Día del Orgullo: La ‘Revolución’ pendiente en Cuba, la LGTBI+
En el Día Internacional del Orgullo LGTBI+, hoy, 28 de junio, nos acercamos a la exposición del reportero gráfico Álvaro Ybarra Zavala, en la sala de EFTI (Centro Internacional de Fotografía y Cine) en Madrid. Una muestra sobre la lucha por estos derechos en Cuba, que demuestra que los machitos que niegan derechos, aparte de en la ultraderecha –muy crecidos últimamente en España, hay que pararles los pies ya–, también han abundado entre ‘revolucionarios’ de izquierdas mal entendidas.
La muestra se titula Revolución, con toda la intención del mundo y de la isla, y aunque Álvaro Ybarra Zavala insiste en que su mirada es humana e intimista, sin tintes políticos, a nadie se le escapa que el acoso a los homosexuales ha sido una de las grandes manchas que ha arrastrado la revolución castrista; ahí están los vergonzantes sidatorios que se crearon para recluir a personas con VIH y el punzante testimonio de Reynaldo Arenas en su autobiografía Antes que anochezca o la película Fresa y Chocolate, de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, obras que mostraban el acoso al maricón en Cuba.
Álvaro Ybarra acometió este proyecto a mediados de la década pasada, coincidiendo con el aperturismo en Cuba que facilitó el Gobierno de Obama en EE UU por un lado y, por otro, la incidencia de Mariela Castro en la cúpula del poder de la isla.
Dice la nota de la exposición: “La homofobia de Estado caracterizó los primeros años de la Revolución Cubana liderada por Fidel Castro, cuando los homosexuales eran perseguidos y enviados a campos de trabajo para su reeducación. Sin embargo, durante la última década, el Estado cubano lleva años promoviendo políticas de integración e incluso apoyando las cirugías de reasignación de sexo”. “En 2013, la Asamblea Nacional aprobó el nuevo Código Laboral que incluía leyes antidiscriminatorias por orientación sexual y discapacidad. La aprobación del texto final fue un momento histórico en Cuba para la comunidad LGTBI y puso las bases para que en la nueva Constitución Cubana de 2019, en su artículo 42, se prohibiera de forma definitiva la discriminación por razones de orientación sexual y la identidad de género”. “Fiel exponente de estas corrientes de cambio es la mismísima Mariela Castro Espín, hija del ex presidente Raúl Castro, legisladora nacional y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Se reconoce a sí misma como miembro de la generación dispuesta a heredar el poder y es una de las protagonistas del proceso de debate interno sobre el camino que seguirá la isla. Por su labor al frente del centro y por defender a los homosexuales en Cuba, en 2016 fue reconocida con el premio Únete al Compromiso con la Igualdad y la No Violencia de Género del Sistema de Naciones Unidas en Cuba”.
Ahora, años después, Álvaro Ybarra admite que los avances en los derechos de los colectivos LGTBI+ han dado pasos atrás, a lo que no ayudó el nuevo encastillamiento del régimen frente a la furia mostrenca de Trump al otro lado de las costas.
La quincena de instantáneas de Ybarra que se muestran en Revolución tienen sobre todo un carácter intimista, derivado de los días en que el fotógrafo convivió con una comunidad de mujeres trans en La Habana. “Yo allí sobre todo lo que vi fue amor. Amor y solidaridad para protegerse unas a otras. No me cabe en la cabeza que solo por tu forma de amar, a quien amas, seas apartado de una sociedad, discriminado, perseguido, que se te falte al respeto, que seas castigado o que no encuentres más salidas de trabajo que la prostitución. Me ha impactado mucho”. Este reportero gráfico, que está acostumbrado a cubrir trágicos conflictos bélicos y situaciones de tensión en todo el mundo, destaca que, a pesar de todo lo que ha visto y vivido, esta es una de las historias que más le han marcado. “Quería fotografiar el amor, y lo encontré aquí”.
Álvaro Ybarra ha trabajado en más de 40 países en tareas clave para la revista TIME, New York Times, Le Monde, Libération, Newsweek, Sunday Times Magazine, CNN, Vanity Fair, XLSemanal y muchos otros. Se unió a Agence Vu en 2005 y Reportage by Getty Images en 2009. Ha publicado libros como Macondo, memorias del conflicto colombiano (2017), Apocalipsis (2010), Hijos del desconsuelo (2006) y ha ganado numerosos premios, como el Over Seas Press Club, el premio especial del jurado de la Fundación Alexia, la World Press Photo JSMC, y la Beca Getty para fotografía editorial.
Termina así la nota de Revolución: “El movimiento LGBTI en Cuba tiene mucho que celebrar en materia de victorias civiles, y Revolución lo refleja, pero aún falta camino por andar: es necesario trabajar por la educación integral de la sexualidad. No es una opción para lograr el desarrollo humano, es una necesidad imperante para garantizar la felicidad”.
“Es la revolución silenciosa”, concluye Álvaro Ybarra, “la revolución de las nuevas generaciones para que se acepte la diversidad, toda la diversidad. Aunque legalmente se ha avanzado mucho, sigue pendiente mucha labor de educación, de concienciación”. Para él, que vivió de cerca, conviviendo con ellas, las historias de esas personas trans que habían sido expulsadas de sus familias y pueblos y acabaron viviendo juntas en un pequeño piso de La Habana donde encontraron el refugio del compañerismo, hay una foto –esa con la que abrimos este artículo– que lo resume todo, es la foto icónica de la exposición, la que sirve de cartel. “El lenguaje corporal lo dice todo”, explica Álvaro. “Una de ellas había tenido una noche dura con un cliente, y cuando llegó a casa encontró ese gesto protector, ese abrazo y ese beso en la espalda que le están dando a entender: ahora ya tranquila, estás a salvo, en casa, conmigo”.
‘Revolución’, de Álvaro Ybarra Zavala. Sala EFTI. Acceso gratuito. Hasta el 23 de julio.
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