‘Que Dios nos perdone’ prepara el camino a Roberto Álamo para los Goya
La nueva película de Rodrigo Sorogoyen, Que Dios nos perdone, ha caído como un terremoto en el Festival de Cine de San Sebastián. Tanto que creemos que será una de las películas con mayor número de nominaciones a los premios Goya de este año y que al menos uno de sus actores se llevará a casa la estatuilla. Sorogoyen y Alberto Rodríguez con El hombre de las mil caras entran así en una particular competición española en esta 64 edición del festival donostiarra. Os comentamos esta y otras películas.
Que Dios nos perdone. Rodrigo Sorogoyen. España. Sección Oficial
Roberto Álamo en el papel del inspector Alfaro se postula como favorito en los próximos Premios Goya a la Mejor Interpretación Masculina Protagonista con esta nueva película de Rodrigo Sorogoyen, la tercera tras 8 citas (2008) y Stockholm (2014). A Que Dios nos perdone le vislumbro buena parte de las principales nominaciones de los premios del cine español en 2017, incluida la mejor película. El filme es un thriller y a quien esté harto de que el 90% del cine español coproducido por las televisiones privadas sea thriller o comedia, recordarle que lo son por su mayor potencial de atraer espectadores. En el caso del cine español (actualmente con un 14% de cuota de taquilla y con previsiones de llegar al 20% a final de año) es fundamental consolidar público, verdadero sustento para los que aspiran a trabajar en el cine y tener capacidad, además, de pagar sus facturas.
Que Dios nos perdone es un thriller poderoso de estructura clásica filmado entre Madrid, Canarias (interiores) y Cantabria (la secuencia final). Dos policías deben encontrar a un mata-viejas que opera en la zona centro de Madrid. Las asesina y las viola con un pene «descomunal, que te lo digo yo», asegura la forense (Raquel Pérez) en uno de los muchos guiños de humor con los que la película rebaja la tensión. A Roberto Álamo le acompaña en la investigación el inspector Velarde, interpretado por Antonio de la Torre en uno de sus mejores trabajos recientes. Si Álamo representa al policía alfa con problemas por violento y cornudo, De la Torre es un introvertido con problemas patológicos para relacionarse con las mujeres. «A un tartamudo siempre lo acaban dejando las novias», viene a confesar en un momento dado. La pareja de estos Starsky y Hutch patrios supera a la formada por Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez en La Isla Mínima (Alberto Rodríguez, 2014). La bien lograda atmósfera de la zona centro de Madrid y dependencias policiales, sórdida y decadente como una visita del Papa Ratzinger que también muestra la película, y los policías que acompañan a los protagonistas (Luis Zahera y Raúl Prieto) logran un cuadro de verosimilitud difícilmente mejorable.
Es cierto que en el desenlace la película cede, pero es respecto a dos tercios de película que son formidables. Y Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña (guionistas) se guardan un epílogo que vuelve a elevar el filme. El actor Javier Pereira cobra en este tramo final protagonismo. Su delgadez acentuada y su mandíbula sobresaliente refuerzan su rol de uno de los psicópatas más terroríficos del cine español reciente.
(L. R.)
Lady Macbeth. William Oldroyd. Reino Unido. Sección Oficial
Nikolái Leskov fue admirado por Tolstói y Gorki, no solo por su capacidad narrativa sino también por un prodigioso y profundo conocimiento de la lengua rusa. En 1865 publicó una novela corta titulada Lady Macbeth de Mtsensk, inspirada por supuesto por el personaje de Shakespeare. Este cuento sirvió, más tarde, como inspiración para la ópera de mismo título que compuso Dmitri Shostakóvich y que se estrenó en 1934. Y también es esta última en la que se basa este primer largometraje de William Oldroyd.
Conviene advertirlo, pues en pleno año Shakespeare/Cervantes o viceversa lo más fácil sería pensar que esta Lady Macbeth es una versión más de la obra del genial dramaturgo inglés. Pero no. Y la diferencia no es baladí, pues aquella sacaba lo peor de su alma movida por la ambición, mientras que esta, la rusa, mata -presuntamente- por amor. Y la pasión parece ser mayor atenuante para un crimen, por brutal que este sea, que la sed de poder. ¿No les parece?
Leskov también introdujo el elemento de la opresión patriarcal en su novela corta y es bajo ese paraguas sobre el que se sustenta el principio de las atrocidades de una mujer que fue comprada como capricho por un señor adinerado, acomplejado y con una familia feroz.
La Lady Macbeth del debutante Oldroyd posee muchas virtudes. Es una película de bajo presupuesto y dirigida por un hombre que viene del teatro. Lo primero, no se nota, pues la factura de la cinta es impecable. Lo segundo, sí, pero para bien. La dirección de actores es estupenda y el ritmo de la película perfectamente medido para alcanzar sus propósitos. Ari Wegner, que se encarga de la fotografía, nos regala, además, unos bellísimos –al tiempo que tensos y fríos- planos fijos.
Y qué demonios, muchos sentimos debilidad por las villanas de manual y más si su siembra de muerte y destrucción tiene como fin último el amor. Aunque el compromiso a ese amor sea, al fin y a la postre, frágil como el cuello de un gatito. Como palabras que se lleva el viento que sopla en un paisaje inhóspito parecido a la nada.
(M. C.)
María (y los demás). Nely Reguera. España. Sección Nuev@s director@s
La primera película que he aplaudido en el 64 festival es esta ópera prima española rodada en Galicia, dramedia sencilla sobre María, una joven treintañera, escritora vocacional, que se ocupa de los demás sin recibir la misma respuesta. La ingratitud es un sentimiento que conocen los generosos como nadie. Nunca desesperando recibir lo mismo de vuelta. La vida de María salvando a su padre de la muerte, a la familia de las disputas y a su pareja de su propio pasado es una carrera con final feliz solo si se produce el cambio. María es una mujer que lleva escribiendo su primera novela desde el bachillerato, está en un final de etapa, ese momento de cambio es lo que muestra la película.
María (y los demás) -que participará en el próximo festival surcoreano de Busan- la soporta una espléndida Barbara Lennie, trabajo que, porque no sorprenda, tampoco hay que dejar de destacar. Desde el primer plano en que la actriz madrileña aparece fumando a escondidas en el jardín de la casa, le aporta toda la verdad que requiere el carácter independiente, generoso, amoroso y tímido de María. Junto a ella, un reparto de actores con caras menos conocidas a excepción de José Ángel Egido, que interpreta al padre, y Julián Villagrán, el novio. Pablo Derqui, Vito Sanz, María Vázquez, Miguel de Lira, Aixa Villagrán y Rocío León. Todos sin mácula en sus papeles. La primera película de Nely Reguera, egresada de la Escac, es inteligente, fresca y divertida. Y aporta una bocanada de sensibilidad femenina, un mérito añadido, pues el cine español lo sigue necesitando tanto como María impulsarse en una nueva fase de su vida.
(L. R.)
Comentarios
Por Quim, el 20 septiembre 2016
Y el asesino es…Javier Pereira!!!. Que Dios te perdone por el pedazo de spoiler
Por Guille, el 22 septiembre 2016
Pues me alegraría mucho que Roberto Álamo se llevase un goya por esta peli, además el guión de Que Dios nos perdone promete mucho, que curiosidad!
Por Javi, el 22 septiembre 2016
Le tengo muchas ganas a Que Dios nos perdone y después de lo que nos cuentas más todavía
Por raquel, el 09 octubre 2016
A mi que esta peli haya sido premiada antes del estreno me da bastante confianza
Por pedro, el 09 octubre 2016
Me encantan este tipo de thriller made in spain!
Por jaime, el 09 octubre 2016
Tengo ganas de ver esta peli