Antonio Carmona: “España tiene una imagen muy mala en EE UU”
Antonio Carmona regresa tras seis años con nuevo disco titulado ‘Obras son amores’. Un trabajo más luminoso y flamenco, dedicado a su padre fallecido el año pasado. En él cuenta con colaboraciones de artistas como Alejandro Sanz y Juanes. Antonio Carmona presentará este trabajo el próximo día 26 de junio en Madrid.
Lo último que supimos de él, discográficamente hablando, se llamó De noche. Aquel disco tenía una portada en blanco y negro, un pulido y perfecto sonido conseguido en un estudio de Los Ángeles (Estados Unidos), la producción de Gustavo Santaolalla y colaboraciones como Nelly Furtado y Concha Buika. Han pasado seis años y Antonio Carmona, el que fuera frontman de los míticos Ketama, regresa mucho más “marchenero”, como él mismo dice, con un nuevo trabajo titulado Obras son amores. Un disco con una portada en color, con fotografías de Javier Salas y ropas de Moschino y colaboraciones de Alejandro Sanz, Juanes, Fernado Osorio y Juan Carmona Jr, entre otros; un disco más “luminoso y optimista”, pese a las circunstancias en las que fue realizado.
Antonio Carmona le dedica este nuevo trabajo a su padre, el legendario guitarrista flamenco Juan Habichuela, que murió el año pasado tras una larga y dolorosa enfermedad. “Este disco se ha realizado y compuesto viajando mucho. Me fui a vivir a América, a Miami, y cuando mi padre enfermó iba y venía muy a menudo, hasta que su enfermedad se agravó mucho y decidí volverme“, explica Carmona. “Tuvo Alzheimer. Le dio desde muy joven. Sufrió la enfermedad durante más de diez años. Llegó un momento en el que pensé que debía quedarme a su lado. Los tres últimos años de su vida estuve junto a él sin separarme. Disfrutándole mucho”.
¿Qué ha pasado con Antonio Carmona durante estos seis años que separan ‘De noche’ de ‘Obras son amores’?
He estado viviendo en Miami. Mi hija decidió ir a estudiar allí y yo me fui siguiéndola. Pero no he dejado de hacer cosas. He compuesto música para obras de teatro, para otros artistas, he hecho todos los duetos que te puedas imaginar… Pero es cierto que un disco requería mucha más energía y estar muy encima, y no era el momento.
Cuando decides irte a Estados Unidos, ¿lo haces pensando en hacer carrera como otros artistas allí, como Alejandro Sanz o Enrique Iglesias?
La puerta de América para mí siempre ha sido importantísima. Aquí en Europa estamos un poco aislados. El habla hispana en Europa está aislada y, sin embargo, allí en cuanto sacas un tema sale también en Colombia, México, Puerto Rico, Argentina… En mil sitios. Y además, tengo mucho respeto por los artistas que hay allí. He compuesto mucho con ellos. Los músicos se llaman más en América. Es todo más familiar.
Pero ¿te vas a ‘hacer las américas’ profesionalmente hablando?
No. Mira, el motivo principal es que me apetecía tener unos años a solas con mis hijas y con mi mujer. Me apetecía estar solito con ellas y edificarnos como familia. Ya lo hacíamos en España, por supuesto, pero yo necesitaba un tiempo a solas con ellas. Y creo que lo conseguí. Aquí, tanto ella como yo tenemos muchos amigos y mucha gente y necesitábamos un poco de soledad.
Te fuiste en el pico más alto de lo peor de la crisis. Y te fuiste a Estados Unidos. ¿Cómo veías desde allí lo que estaba pasando en España?
Ya te digo que me fui por mi familia. Necesitaba ordenar la cosa familiar. No tanto escapando de España. Pero sí, España todavía sigue teniendo una imagen muy mala en Estados Unidos.
Mala imagen, ¿en qué sentido?
Pues allí nos ven como un país de bandoleros. Pero me refiero en el que mandan los bandoleros. Bandoleros que se lo llevan por todos los lados mientras crece el número de personas desfavorecidas. En Estados Unidos impresiona el tema de los desahucios, de la desigualdad tan enorme que hay en España. Los sueldos astronómicos de unas élites con pensiones de miles de euros para toda la vida, mientras los funcionarios como bomberos, maestros y médicos no ven más que recortes… Pero eso es solo un ejemplo. Es mucho más complejo y largo.
Es muy llamativo, sí, la cantidad de dinero que han robado. Cada día sale algo más. Y la percepción es que la corrupción sigue pasando poca factura.
Mira, yo colaboro con ONGs que trabajan con presos en las cárceles. Cuando ves algunos casos de chavales que han tenido problemas y les han metido condenas fuertes por delitos que tienen que ver mucho con la mala suerte y con ser desfavorecidos… Y luego tienes a todos estos de guante blanco que han robado millones de euros a todos los españoles y en verano siguen tomando el sol en yates de lujo. Ahí es cuando comprendes que algo está mal con la justicia en España. La justicia debería ser más de verdad.
¿Por qué crees que el Gobierno ha mantenido el IVA cultural al 21% durante todo este tiempo?
Eso sí que me parece otro atraco. Lo que han hecho con los artistas es un atraco. Mira, en este caso sí te digo que el asunto del IVA algo tuvo de culpa en que yo saliera huyendo. Porque si echo mis números, mientras yo hago tres bolos, uno enterito es para Hacienda y, encima, para que se lo lleven… No me salen los números.
¿Te pidieron las mujeres de tu casa que te fueras con ellas?
Mi hija mayor decidió irse a Estados Unidos y yo me fui detrás de ella.
Y musicalmente, ¿qué te encontraste allí?
Pues a muchos pesos pesados de la música latina como Juanes, Alejandro Sanz, Fernando Osorio, Alex Cubas que quisieron colaborar conmigo. Nunca había estado tiempo con ellos, y con este disco me ha dado tiempo a tener una relación muy simbiótica con ellos en la que yo he aprendido mucho y, además, he podido enseñarles un poquito de lo que yo sé y de donde vengo, que es el flamenco.
El disco se ha fraguado en gran parte allí, pero lo has grabado en España. ¿Por qué?
Mis dos discos anteriores se grabaron en Los Ángeles con un sonido super yanqui y me apetecía que este fuera más flamenquito. Y ¿sabes cómo lo he conseguido? Pues con las guitarras. He vuelto a tener a mi hermano Juan y a Josemi -mi primo- y al Paquete de La Barbería del Sur, a mi primo Carlitos. Esas guitarras que normalmente las solía hacer yo, pues esta vez las han hecho otros que tocan mucho mejor. Yo soy un poco productor, percusionista, guitarrista, compositor, cantante… Soy un poco de todo. Y me gusta moverme en todos los ámbitos. Pero esto sí lo he hecho con el sabor que necesitaba. Además, pillé el estudio a 10 minutos de la casa de mi padre para poder estar con él. Grabé con Carlos Martos, que es el que le ha hecho los discos a Rosana, Rosario y Antonio Vega. Y la verdad es que la gente me da la enhorabuena por el sonido que tiene.
Se ve que no eres de delegar mucho…
No, la verdad. Soy un fatigas. Yo soy músico. No soy solo cantante. Desde los 14 años hasta los 20 no salí de mi casa. Esos años estuve estudiando música. Éramos yo y mi guitarra y cientos de discos. Baden Powell, Miles Davis, Charlie Parker, artistas de canción francesa, rap… Estudié mucha música y eso se nota.
La producción de este disco es tuya, pero has contado mucho con Daniel García Díez. ¿Qué te hizo confiar en él y cómo le conociste?
Toca flamenco que no se puede aguantar. Lo conocí en los Teatros del Canal. Me llamaron porque se hacía un homenaje a Guillermo Cabrera Infante y ya ahí me sorprendió. Maneja lo latino con mucho arte. Me pareció que era un músico que podía enriquecer mucho lo mío. Me envió arreglazos de temas que le pedí. Era difícil para mí encontrar un buen colaborador viniendo de Gustavo Santaolalla que había hecho Brokeback Mountain y Babel de Iñárritu. Un tío oscarizado, imagínate. Pero Daniel fue un gran fichaje.
Si tuvieras que elegir un solo tema del disco, ¿con cuál te quedarías?
Con Mencanta. Esa canción es mi padre. Somos dos generaciones cantándole a mi padre. La interpreto con mi sobrino Juan. Y somos clavados. Es tremendo. Parece mi hijo, pero es hijo de mi hermano Juan. Él es mucho más guapo que yo. Nosotros despedimos a mi padre con esa canción, que es una rumba alegre, pero que tiene ese sabor agridulce en la letra… Una letra que dice “ya no va a poder ser como antes”, la enfermedad, el Alzheimer le hizo ser otra persona distinta a la que era… Pero me gusta que le hayamos despedido con música y con una canción alegre. Sin dramas.
¿Has sentido su pérdida como un drama?
No. Su enfermedad era tan mala y lo veía sufrir tanto y tan mal… Llegó un momento en el que no me gustaba verlo así. El último año fue terrible.
Así que en este disco vuelve la luz.
Eso es. Es muy luminoso. Mi vida es muy flamenca. Pero en mi música, sin embargo, no soy flamenco. Sé tocar por cualquier palo del flamenco, pero musicalmente hablando el flamenco es una de las varillas de un amplio abanico. Me gusta el flamenco puro, pero también creo que algunos debemos refrescar esas raíces y atraer a otro público que llegue a lo más puro a través de nosotros. Pero sí, este es un disco de luz. Es un disco alegre.
En un momento de los 90 eras el rey del flamenco fusión y lograste que se pusiera muy de moda. Ahora, sin embargo, lo que más se escucha en España según Spotify es el reggaeton. ¿Cómo hacer que vuelva aquella fusión?
Siempre digo que cuando vas a América hay un canal 24 horas en el que puedes escuchar a Nina Simone, Billy Holliday, Charlie Parker… Nosotros deberíamos tener uno que fuera Valderrama, Carmen Amaya, La Niña de los Peines, Sabicas… Lo que no se puede hacer es fusión sin saber lo que son unos tangos o unas bulerías. Apetece que se reconozca a nuestros grandes como se hace en otros países.
¿Por qué crees que eso en España no se cuida todo lo que deberíamos?
No sé. Puede ser que nos hayamos convertido en muy modernos. Los españoles nos enganchamos a la última moda que pasa. No te puedo explicar por qué el flamenco está más valorado fuera de nuestras fronteras que aquí. Mira, la primera vez que fui a Japón, flipé. Vi un auditorio lleno de gente loca por el flamenco. Hasta los había con el corte de pelo de Paco de Lucía. Parecía que estabas andando por el barrio de Triana.
Igual es que no se han ocupado lo suficiente desde las instituciones en lugar de echarle la culpa siempre a la crisis.
Yo me río mucho. Los flamencos siempre que venimos de los tablaos vemos cambiar el mundo y todo lo que pasa a nuestro alrededor… Cuando uno empieza a hablar de la crisis…, “qué crisis ni que ná, si los flamencos siempre hemos estado en crisis”… Los flamencos hemos tenido un día dinero, nos lo hemos gastado y al día siguiente, no hemos tenido para ná y al día siguiente nos ha salido un trabajo. Mira, nosotros tenemos una maldición que dice “¡rico te veas!”. A nosotros no nos ha interesado nunca mucho el dinero. A mí lo que me interesa es divertirme y saber comunicar y mantener nuestra cultura.
Ahora parece que hay un resurgimiento de los festivales en España. No hay comunidad autónoma o ciudad que no quiera tener su festival de referencia en verano, pero a músicos como tú no se os llama. ¿Es clasista ese mundo?
Mira, los tiempos han cambiado. Antes había espacio para todos. Yo recuerdo perfectamente haber tocado con Ketama en la misma noche junto a Rebeldes, Rosendo y Tahúres Zurdos.
¿Tienes claro cuál es tu público?
Mi público son los que tienen oído, los que tienen música dentro y sensibilidad. He sido número uno de iTunes. Estoy muy sorprendido. Normalmente mi público ha sido el que se ha comprado el disco en la tienda y eso parece que está cambiando. Pero lo importante es que después de seis años sigo ahí con un nuevo disco. Que he trabajado en la música desde los 14 años y sigo teniendo discográfica y público…
¿Y por qué no lo ibas a tener?
Los músicos tenemos carreras cortas, somos como los toreros.
Hiciste un programa de tele en el que estaba Manolo Tena, Mikel Erentxun, Nacho García Vega y Marta Sánchez, y tú eras uno de los más queridos por la audiencia.
Soy un comodín que me acomodo bien a cualquier música, por eso me salían bien las cosas.
¿Te sientes querido en España?
Sí. Soy muy querido y estoy muy agradecido.
Comentarios
Por raul, el 21 mayo 2017
que extraño, yo he vivido seis años en USA y me consta que es al reves, incluso nos dan las visas con mayor facilidad. Este Carmona…ya consiguio salir de andalucia alguna vez? Se da cuenta de que en USA quieren ingenieros, no palmeros??
Por Allan Smelt, el 21 mayo 2017
Apreciado Raul, soy Holendés y llevo 26 años viviendo en España. Te eseguro que la imagen de España en el norte de Europa, al igual que en las EEUU, no es nada buena. La imagen de bandoleros corruptos es la mejer descripción que se puede dar. 35 mil miliones de euros en ayudas europeos y cuando vienen de vacaciones aqui solo pueden ver coches de lujo y grandes yates con bandera española en los puertos deportivos en las costas españolas. Esta es la triste imagen queda España en el extranjero
La verdad es que no se ve con mucha confianza la edecacion universtaria española fuera de España, cosa preocupante. Los»palmeros» son mas reconocidos que los ingenieros fuera de aqui..
Antonio Carmona es uno de los mas reconocidos artistas musicales con una gran aficcion extranjera, quien seguramenta habra visto mas del mundo que usted con solamente seis años de experiencia en otro país.
Gracias a artistas como Antonio Carmona se conoce España de otra manera que un país de bandoleros
Por Violeta, el 22 mayo 2017
Holandés? que lleva tanto tiempo en España y aún no escribe bien el castellano? Jajajaja has de ser el Antonio Carmona, porque mira que te has picao tío…
Por Liliana del Valle Fernández, el 07 diciembre 2018
Mas respeto con un super artista como lo es Antonio Carmona….Muchos no le llegan ni a la suela del zapato