Campo Vidal, una voz con credibilidad para apoyar la España despoblada

El periodista Manuel Campo Vidal.

Periodista, sociólogo, docente, escritor, productor, Manuel Campo Vidal es una cara y una voz muy conocidas en radio y televisión, cuya Academia presidió entre 2006 y 2018. Amante de la geografía y su estudio sobre el terreno, estudia los movimientos de la población, históricamente del campo a la ciudad, sin negar la posibilidad de que el viaje puede ser de vuelta antes de lo previsto. Por eso ha decidido también prestar su fama, nombre y trayectoria como altavoz de la Red de Periodistas Rurales y sacar el libro ‘La España despoblada’. Su primer apellido no podría definirle mejor.

De nuevo dos Españas condenadas a mirarse frente a frente. Una más silenciosa, ventilada, verde. Otra eminentemente apretada y urbana. Manuel Campo Vidal (Camporrells, Huesca, 1951, un pueblito de 130 habitantes) acaba de publicar el libro La España despoblada, Crónicas de emigración, abandono y esperanza, un ensayo sociológico con las voces de 50 personajes y la suya propia, reivindicando una realidad: sin pueblos no hay futuro, tampoco para las ciudades.

Mientras, impulsa la Red de periodistas Rurales como altavoz para los profesionales de la comunicación que trabajan por la denostada “información local”. El periodista nos recuerda algo que todos los que hemos ejercido este oficio hemos escuchado alguna vez en una redacción al pretender cubrir una de esas noticias consideradas “menores” por ser demasiado local. “Tenemos una España urbana que no mira hacia el medio rural a pesar de que buena parte de los habitantes de las ciudades hemos nacido en él”, comenta Campo Vidal. “Ante este panorama, el papel de los periodistas resulta determinante” 

Dices que ‘La España despoblada’ tiene mucho de autobiográfico.

Así es. Yo nací en un pueblo de Huesca, Camporrells, y a los nueve años dejamos aquel lugar con destino a Barcelona, luego ya estoy hablando de la historia de mis padres. Más tarde me fui a Madrid, casualmente el día de mi 30 cumpleaños. Conozco bien estos tipos de desplazamientos, me interesan y hace años que los estudio.

Y les dedicas precisamente el primer capítulo de tu libro, ‘La Salida’.

Exacto. Hablo de la salida de los andaluces hacia Cataluña, de los habitantes de un pueblo de Teruel a Canadá, de los burgaleses a la República Dominicana, o la de tantos españoles que viajaron a México por la Guerra Civil. Hubo diferentes corrientes migratorias y he tratado de documentarlas. En otro capítulo me centro en El Diagnóstico. ¿Qué está pasando? Las mejoras, las obras, las soluciones inteligentes para cada problema, las energías renovables y las injusticias, que, por desgracia, abundan. Hay un capítulo dedicado a esas leyes pensadas para las ciudades que se aplican sin más en el mundo rural, algo que rechina sobremanera. Al ir detectando más de una de estas irregularidades opté por crear una web, llamada también La España Despoblada, para que todo el mundo que detecte una injusticia pueda denunciarla; nosotros estudiamos todas y cada una de ellas y se las trasladamos a los políticos correspondientes. Ejemplo: el caso de una enfermera cántabra que recorre 160 kilómetros diarios para ir a trabajar hasta Santoña, cuando en su pueblo natal hay una plaza de enfermería sin cubrir. Pues resulta que para optar a ella necesita pasar dos años en excedencia. ¿Qué pasa si esa señora no puede permitirse estar dos años sin trabajo y sin sueldo?

Normas que no piensan en las verdaderas necesidades de la gente…

Pues como este caso hay muchos más. Por eso esperamos que la web funcione como un canal para quienes quieran contar lo que pasa en su pueblo. No todo se resuelve de un día para otro, pero ya estamos un poco mejor de lo que estábamos.

¿La crisis sanitaria nos reconduce la mirada hacia el mundo rural?

En medio del momento tan complejo y confuso que estamos viviendo sería muy tranquilizador sabernos capaces de encontrar otros caminos. Me consta que muchas personas se replantean si no será mejor vivir en un pueblo, siempre que haya conexión a Internet y una cercanía razonable a la ciudad que te permita moverte cuando sea necesario, especialmente por motivos de trabajo. Pero lo que más me gustaría detectar es la mirada de agradecimiento hacia esa España Rural.

No solo por acoger a quienes hayan optado por ese traslado…

Por mucho más. Imagínate que se hubiera cortado la cadena de suministro alimentario. Habríamos visto acaparamientos, disturbios, enormes colas… Un auténtico desastre. Sin embargo, ese engranaje que comienza por los agricultores, los ganaderos, los transportistas y el personal de los supermercados ha garantizado que nosotros, en lo esencial, hayamos podido resistir muy dignamente. Toda esta crisis nos ha situado en una nueva plataforma, en una nueva dimensión que tanto me interesa estudiar, y es la conexión entre la España rural y la urbana.

¿Es Internet la conexión que no encontrábamos entre el futuro digital, la vida rural y otra economía mucho más sostenible?

La economía ha de ser más verde porque hay evidencias científicas que aseguran la relación entre lo sucedido con este virus y esa enfermedad generalizada que está infectando a todo el planeta. Desde los árboles a los mares, y por supuesto el aire que respiramos. Necesitamos una economía verde y digitalizada. Así son las bases que sustentan el programa de la Unión Europea presentado recientemente por Ursula von der Leyen. El Contrato Climático, un proyecto ambicioso para convertir Europa en el primer continente neutral en emisiones para el medioambiente en el año 2050.

Qué distinta la pandemia en las ciudades y en el campo.

Cuando hay necesidad de aire libre pues obviamente en el campo hay menos posibilidades de contagio que en las ciudades. Al final parece que todo indica que una vida mas saludable nos conduce a otra situación. Yo vivo en Aravaca, un poquito mas alto territorialmente, me gusta mucho la geografía, que Madrid. Y cuando salgo por la mañana y veo esa boina de contaminación sobre Madrid me quedo impresionado, porque ahí debajo viven también políticos que niegan que eso sea malo. Yo creo que hay una especie de movilización ciudadana a la que este virus nos ha ayudado. Hay que reaccionar. Pero el mundo rural no está en el radar de las preocupaciones gubernamentales ni parlamentarias.

¿Cómo funciona la Red de Periodistas Rurales?

Todo empezó cuando me llamaron a dar una conferencia en Castuera, Badajoz. Estaba reunida allí la asociación española de pueblos con embalses, había mucha gente, fue hace tres años, y se puso de manifiesto los problemas que nos afectan a la España rural y por qué ningún medio habla de nosotros. Entonces yo les dije, y llevo años pensando en esto, que lo que hacía falta era un gran plan de comunicación, pero como eso exige mucho presupuesto y ni yo ni ellos contábamos con eso, dije que lo que había que crear era un lobby, y que no se me malinterprete, invitando a todos los periodistas que están en las zonas rurales, y que realizan un esfuerzo realmente admirable, poniéndoles de acuerdo con los que vivimos en las ciudades que procedemos del mundo rural o incluso los urbanitas solidarios, y así todos juntos formar una coalición que permita hablar de estos asuntos, promoviendo el intercambio. Así que convocamos una reunión, de donde, entre otras cosas, salió el nombre, Red de Periodistas Rurales. Luego llegó el coronavirus y nos quedamos un poco…

¿No correremos el riesgo de que se pueble demasiado la España despoblada?

No, no lo creo. Date un paseíto hasta Alcañiz, provincia de Teruel. Vas por la carretera, por la A2, luego cruzas Guadalajara, cruzas Teruel y si te encuentras con más de diez personas me llamas. Y llevarás cinco horas en coche. Y en invierno ni siquiera esas diez; hay zonas que son la Laponia española. Se puede producir un movimiento regeneracionista y te hablo desde la esperanza, porque he visto muchísimos movimientos, sobre todo muchos emprendedores y gente dispuesta a hacer cosas nuevas, porque hasta se puede vender alfalfa por Internet. Yo creo que todo este movimiento se está activando.

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Comentarios

  • Julia

    Por Julia, el 04 noviembre 2020

    Su estilo es especial. Muy disfrutable.

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