La compañía Ron Lalá, premiada en Clásicos en Alcalá
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Casi 30 años sobre los escenarios, decenas de países visitados, cientos de actuaciones en su haber, miles de risas, aplausos y vítores en sus actuaciones. Así se podría describir, someramente, el largo recorrido de la compañía Ron Lalá, ahora reconocido con el Premio Fuente de Castalia, entregado en el festival Clásicos en Alcalá. Desde aquellos primeros recitales de poesía acompañados de música, la actual propuesta de los madrileños Ron Lalá baila entre la interpretación, la música y la danza.
Tal prestigio han conseguido que a su actor, Juan Cañas, le permite vivir del arte. “Siempre actuamos en clave de comedia, con un sello muy particular que es la energía, un ritmo muy alto siempre”, declara este integrante de Ron Lalá. De esa forma, el elenco rompe con la manida idea de que para hacer humor se debe hablar de asuntos banales: “Es todo lo contrario. La comedia es una herramienta para que, a través de ella, se pueda hablar de los grandes temas, plantear preguntas en las que meter la cabeza y profundizar en ellas sin necesidad de ser dogmáticos ni aleccionadores”.
Alcalá de Henares y Madrid son las únicas ciudades que han visto todas las creaciones de Ron Lalá. De hecho, la localidad complutense fue el escenario de su pistoletazo de salida en el mundo de los clásicos, concretamente en un lugar repleto de encanto teatral: el Corral de Comedias. Aquello ocurrió en 2012, y desde entonces la compañía ha atravesado, en sus textos, historias ligadas al Quijote, Cervantes y entremeses. Su impronta se deja además entrever en el estilo tan característico que transmiten; un estilo que solo transmiten ellos, ya que todo lo que ocurre sobre el escenario es creación propia, desde los textos hasta los acordes musicales.
Creación propia, desde luego, pero también colectiva. De ese modo, Ron Lalá se sabe con la potestad de introducir ciertas licencias en sus propuestas teatrales siempre que se tratan de clásicos. Ahí es donde confluye el mensaje original, un contenido escrito hace cientos de años, con la forma, el modo de hacer de la compañía, que siempre consigue acercarse al espectador de la forma más moderna y rompedora posible.
Su paso por Alcalá de Henares, “una segunda casa”, dice Cañas, está marcado también por haber sido partícipes en 2018 y 2019 del reconocido Don Juan Tenorio que siempre organiza la ciudad en vísperas del Día de Todos los Santos. “Es milagroso poder vivir de esto. Hemos tenido la suerte de haber entrado en los circuitos de programación nacionales en los que alternamos temporadas en Madrid con giras por todo el país, que es lo que nos permite que esto se convierta en una profesión”, agrega el actor.
Su arte también ha cautivado a miles de personas más allá de las fronteras españolas, sobre todo en países latinoamericanos como Argentina, Chile, República Dominicana, Perú y Paraguay, pero también otros europeos como Alemania y Bulgaria, o la India. “Ahora estamos con un espectáculo que se llama Villa y marte, un homenaje y una vuelta también al género sainetero y zarzuelero no lírico. Hay mucha música y mucho humor, y le damos un toque de ficción situándolo en el imaginario marciano”, describe Cañas.
Mariano de Paco es el director del Festival Clásicos en Alcalá, promovido por la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la localidad. “Son ya 21 años de éxitos, una consolidación y expansión que hemos utilizado para darle un giro hacia Iberoamérica y centrándolo en el Siglo de Oro. Nos parecía importante que los clásicos, el verso y la palabra, generasen ese puente de colaboración”, declara. Esta nueva idea de Clásicos en Alcalá no se limita a un mero catálogo de exposiciones y espectáculos, sino que incentiva el talento y la creación. “En esta edición contamos con compañías de Bogotá y de México que apuntalan de alguna manera esa vocación de puente creativo que queremos tejer con Iberoamérica”.
Asimismo, el festival es una gran oportunidad para la ciudad en sí, uno de los lugares con mayor tradición cultural de España. Ciudad Patrimonio Mundial de la Humanidad en la que nació Cervantes, sus teatros centenarios se convierten en emplazamientos inigualables: “Contamos con una docena de compañías de Alcalá y otras seis madrileñas, y la idea es que siempre que alguna de aquí tenga una obra relacionada con los clásicos la pueda exhibir”, explica De Paco.
Su afán, por otra parte, se focaliza en acercar el teatro a la ciudadanía: “Un festival tiene que ser algo más que ir a ver una obra, tiene que traspasar las puertas principales de los teatros para salir a la calle y que el público se mezcle con ese ambiente de fiesta, que es al lugar al que nos lleva la propia palabra festival”.
El Festival Clásicos en Alcalá termina este domingo, 3 de julio. Para este fin de semana están programadas, entre otras, las obras: ‘La vida es sueño’, ‘La monja alférez’ y ‘La dama boba’.
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