Una vuelta al mundo buscando asombrosas arquitecturas que surgen de la basura
Hoy viajamos a EE UU, Uruguay, México, Costa Rica, India y Japón a la búsqueda de las más interesantes experiencias arquitectónicas que levantan ‘naves tierra’, centros comunitarios, bares, casas de hojas de maíz y parques de recreo a partir de lo que otros desecharon. Es la maravillosa reencarnación del residuo.
POR DIEGO HERNÁN
Mike Reynolds, el norteamericano pionero de la arquitectura sostenible de residuos
Si hablamos de arquitectos que se toman en serio la sostenibilidad extrema, Mike Reynolds es toda una leyenda. Este arquitecto norteamericano fue uno de los pioneros de la bioconstrucción, una radical visión arquitectónica basada en la reutilización de materiales reciclados, autosuficiencia energética y equilibrio con el medioambiente. Un perfil en las antípodas de los starchitects. Lleva más de cuatro décadas exportando su particular visión de la habitabilidad a través del concepto de “naves tierra”, casas pasivas construidas bajo los principios de la arquitectura bioclimática. Uno de los últimos proyectos que ha desarrollado en Uruguay, Una Escuela Sustentable -la primera escuela pública 100% sostenible de Latinoamérica- ha sido posible gracias a la implicación de la comunidad local, con el trabajo de más de 200 voluntarios y valiéndose de materiales reciclados. Una buena forma de acercarse a la figura de Reynolds es el documental “El guerrero de la basura«. Pese a toda esa aura new age y algunas voces críticas -como se puede ver en la película-, su trabajo ha sido ampliamente reconocido y ha inspirado a escuelas de arquitectos de todo el mundo.
El bar más ecológico del mundo está en Japón y hecho de basura
Ya os contamos aquí la historia de Kamikatsu, el aislado pueblo japonés que se había propuesto no generar basura mediante un concienzudo programa de reciclaje. Tras la gran aceptación y los buenos resultados del proyecto, se empeñaron en dar un paso más: crear un espacio público empleando únicamente los materiales reciclados y recuperados en el proceso. El resultado es Kamikatz Public House , una microcervecería artesana levantada 100% con materiales reutilizados, lo que le ha valido el sombrenombre de “bar más ecológico del mundo” (además de algunos galardones como el premio Wan Award Sustainable Buildings 2016). Botellas, maderas, papel, puertas o ventanas rescatados a través de este plan integral han servido ahora para dar una segunda vida a muchos residuos que en la mayor parte del mundo nunca están asociados a la arquitectura. Su diseño, siguiendo todos los principios de sostenibilidad que ya son seña de identidad del pueblo, podría hacer las delicias de cualquier hipster, a la vez que mantiene la temperatura, evita el derroche de energía y recolecta de nuevo todos los desechos generados. Su pub, restaurante o tienda son ahora lugares de encuentro para los mismos ciudadanos que han participado en su nacimiento.
Reciclaje para empoderar a una comunidad en Costa Rica
Empoderar a las mujeres a través del reciclaje. Ese es el leitmotiv del proyecto RCCC, un centro de reciclaje y centro comunitario ubicado en Isla Chira (Costa Rica). La iniciativa ya ha finalizado una primera fase de financiación a través de una campaña de crowdfunding, . Ha sido desarrollada por la fundación A-01 junto a estudiantes de la Universidad Latina y la Universidad Nacional, y ADATA, la Asociación de Damas Trabajando para el Ambiente. Esta última asociación de mujeres será la encargada de gestionar el centro, de cuya actividad calculan que se podrían beneficiar 4.000 habitantes y alrededor de 10.000 turistas. Además de servir como centro de recogida de residuos, las mujeres que trabajan allí estarán capacitadas para procesar vidrio, papel, plástico y el resto de materiales reciclables, para posteriormente venderlos a empresas en el continente. El proceso incluye un plan formativo con la población local y en las escuelas. Las mujeres seguirán desempeñando allí el programa Reciclarte, con el que crean joyería y otros objetos a partir de materiales reciclados.
Taller de Arquitectura Contextual o diálogo poético con el entorno mexicano
El Taller de Arquitectura Contextual es un estudio cuyas obras se basan en la sostenibilidad, el reciclaje de materiales y la mimetización con el entorno. Este despacho mexicano es el responsable de varios edificios únicos, construidos a través de un “diálogo con la cultura local y el entorno”. Han elaborado diferentes proyectos donde los residuos, las tradiciones locales y el entorno fueron la materia prima. “Trabajamos con lo que no sirve, con lo que se tira, con lo que está mal, con lo inmoral”, dice su responsable, Alejandro D’Acosta , que afirma que con su trabajo no busca modificar los objetos rescatados que emplea, sino reinterpretar su mensaje a través de los diferentes contextos. De ahí el nombre de su firma. «Los materiales tienen que integrarse con el paisaje. Hay que ser contemporáneo, pero a la vez lugareño», dice. D’Acosta ha impulsado la creación de varias fundaciones, como La Carretilla, que se encarga de donar construcciones creadas con su particular visión de una arquitectura ecológica que surge de la tierra a poblaciones de alta marginación por todo México. Adobe, hojas de maíz, neumáticos, estructuras en desuso… cualquier material capaz de crear un nuevo vínculo con el territorio del que provenía y fue desahuciado.
El ‘Disneyworld indio’ de la basura
A finales de los años cincuenta, la ciudad india de Chandigarh vivió dos revoluciones urbanísticas: la primera, la expansión de una megaurbe proyectada por el Gobierno bajo los preceptos arquitectónicos de Le Corbusier, en uno de los grandes experimentos arquitectónicos del siglo pasado; la segunda, la que llevaba a cabo, de forma silenciosa y concienzuda, Nek Chand, un inspector de caminos que por el día recogía residuos de las calles y por la noche hacía realidad su sueño: transformar esa basura en un monumental paisaje artístico con vida propia, que hoy es uno de los monumentos más queridos (y visitados) de toda la India. Rock Garden es el nombre de este descomunal universo de más de 10 hectáreas (100.000 m2) formado por cascadas, senderos, anfiteatros y más de 2.000 obras de arte, que se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad además de ser reconocido como conjunto patrimonial. Cuando 15 años más tarde de comenzar su hercúlea tarea las autoridades descubrieron lo que Chand había construido en secreto y por iniciativa propia en terrenos públicos, lejos de enfadarse, le asignaron un salario, un equipo de constructores y dieron rienda suelta a su imaginación. Este conjunto paisajístico colosal es también una oda a la arquitectura de reciclaje, y una prueba de que los objetos también pueden integrarse en el Saṃsāra y alcanzar la reencarnación.
Comentarios
Por Carmen Castellanos Agulló, el 28 febrero 2017
Mantengo una pequeña empresa espaciosconvida, donde el reciclaje y elementos alternativos son prioritarios, mi trabajo va enfocado a la salud de los espacios. (www.espaciosconvida.com) Estoy especializada en instalaciones eléctricas biocompatibles. Tengo 60 años y quiero dar otro rumbo a mi vida. Hay posibilidad de colaboración? Costa Rica está dentro de mis posibles destinos próximos para vivir. Gracias