‘Pésame Street’, la webserie animalista del creador de ‘Cálico Electrónico’
Nos metemos en la cabeza de uno de los reyes de las webseries de animación en España, Niko Gómez, para descubrir más sobre su nueva aventura: ‘Pésame Street’. El padre de ‘Cálico Electrónico‘ -el personaje más macarra de Internet- desvela su lado más comprometido con un nuevo proyecto. Una serie con protagonistas animales para hacernos ver la crueldad con la que las personas les tratamos. La información llega de la mano del humor como arma de doble filo.
Si te gusta la animación flash o eres consumidor de YouTube, seguro que conoces a Cálico Electrónico. Con cinco temporadas y más de 200 millones de visualizaciones, se convirtió en el antihéroe más seguido y conocido en España. Este personaje rechoncho que es una especie de Batman que trabaja como limpiador de oficinas y que se convierte en un antihéroe al cambiarse en su archivador, no es más que la punta de lanza de la creatividad de Niko Gómez. Con su estudio Nikotxan -sufijo el de txan que proviene del japonés e inspira cariño y familiaridad en el equipo de trabajo-, lleva 15 años gestando numerosas series como SuperÉpico o Mad Dinner para Átomo Network, Los García de Cáceres o Sabías lo qué, además de otras piezas audiovisuales para empresas, ONG e incluso largos de animación.
Con Internet como hábitat y la cita de Billy Wilder como premisa -“Si vas a decirle a la gente la verdad, hazlo con humor o te matarán”-, Pésame Street se lanza para mostrar realidades tan polémicas y conocidas como las corridas de toros, pero también otras menos tratadas como el consumo de carne en «fiestas de paz» o qué les ocurre a los pollitos macho en la industria del huevo. Con apenas unos pocos vídeos en el canal recién estrenado, esta serie ya está haciendo méritos para convertirse en un referente del mundo animalista, además de ser ya la primera webserie de animación vegan friendly de nuestro país.
¿Cómo te lanzas a dejar de lado el humor por el humor para crear esta ‘webtoons’?
Básicamente tenía una necesidad personal de hacer algo así. Quería que el mensaje de qué hacemos con los animales llegara a la gente y, según qué vía usemos, podemos hacerlo o encontrarnos con un muro. Yo apuesto por el humor como una buena manera de que la gente se abra para después poder darle información. De hecho, con el primer capítulo de Pésame Street, El Toro Torito, fue lo que pasó. La gente se ríe al principio, coge confianza y después le va cambiando la cara al ver lo que les pasa a los toros en una corrida. Lo he visto en algún festival y es para hacer un time lapse de sus caras.
No siempre parece que el humor sea bienvenido cuando hablamos de injusticias sociales…
Claro. En un primer momento me surgía la necesidad de gritarle a la gente: ¡¿Cómo no puedes ver lo que les hacemos a los animales?! Pero eso puede generar rechazo y que la gente no vea. Por eso he tardado como un año en darle forma a la idea, para poder ver con claridad cómo podría aumentar el efecto. Así que aposté por poner a un pollito cantando el Soy Polluelo en lugar del Soy minero de Antonio Molina, y contar lo que de verdad hacen en las granjas.
¿Cómo hubieran sido esas piezas de no haberlas sometido antes a ese proceso de reflexión?
Mucho más duras y crueles. No hubiera pensado tanto en el objetivo, y sí más en mis sentimientos. Hice un curso de activismo político que me sirvió para canalizar mi rabia y mi impotencia y centrarme en el objetivo: llegar a la gente. Tenía claro que nadie quiere ver dibujos tristes en YouTube así que decidí usar el humor para llegar a la gente y conseguir que se abrieran. Lo contrario de reír no es llorar. Es no sentir.
Son piezas por y para Internet. ¿Nada sería igual sin la red?
Yo soy vegano gracias a Internet, ahí descubrí Earthlings, a Gary Yourofsky y demás. Seguramente todos esos datos y planteamientos jamás me habrían llegado de otra forma y seguiría viviendo tan feliz en mi ignorancia. La diferencia con otros vídeos que pueden llegar por las redes sociales es que con Pésame Street la gente no está prevenida. Son dibujitos, hacen gracia y cuando menos te lo esperas… llega el hachazo de realidad.
¿Primeras impresiones de los espectadores del canal?
Pues mejor de lo que esperaba. Hasta me ha llegado mi primer hater con el último vídeo que me decía que ‘no me iba a comer nada’. Aunque no tengo claro si hablaba de mí, del veganismo o de la animación en Internet. (Risas). Bromas aparte, la respuesta está siendo muy, muy buena sin que sean necesariamente mis fans de toda la vida. También los hay y me comentan que les ha pillado de sorpresa, aunque tampoco me dicen que lo deje y que vuelva a lo de siempre. Bueno, alguno sí que me lo pide, je je je.
¿Por qué crees que ‘El Toro Torito’ es el vídeo más visto hasta ahora?
Creo que es un tema que nos toca muy de cerca aquí y por eso creo que hubo un par de youtubers famosos a los que les llamó la atención. Hicieron video reaction – grabarse mientras se ve el vídeo original- que atrajo muchas visitas a El Toro Torito, y eso hizo que más gente se interesara por estos temas. Volveré a hacer más piezas sobre tauromaquia porque es un tema que me toca la fibra, aunque quizá más macarras, más estilo Cálico Electrónico, quién sabe…
Comentabas antes que ya tienes un ‘hatee’ y seguro que los taurinos han hecho acto de presencia en los comentarios, pero ¿tienes muy en cuenta el ‘feedback’ para hacer un nuevo episodio?
Lo tengo en cuenta, aunque sin pasarme. Me interesa mucho ver cómo reacciona la gente, porque no deja de ser una herramienta para difundir información. Lo que le falta a mucha gente es eso, porque aún sigue con ideas equivocadas sobre las proteínas animales o el sufrimiento animal. Si se lo pones de forma seria, igual no lo leen, pero con humor, tú metes la semillita y luego ya florecerá.
Haces ’Pésame Street’ como una forma de activismo por los derechos animales…
Desde luego rico no me voy a hacer con este canal. (Risas). Ya lo explico en el último vídeo que he subido, que es un proyecto personal, hecho con un par de amigos y que tengo clara la idea de Billy Wilder de que con humor toda verdad entra mejor.
Lo cuentas de una forma muy diferente a lo que estamos acostumbrados, menos explícito o ‘gore’. Un ejemplo es ‘Dulce Navidad’.
Lo tengo claro. En mis vídeos aparece sangre, pero lo hace de una manera muy pensada. En El Toro Torito todo está en blanco y negro, excepto cuando le clavan las banderillas. En Soy Polluelo, solo al final aparece el color rojo intenso como golpe de efecto. Y en Dulce Navidad me pareció muy adecuado meter imágenes cotidianas y después enmarcar al cerdo tierno que nos canta en un escenario muy propio de la serie Dexter. Un homenaje un poco friki que creo que encaja con la imagen de los mataderos que podemos tener: un suelo completamente lleno de sangre.
Como la lucha animalista, ¿este proyecto es una carrera de fondo?
Quiero que Pésame Street sea una serie a largo plazo. YouTube tiene sus maneras de funcionar y, si lo actualizase cada semana, tendría más visitas. Pero quiero que los temas que toque sean atemporales, que no caduquen. Al menos hasta que deje de existir la tauromaquia, por ejemplo. En Cálico Electrónico pasó algo parecido. El quinto capítulo fue el que hizo saltar la campana en visitas y quien llegó por ese capítulo pudo ver el resto de la serie. De todas formas, El Toro Torito, para ser el primero, ya lleva más de 57.000 visitas, que no está nada mal.
Comentas que Pésame Street es la primera webserie de animacion ‘vegan friendly’ de España.
Sí, así es. Aquí la mayoría de los canales que hablan del veganismo se centran en la cocina. Sí que hay series así en EE UU y UK, sí, allí hay de todo. Recuerdo una serie de cocina allí que era espectacular. Se curraban una especie de película de zombies donde el protagonista se colaba en la cocina de una casa para comer algo, cogía todo lo que había y se acababa haciendo una hamburguesa vegana. Un trabajo grandísimo y muy original para hablar de una manera diferente sobre cocina vegana. Por mi parte, también creo que al ser el primero me ha resultado más fácil destacar.
Iniciativas como Capital Animal el año pasado en Madrid y este año en Valencia tratan de reivindicar el arte, la poesía y la música como canales con los que concienciar. ¿Podemos decir lo mismo de la animación o de los cómics?
Sí, desde luego. Ojalá Pésame Street funcione muy bien y dentro de un año pueda hacer un cómic. Hay un montón de artistas dispuestos a ayudarme con ello. Desdramatizar el tema, por muy difícil que parezca hablando de lo que hablamos, puede ayudar. Un ejemplo: mi sobrino de nueve años se quedó tan impresionado por el vídeo del pollito que decidió comer vegetariano durante una semana. Espero que haya logrado eso con más gente.
Ha quedado claro tu objetivo en ‘Pésame Street’, pero… ¿esto significa que renuncias al humor por el humor?
No, para nada. Hasta el día de hoy, Cálico Electrónico era humor por humor, con el único objetivo de hacer reír. Recuerdo un capítulo en el que convertía a Aznar en un hombre-lobo (o Lobombre) y un colega me advirtió de que no me metiera en política. Le dije que lo importante para mí era que me hacía gracia el chiste, ya fuese usando un chiste político, picantón o surrealista.
Por último, la pregunta del millón: ¿Volverá ‘Cálico’?
En el último capítulo de la serie, por un lado Cálico se despide de la gente, pero por otro lado DonRamon y Perchita dicen ‘volver, volveremos’. Así que nunca se sabe…
COMPROMETIDA CON EL MEDIO AMBIENTE, HACE SOSTENIBLE ‘EL ASOMBRARIO’.
Comentarios
Por Jose, el 30 marzo 2018
Gracias Laura por fomentar esta lucha en defensa de los animales y de fomentar la verdad biológica del ser humano, llevo 30 años en ello, soy naturista higienista. Aquí estoy para lo que necesites, un abrazo