El Real presenta una ambiciosa temporada sin explicar cómo llevarla a cabo

Una escena de Viva la Mamma de Donizetti. Foto: Stofleth / Opera de Lyon.

Una escena de ‘Viva la Mamma’, de Donizetti. Foto: Stofleth / Opera de Lyon.

El Teatro Real presenta con dos meses de retraso su nueva programación 20/21, una ambiciosa apuesta con 15 títulos de ópera, tres espectáculos de danza y cinco conciertos. Sin embargo, los responsables del coliseo evitaron explicar ayer cómo se va a llevar a cabo en tiempos de coronavirus, alegando que la ‘volátil realidad’ dificulta hacer públicos hoy unos protocolos que pueden haber cambiado radicalmente el próximo septiembre, cuando se inaugure la temporada.

La Metropolitan Opera de Nueva York comunicó al mundo, el lunes, que su teatro, el Lincoln Center, se mantendrá cerrado y sin actividad operística al menos hasta el 31 de diciembre por culpa de la pandemia de la covid-19. No habían pasado siquiera 24 horas de ese anuncio cuando el Teatro Real de Madrid se decidió, por fin, a presentar su nueva temporada 20/21 con una clara voluntad de pasar a la acción. Joan Matabosch, director artístico del coliseo madrileño, explicó que el Real está dispuesto a adaptarse minuto a minuto a la nueva realidad que impone la evolución de la presencia del coronavirus en España, en lugar de sentarse a esperar pasivamente a que suceda el advenimiento de ese oxímoron (importado con urgencia del inglés) que es “la nueva normalidad”.

Así tuvo lugar ayer una presentación de temporada -que se ha retrasado casi dos meses- en la que se comunicaron unos planes que de puro ambiciosos suponen uno de los rayos de esperanza más brillantes que se han podido ver en el mundo de la cultura española desde que todo cambió. Una temporada compuesta por 15 títulos de ópera (de los que 7 serán nuevas producciones del Teatro Real, 2 estrenos mundiales, 4 producciones invitadas y otras 4 óperas en versión de concierto), 3 espectáculos de danza, 5 conciertos, 4 proyecciones en cine en la sala principal y 8 producciones infantiles. Todo aderezado con un potentísimo programa de actividades paralelas en instituciones colaboradoras como los Museos del Prado o el Thyssen, por poner dos ejemplos.

En resumen, un órdago en toda regla. Una apuesta resiliente y audaz, pues resulta más constructivo estar dispuesto a adaptarse a una realidad cambiante y voluble desde una posición buscada de excelencia, que abandonarse a la dificultad desde la casilla de salida. Es una cuestión de actitud y en este caso es muy de agradecer en un teatro nacional como el Real.

Haciendo honor a ese espíritu, la de ayer fue una presentación atípica. En una gigantesca mesa cuadrada sobre el escenario del teatro, casi el único lugar –sin perder de vista la simbología de la escenografía elegida– que permitía la presencia de 30 personas en la misma estancia manteniendo la distancia de seguridad de 2 metros. Una puesta en escena que cumplió a rajatabla las órdenes del estado de alarma, pero que, al mismo tiempo, quiso mostrar el poderío y las ganas de lucha del coliseo. Evidentemente hubo que adaptarse a la realidad: muchos más periodistas siguieron la rueda de prensa por vía telemática de los que lo hicieron en el propio teatro.

Tanto Matabosch como Ignacio García-Belenguer, director general del Teatro Real, evitaron contestar la avalancha de preguntas sobre cómo se va a llevar a cabo esta ambiciosa temporada en tiempos de coronavirus. García-Belenguer aseguró que no sería lógico explicar ahora unos protocolos que con toda seguridad cambiarán de una u otra manera en un futuro inmediato. Matabosch, sin embargo, se entregó al optimismo en el futuro: “Confiamos que en septiembre la cuestión de los aforos haya vuelto a una cierta normalidad”, aseguró. Desde la aplicación telemática para seguir la rueda de prensa lanzamos hasta tres veces la pregunta de qué porcentaje de aforo resulta necesario para la viabilidad económica de la temporada. Pese a la insistencia, la pregunta no llegó siquiera a ser formulada. Inconvenientes de la nueva realidad para los periodistas. Lo que sí aseguró García-Belenguer es que la viabilidad de la temporada se hace posible gracias a la complicidad del público: casi la totalidad de los abonados no ha solicitado la devolución de las entradas de los títulos perdidos esta temporada y el teatro confía en que renueven. También confirmó la buena respuesta tanto de los principales patrocinadores privados con los que cuenta el teatro, así como la complicidad de las administraciones nacional, local y autonómica.

Sea como sea, el próximo 1 de julio se realizará, con un 50% del aforo disponible, una especie de ensayo general de por dónde pueden ir los tiros en el futuro del teatro hasta que la ciencia encuentre un tratamiento o una vacuna contra la covid-19. El Real está dispuesto a realizar las representaciones de La Traviata que estaban previstas para terminar la temporada actual. “Serán unas funciones que se acercarán a una especie de versión semiescenificada”, explicó Matabosch, pero que servirán al coliseo para testarse a sí mismo en tiempos difíciles. Los detalles de los protocolos a seguir durante estas funciones se explicarán en la rueda de prensa que tendrá lugar el día 23 o el 24 de junio.

Por otro lado, Joan Matabosch explicó que no da «por perdidas» las producciones y los títulos que se suspendieron por la emergencia sanitaria: Aquiles en Esciros, Lear, Iris y La Pasajera. El director artístico insistió en que estos títulos se encajarían en próximas temporadas, sin especificar cuándo.

Siete nuevas producciones

De los 15 títulos de ópera que se han programado, siete serán nuevas producciones del Teatro Real. Entre ellas destaca el nuevo Peter Grimes de Benjamin Britten, que contará con puesta en escena de Deborah Warner, escenografía de Michael Levine y dirección musical de Ivor Bolton; el mismo equipo que se encargó de la multipremiada producción de otra ópera de Britten, Billy Budd, que estrenó el Real en 2017. Este Peter Grimes se realizará en coproducción con la Royal Opera House de Londres, Ópera de París y Ópera de Roma.

Rusalka, de Antonin Dvořák, estará coproducida con los teatros de ópera de Dresde, Bolonia, Barcelona y Valencia. Contará con dirección musical de Ivor Bolton y dirección de escena de Christof Loy, que firmó el delicado Capriccio de Strauss de la temporada pasada. Este clásico checo que se presenta en el Real por primera vez desde su reinauguración contará con dos repartos encabezados por Asmik Grigorian y Olesya Golovneva, que estarán acompañadas por Karita Mattila y Alexandra Deshorties; Eric Cutler y David Butt Philip; Katarina Dalayman y Okka von der Damerau, Maxim Kuzmin-Karavaev y Steven Humes.

Las nuevas producciones se completan con Lessons in Love and Violence, de George Benjamín; una nueva Norma, de Bellini, en clave minimalista y versátil firmada por Justin Way, y Viva la Mamma!, de Donizetti, coproducida con las óperas de Lyon y Ginebra. Los estrenos mundiales de Marie y Tránsito, de Germán Alonso y Jesús Torres, respectivamente, completan las novedades.

La producción de ‘Un ballo in maschera’ que abrirá el próximo septiembre la temporada 20/21.

La temporada 20/21 se abrirá el próximo 16 de septiembre con Un ballo in maschera, de Verdi. En principio se iba a contar con la espectacular producción de la Metropolitan Opera de Nueva York, pero la crisis del covid-19 lo ha impedido. En su lugar, se ha optado por la producción de la Fenice de Venecia. Michel Fabiano y Anna Pirozzi encabezarán el primero de los dos elencos. La producción de Don Giovanni de la Staastsoper de Berlín, procedente del Festival de Salzburgo y firmada por el excelente director de escena alemán Claus Guth, llegará a finales de diciembre y principios de enero de 2021. Pablo Heras-Casado dirigirá Sigfrido, la tercera de las óperas de la tetralogía wagneriana, con puesta en escena de Robert Carsen. Anna Netrebko y Jonas Kaufmann protagonizarán dos de las 16 funciones de la Tosca de Puccini con la que se cerrará la que será una de las temporadas más complicadas de la historia reciente del Teatro Real. La oferta operística se completa con El nacimiento del Rey Sol, Elektra de Strauss, Don Fernando, el emplazado, de Valentín de Zubiaurre, y Orlando el Furioso, de Vivaldi, todas en versión de concierto.

Danza

La programación de danza traerá al Real tres compañías que representan diferentes universos coreográficos y estilísticos. El Ballet de Múnich interpretará Giselle, en la versión de Peter Wright revisada por su actual director, Igor Zelensky. La Compañía Nacional de Danza presentará tres obras: Apollo, de George Balanchine; Concerto DSCH, de Alexei Ratmanski, y White Darkness, de Nacho Duato. Y el Real Ballet de Flandes ofrecerá el estreno absoluto de una nueva versión de la obra In memoriam, concebida por su director, Sidi Larbi Cherkaoui.

En el texto introductorio del dossier sobre la temporada firmado por el presidente del patronato, Gregorio Marañón y por Matabosch y García-Belenguer, podemos leer: “Tras haber tenido el teatro cerrado durante tres meses, afrontamos la temporada 20/21 con ilusionada esperanza, pero también con prudencia y atención extrema para que tanto los trabajadores como el público del Teatro Real puedan realizar sus funciones y disfrutarlas con total seguridad”.

Puedes consultar aquí todos los cantantes y fechas previstas para la nueva temporada 20/21

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