológicas, especialmente al cambio climático. Por recordar una de sus últimas intervenciones verdes, aquí sus palabras en la inauguración a comienzos de este mes de septiembre del Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, celebrado en Hawai. Obama advirtió de que ningún país es inmune al cambio climático e insistió en la importancia de cumplir con los compromisos suscritos en el Acuerdo de París. Explicó que en Alaska los glaciares se están derritiendo a un ritmo “sin precedentes” y que el mar se está “tragando” a las aldeas. “
En España, uno de los personajes públicos más visibles a favor del medioambiente es desde hace años el cantante Alejandro Sanz, quien colabora activamente con la ONG Greenpeace en su campaña Salvar el Ártico. Esta zona, helada desde hace más de 800.000 años, es una de las más vulnerables del planeta al cambio climático, y en los últimos 30 años ha perdido tres cuartas partes de la capa de hielo flotante del polo norte de la Tierra. La causa hay que buscarla, sobre todo, en la contaminación y el uso de los combustibles fósiles. El hielo, explica la ONG, refleja gran cantidad de calor solar hacia el espacio y mantiene así fresco al planeta y estabiliza los sistemas meteorológicos, de los que dependemos para cultivar nuestros alimentos. Los efectos serán devastadores para los habitantes del Ártico. Sanz pasó una semana conviviendo con ellos para denunciar el deterioro ambiental de este enclave ecológico. “Por las causas hay que mojarse”, declaró a un diario nacional. Aparte de estos grandes gestos, Sanz lleva la ecología a su propia vida cotidiana. “En casa todo se recicla, el agua también. En nuestra casa de Madrid tenemos paneles solares para el agua y la luz. En la finca de Extremadura todo lo que cultivamos es ecológico y no usamos fertilizantes que no sean orgánicos”.
Como afirma el filósofo y poeta Jorge Riechmann, «vivimos en el siglo de la gran prueba; no tenemos ni un minuto que perder».
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