Cómo son las ‘nuevas’ WAS (Women Action Sustainability)
Acaban de nacer como asociación, este mismo mes. Son las Women Action Sustainability (WAS). Con el objetivo de aportar su experiencia como directivas en la toma de decisiones relacionadas con la sostenibilidad para convertirse en uno de los motores de cambio hacia otro mundo mejor que entre tod@s debemos construir en esta encrucijada (y ahora sí es real, no una palabra metafórica más) en que nos encontramos. En ‘El Asombrario’ hemos visto su potencial, y somos ‘medio asociado WAS’. Para presentar la asociación hablamos con su presidenta, Mónica Chao, directora de sostenibilidad y comunicación en el grupo inmobiliario Intu. Y alguna pregunta nos ha salido bastante impertinente.
¿Quiénes y cuántas sois?
Somos actualmente 43 mujeres directivas procedentes de diversos sectores con una larga trayectoria y responsabilidades en sostenibilidad, lucha contra el cambio climático, gobernanza y aspectos sociales, y procedentes del ámbito de la empresa, la administración pública, la educación y el tercer sector que decidimos unirnos para crear un think tank de cuyas reflexiones surjan acciones concretas encaminadas a lograr nuestro objetivo. Queremos ser motor del cambio que queremos ver en el mundo. Por eso nos hemos constituido en la asociación Women Action Sustainability (WAS) cuyo propósito es influir para que la sostenibilidad y los aspectos ESG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) formen parte de las decisiones al más alto nivel, potenciando y dando visibilidad al talento femenino.
De verdad hace falta una mirada –no sé si decir femenina o feminista– sobre los retos que tiene planteados el medioambiente. ¿Consideráis que aquí también hay mucho patriarcado y quizá por eso se avanza tan despacio en asuntos como el cambio climático?
Te doy datos objetivos. En un estudio elaborado por McKinsey, se concluyó que las empresas con mejor desempeño en diversidad de género tienen un 15% más de probabilidades de tener rendimientos financieros por encima de las respectivas medias de su sector. No se trata de hombres versus mujeres sino de cómo las compañías sacan lo mejor del talento disponible. Adicionalmente, sí creo que es el momento de poner en valor en la sociedad y en el mundo empresarial las cualidades que habitualmente han estado asociadas en exclusiva a la mujer. El cuidado, la empatía, la humildad, la amabilidad, la sensibilidad tienen un gran valor en el mundo que viene y nos permitirán avanzar. Centrándonos en sostenibilidad y con una perspectiva global, sabemos que la ONU considera que la igualdad de género es un mecanismo imprescindible para conseguir alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
El cambio climático es un desafío global para toda la humanidad, pero no por igual. Los impactos son más intensos en los lugares que se ven afectados por conflictos violentos, inestabilidad política y estructuras económicas débiles. Y de esos factores depende precisamente la vulnerabilidad de las mujeres al cambio climático. El 70% de los 1.300 millones de personas que viven en condiciones de pobreza son mujeres y son dependientes en gran medida de los recursos naturales locales para su sustento, particularmente en las zonas rurales, donde tienen la responsabilidad de suministro de agua y energía del hogar para cocinar, así como para la seguridad alimentaria. Frente a estos datos, las mujeres poseen menos del 10% de la propiedad de la tierra y tienen acceso limitado al control de bienes y servicios ambientales, así como una participación insignificante en la toma de decisiones. En consecuencia, las mujeres son menos capaces de hacer frente al cambio climático.
WAS suena a pasado (pasado del verbo inglés ‘to be’). Pero a vosotras os mueve el futuro, ¿no? Leo que os mueve la confianza y el optimismo. ¿Se me ocurre pensar en una mirada hacia el futuro, desde atrás, desde la experiencia?
Tenemos un amigo que nos ha propuesto como lema “La sostenibilidad Was, Is and Will be the answer”. Creemos firmemente en el valor de la experiencia y en el trabajo riguroso, crítico y objetivo. El momento en el que estamos, donde las empresas y la sociedad están preparadas para este cambio, es fruto del trabajo que muchos profesionales hemos realizado para permitirnos llegar aquí.
Nosotras actuamos en el presente, para crear el futuro que queremos, pero efectivamente esa mirada la hacemos desde una experiencia acumulada de muchos años que nos permiten sentirnos seguras a la hora de proponer soluciones y opiniones a situaciones concretas. La sostenibilidad empieza a tener un papel relevante, y nosotras desde WAS queremos asegurarnos que ese papel esté en el lugar que le corresponde, que es el primer nivel de decisión de todas las organizaciones.
También me suena algo a ‘war’, guerra en inglés. ¿Nacéis como ‘lobby’ con espíritu guerrero?
Nacemos como un grupo de mujeres encaminadas a la acción, para conseguir mover a la sociedad e impulsar el cambio, siempre desde el consenso, el trabajo y las alianzas. No obstante, esta pregunta me hace mucha gracia porque a veces recurro a Sejmet y Kali, diosas de la mitología egipcia e hindú respectivamente, para expresar la energía que podemos sentir desde WAS. Ambas son diosas, símbolo de fuerza y poder, diosas madre del universo y protectoras, pero también destructoras de lo viejo para crear lo nuevo.
Algunos, como el experimentado periodista Antonio Cerrillo, 30 años escribiendo de medioambiente en ‘La Vanguardia’ y que acaba de publicar el libro ‘Emergencia climática’, consideran que el término ‘sostenible’, de tanto usarlo, se ha desgastado y ya poco quiere decir, que se usa lo mismo para un roto que para un descosido. Me imagino que no estáis de acuerdo, que no os creáis para estar descosidas…
Es verdad que en ocasiones la sostenibilidad se ha utilizado de forma inapropiada, como dice Cerrillo, con mucho “brochazo verde”, pero el turismo, la arquitectura o la moda, entre otros sectores, han incorporado este apellido porque empiezan a contemplarse aspectos que antes ni siquiera se habían tenido en cuenta. Esta semana, la marca Gucci acaba de anunciar que deja de hacer colecciones cada temporada para tratar de propiciar un modelo de consumo responsable; las nuevas construcciones se ven obligadas a contemplar aspectos arquitectónicos que permitan una sintonía con el entorno, el menor consumo de recursos, la eficiencia energética, entre muchos otros aspectos. Y no es cuestión de imagen, sino, en ocasiones, de compromiso ambiental y, en otras, de la rentabilidad económica que lleva aparejada la sostenibilidad.
Creo que la palabra sostenibilidad a veces se ha usado sin conocer el significado ni el alcance. Ha habido quien la ha empleado sin contenido concreto y quizás eso ha podido desprestigiar la palabra. Esa frase que tanto hemos oído: “es que nosotros llevamos la sostenibilidad en el ADN”, realmente lo que significa es: “no sé a lo que se refiere la sostenibilidad y no he empezado a organizar la función en mi organización”. Para nosotras la función de la sostenibilidad tiene que estar en la cabeza de cualquier organización, porque es esta visión la que permitirá imaginar el futuro al que queremos llegar. Y desde la gestión sostenible se puede trazar el camino y, en este momento en el que nos encontramos, trazar una recuperación económica rápida, que además sea resiliente.
Lo de ‘think tank’ a veces suena a algo ya evaporado antes de arrancar. ¿Por dónde empezamos?
Nosotras hemos creado el think tank antes de darnos a conocer, y como carta de presentación hemos presentado nuestra reflexión en el Manifiesto WASACTION. A partir de nuestro lanzamiento, queremos ser un punto de encuentro y de reflexión. Tenemos la enorme fortuna de que gracia a las socias WAS, mujeres de referencia y una reputación irrefutable, podemos crear reflexiones procedentes de personas y sectores diferentes que permitan un análisis crítico y constructivo de la situación actual y que permitirán trabajar en colaboración con otros en el camino hacia donde nos dirigimos.
Bien, entonces, directamente, ¿cuáles van a ser vuestros primeros pasos?
Nuestros primeros pasos han sido unir en el proyecto a mujeres referentes y además trabajar en la creación del Manifiesto WASACTION que estamos dando a conocer; y hemos dado en el clavo, hemos encontrado un grupo de mujeres de acción comprometidas y muy trabajadoras. A partir de aquí, estamos poniendo ya en marcha tres estudios específicos relacionados con la actualidad legislativa y la necesaria recuperación económica, así como una comisión de revisión de las nuevas normas en las que la Administración está trabajando en materia de sostenibilidad, para poder dar nuestra opinión. Estamos, además, avanzando con una escuela de negocio para avanzar en aspectos que tienen que ver con la formación directiva y la sostenibilidad.
¿Cómo pensáis haceros oír, porque en esto de la economía circular hay ya muchas voces; quizá pocos actos, pero muchas voces?
Hace poco más de dos semanas que hemos hecho público el nacimiento de WAS y estamos sorprendidas de la cantidad de mensajes que estamos recibiendo de apoyo y de solicitudes para formar parte de esta aventura. Hay muchas ganas de trabajar y de hacer cosas. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, nos recibió enseguida para escuchar lo que queremos hacer y nos ha tendido la mano para colaborar en la recuperación que tenemos por delante. El principal activo de WAS son sus socias y creemos firmemente que el impacto lo lograremos a través de este propósito que nos une y actuando con generosidad aportando lo que esté en nuestra mano. Nuestra actitud es de servicio a la sociedad. Estamos también muy agradecidas a los medios colaboradores, como El Asombrario, que nos estáis ayudando a dar visibilidad a los primeros pasos que estamos dando.
En vuestro manifiesto de presentación decís ver “a las empresas como el motor del cambio necesario”. Otros dicen que el motor del cambio son los ciudadanos, los millones de pequeños gestos diarios; y otros dicen que sin decisiones políticas, de quienes nos gobiernan, nada se adelanta.
Cualquier cambio exige el compromiso de todos, pero entendemos que las empresas tienen una importante responsabilidad en el cambio, y desde WAS queremos que se haga todo lo posible por que ese cambio sea hacia un mundo en el que logremos recuperar la confianza de todos los ciudadanos y el optimismo de cara al futuro. Hemos nacido para ser un instrumento más que haga este cambio posible. Creemos además que, en este momento, será la actividad empresarial la que genere riqueza y empleo, que todos necesitamos, y en función de cómo ser realice la actividad económica se modelará la forma que tome la sociedad.
Vuestra opinión sobre dos puntos bien concretos: educación ambiental y fiscalidad verde.
La educación, aunque muchas veces se sitúa en un segundo plano, es la mejor herramienta de la que disponemos para mejorar la capacidad de los niños, jóvenes y mayores, y concretamente la educación ambiental constituye uno de los pilares para que así las generaciones venideras asuman y entiendan la gestión de los recursos naturales de un modo sostenible. Coincidimos con otras entidades en la necesidad de consensuar en un pacto global por la educación todos estos conceptos logrando así que los ciudadanos dejemos de vivir de espaldas a la naturaleza para así poder entender un poco mejor la importancia y la responsabilidad que tenemos con ella.
En cuanto a la fiscalidad verde, creemos que es un elemento esencial para enviar las señales adecuadas al mercado. Es cierto que estamos en un contexto especialmente complejo para cambios en estructuras fiscales, pero sin duda es también el momento de revisar las oportunidades que puede generar una correcta asignación de precios. El objetivo debe ser fomentar reducir el daño ambiental al menor coste, primar acciones no contaminantes y, por tanto, deberían ser un pilar central de la política de crecimiento verde. En línea con lo que ya ha señalado la OCDE, se requiere una revisión global de forma que las propuestas contribuyan a una recaudación eficiente y que no reste competitividad a las empresas ni impacto negativo sobre el consumo. Hay margen para cambios en impuestos relacionados con la movilidad, la edificación o la energía, que además incentiven la eficiencia, inversión verde e innovación y cambios en los patrones de consumo. Un uso eficiente de impuestos o incentivos fiscales, con objetivos de sostenibilidad, y reduciendo otras cargas impositivas, puede impulsar la reactivación económica y el empleo.
Habláis de ‘reinventar la economía’. ¿De verdad pensáis que con un sistema capitalista, que se basa en el crecimiento permanente, podemos equilibrar los límites del planeta? ¿No deberíamos ir pensando en el decrecimiento, sin que esta palabra nos dé miedo?
Estamos hablando de los límites al crecimiento desde que en 1970 el Massachusetts Institute of Technology (MIT) encargó su conocido estudio, al Club de Roma, sobre los límites del crecimiento económico. Si bien la conclusión, en mi opinión fue el desencadenante de lo que conocemos hoy como desarrollo sostenible, aunque haya algunas propuestas y hasta proyectos piloto, no hemos logrado poner en marcha un sistema alternativo al capitalismo que funcione. A veces, en todo caso, somos demasiado severos con el sistema que tenemos. Hay una frase conocida (no recuerdo ahora el autor), que dice que si eres mujer, niño, anciano o tienes una discapacidad, sin duda, este es el mejor momento de la historia de la humanidad en el que podrías haber nacido.
La buena noticia es que los principales economistas del momento, y muchas de ellas son mujeres, están revolucionando la economía, al cuestionar el propio significado ‘valor’ y ‘deuda’ hasta ‘crecimiento’ y ‘PIB’. Quizás encontremos una nueva fórmula que nos lleve a una mejor administración de los recursos, y para ello, la solución pasa por la colaboración de científicos, investigadores, humanistas, políticos y sociedad civil. Desde la historia de la humanidad siempre nos hemos movido a sistemas mejores y por eso soy positiva, y no sé si lo veré yo, mis hijos o muchas generaciones después, pero estoy segura de que colectivamente, la humanidad caminará hacia un sistema mejor.
En vuestra presentación habláis de ‘reinventar el empleo’. ¿Cómo?
En el grupo de trabajo que se abordó ese tema se definieron tres líneas importantes: la primera redefiniendo las relaciones laborales para adaptarlas a los cambios y oportunidades que ofrecen la digitalización y la sostenibilidad, en esta línea el impacto que hemos podido experimentar con el teletrabajo ha sido claro para ver que se abren grandes oportunidades para empresas y trabajadores. La segunda línea está orientada a impulsar la ciencia y la innovación como base para la estrategia de sostenibilidad, permitiendo definir metas y evaluar progresos de forma objetiva y estandarizada, aumentando la inversión de I+D y favoreciendo la cultura y la pedagogía científica. Por último, la apuesta por la formación, incorporando el enfoque ESG y la Agenda 2030 en la educación: colegios, universidades, escuelas de negocio y formación profesional.
Hay otro punto de vuestro manifiesto que me interesa especialmente: ‘Reinventar el territorio, con ciudades más habitables y revalorizando e impulsando el mundo rural’. ¿Nos lo desarrollas un poco?
Nuestro Manifiesto es un documento transversal donde tocamos todas las áreas que consideramos clave. Hemos primado elaborar un documento muy sintético de una sola hoja para que todos los actores entiendan que la sostenibilidad no es solo, por ejemplo, energía o acción social. Como sabes, errores muy comunes. El aspecto del territorio para mí, personalmente, es especialmente clave. Uno de los trabajos que ya estamos poniendo en marcha tiene que ver con digitalización y territorio y otro con biodiversidad, ciudades e infraestructuras. Sabemos que son temas clave, y a partir de las conclusiones que ya extrajimos con las expertas WAS en el propio desarrollo del Manifiesto, estamos entrando en propuestas detalladas.
El camino para reinventar el territorio y hacer las ciudades más habitables, para la salud, el bienestar y la calidad de vida, pasa por diseñar, planificar y rehabilitar el espacio urbano poniendo a las personas en el centro, creando espacios de encuentro seguros, inclusivos y cercanos a la naturaleza. Esto incluye la renovación de edificios y la nueva construcción, la movilidad y la colaboración con el mundo rural para trabajar las necesidades de las personas de forma equilibrada con la necesaria conservación de la biodiversidad y los elementos de la naturaleza.
El mundo rural poco a poco va captando la atención de personas e instituciones, y hay que aprovechar el momento para impulsar la actividad económica, alineándola con las necesidades que plantea la transición ecológica, buscando nuevos modelos que den valor económico al paisaje y la conservación ambiental. Para lograr esto, la inversión en tecnología y en construcción de las infraestructuras necesarias en materia de telecomunicaciones es fundamental.
Otra mención que en ‘El Asombrario’ nos llega de manera especial: “reconocer el papel de los medios de comunicación especializados, de las redes sociales y la cultura”. Un detallazo que os agradecemos los periodistas que llevamos tanto tiempo escribiendo de medio ambiente y a menudo nos sentimos predicando en el desierto, incluso en momentos tan críticos y cítricos como los que nos ha traído la covid-19.
Necesitamos una sociedad informada para la toma de decisiones adecuadas. Los medios de comunicación y la cultura tienen un papel clave para que el ciudadano pueda imaginar el mundo que quiere y conectarle con valores constructivos donde él imagine qué puede aportar para una sociedad sostenible. El papel de los medios de comunicación es esencial para una sociedad informada y sostenible, y entendemos que el periodismo especializado juega un papel clave para promover el debate y favorecer el encuentro de los agentes que trabajan en esta área, pero para ello es necesario posicionar la información de la sostenibilidad con el peso que merece en las diferentes secciones informativas (política, económica, científica) como una temática transversal a todas ellas y dejando de ser parte de suplementos e informaciones menos relevantes.
Las redes sociales también juegan hoy en día un papel fundamental en la comunicación, pero subrayamos la necesidad de utilizarlas de forma responsable y utilizando únicamente fuentes fiables y contrastadas. Y respecto a la cultura, entendemos que es importante buscar sinergias con el mundo de la cultura y el arte como componentes centrales del desarrollo humano y sostenible.
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