Día Mundial Océanos: una película, un libro, una expo y un consejo
Hoy, 8 de junio, es el Día Mundial de los Océanos, que, junto con el Día Mundial del Medio Ambiente, el pasado lunes, día 5, convierten la primera semana de junio en toda una celebración verdi-azul por el Planeta. En ‘El Asombrario’ lo recordamos con tres recomendaciones: una exposición, una película y un libro; más un consejo, que os adelantamos ya: Consume alimentos del mar que procedan de la pesca sostenible; cuando vayas a comprar, fíjate en que lleven el sello MSC. Sumérgete en nuestra fiesta SOStenible.
Una exposición: ‘Un viaje extraordinario. El efecto espejo de los océanos’. CentroCentro. Madrid. Hasta el 17 de septiembre.
Para aliviar el estío mesetario, el espacio expositivo de la sede central del Ayuntamiento de Madrid en la plaza de Cibeles dedica una gran exposición a los océanos durante todo el verano, comisariada por un gallego experto en llevar la reflexión al público a través del arte y el diseño: David Barro, que ha explicado: “Este viaje extraordinario nace muy conscientemente en una ciudad sin mar, con el convencimiento de que los océanos nacen en nosotros mismos y es importante que todos entendamos la importancia de conocerlos más, explorando preguntas y desarrollando nuestros propios escenarios”.
Un entretenido recorrido con cientos de piezas e ideas para acercarnos desde muchos ángulos al azul del Planeta Azul. Desde llamativos carteles de películas antiguas ambientadas en los océanos, como El Zorro de los Océanos (1955), con John Wayne y Lana Turner, y Los Robinsones de los Mares del Sur (1960) a recortes de prensa del impacto que causó la cinta Tiburón (1975), de Spielberg. Desde un repaso por libros básicos sobre el mar como Moby Dick, de Melville, y El Viejo y el Mar, de Hemingway, a míticas naves que están en la mente y corazón de todos, como el Nautilus de Verne, el acorazado Potemkin o el malogrado Titanic. Desde portadas de discos de los inmortales Beach Boys o el Submarino amarillo de los aún más inmortales Beatles a objetos de diseño inspirados en formas marinas, como los corales, o realizadas a partir de redes de pesca recuperadas y recicladas. Desde vasos hechos con algas a tapices de Mª Elena Montero / Luis Seoane, esculturas de Francisco Leiro e instalaciones artísticas contemporáneas realizadas con boyas. Desde reflexiones sobre el drama actual que suponen los miles de migrantes que naufragan en sus frágiles embarcaciones intentando alcanzar un mundo mejor hasta las grandes hazañas científicas como la comunicación entre continentes a través de cables submarinos. Desde grandes expediciones como la de Elcano y Magallanes dando la primera vuelta al mundo a los imprescindibles documentales de quien ha sido el principal divulgador científico de los mares, Jacques Cousteau.
Una inspiradora exposición entre la divulgación científica y la recreación artística, que, según explica Barro, baja al agua para, a partir de preguntas, contar historias.
¡Ah!, en las paredes sentencias para recordar siempre, como ésta de Lovecraft: “Más maravillosa que la sabiduría de los ancianos y que la sabiduría de los libros es la sabiduría secreta del océano”. O ésta de Arthur Clarke: “¡Qué inapropiado llamar Tierra a este planeta, cuando es evidente que debería llamarse Océano”.
Una película: ‘Sica’, de Carla Subirana.
La defensa de la naturaleza –del paisaje, de la vida rural, del medio ambiente– ha encontrado en las directoras españolas un magistral vehículo para llegar a más público y de una manera distinta. Ya hace años Icíar Bollaín bordó este acercamiento con El Olivo (2016) y Carla Simón, autora de esa maravilla de defensa de la agricultura de verdad, Alcarràs, acaba de recibir el Premio Nacional de Cinematografía.
Nosotros queremos reivindicar una película estrenada en cines hace solo 15 días y que merece mucha más atención: Sica, de Carla Subirana, que retrata como pocas veces se ha hecho en el cine español –y por eso la incluimos aquí– el poder del mar entre la gente que vive en la costa: esa presencia, ese rumor, ese sonido permanente de las olas… En Sica, Subirana, bregada en el rodaje de documentales, explica que la gran protagonista es la naturaleza (y es lo que mejor ha sabido captar; por encima de las vicisitudes de los personajes humanos): “El viento, el mar, las olas… nos muestran su propio estado de ánimo, con el temperamento único que tiene el océano en la Costa de Morte (Galicia), uno de los lugares del mundo donde más naufragios ha habido. Los personajes se muestran pequeños frente a su inmensidad”. Y añade la directora: “Hace seis años llegué caminando, por O Camiño dos Faros, a un pequeño pueblo de la Costa da Morte, y quedé fascinada por la belleza salvaje de su paisaje y por las historias de sus naufragios. En ese instante decidí hacer una película. La Costa da Morte, esta esquina del mundo, condensa en este filme la alerta de peligro y refleja nuestros miedos y, a la vez, la esperanza de revertir la situación y el deseo de legar a nuestros hijos un planeta sano situando en el centro del plano a la gran protagonista: la Naturaleza”.
Un libro: ‘El beso de los océanos’, de Óscar Mijallo. Contraluz Editorial.
Traemos aquí este libro, editado el año pasado, porque, aparte del valor en sí de la novela, su autor, el periodista Óscar Mijallo, bien merece un reconocimiento por la extraordinaria labor que desde hace un año desempeña como corresponsal de TVE en la guerra de Rusia contra Ucrania. Y porque aborda la expedición marina más épica de la historia: la primera vuelta al mundo, de Magallanes y Elcano, que partió de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y de cuya efeméride se acaban de cumplir 500 años. Y la cuenta Óscar Mijallo de una manera original, a través de los ojos de un grumete, Juan de Santander, un chico cántabro, que con 12 o 13 años se enrola en semejante aventura, que, recordémoslo, partió con 250 hombres y apenas sobrevivió una veintena. Y todo ello a la vez que cuenta los enfrentamientos entre las grandes potencias marítimas de la época, Castilla y Portugal, que pugnaban por dominar las rutas comerciales de las especias.
Aparte de sus precisas crónicas desde frentes de guerra y conflictos en Siria, Libia, Mali, Afganistán, Gaza, Irak, Sudán y Líbano, Mijallo es autor de las novelas El médico de Mosul (fue enviado especial de RTVE a la batalla de Mosul, Irak, contra el Estado Islámico) y La niña a las puertas del infierno (ambientada en Siria). Ahora el periodista ha dado el salto a la novela histórica, que siempre le ha atraído tanto. No falta una buena dosis de suspense, ambición y traición, motines y asesinatos, sueños y pesadillas…
Y un consejo: busca el sello MSC
A la hora de comprar, y si eres de las personas que creen en un consumo con criterio y conciencia, busca el sello MSC en los alimentos procedentes del mar. Desde latas de anchoas y bonito, a calamares, bacalao y merluza. La organización internacional MSC (Marine Stewardship Council) trabaja desde hace 25 años –en España algo más de 10 años– para combatir la sobrepesca e incentivar que las pesquerías alrededor del mundo operen de manera respetuosa con el medio marino. Su sello azul busca garantizar la confianza de cara a hacer frente a la pérdida de biodiversidad marina, tal como ha sido reconocido por Naciones Unidas. En España hay 12 pesquerías certificadas por MSC, lo que implica a 526 barcos y supone que 192 marcas y 682 productos de pescado y marisco con el sello azul están disponibles en el mercado. Según datos de la propia organización, “el volumen comercializado con el sello azul en 2021/2022 ascendió a 20.000 toneladas”.8
Por cierto, para celebrar este Día Mundial de los Océanos, MSC, entidad que colabora con El Asombrario para la difusión de sus mensajes de sostenibilidad, ha puesto en marcha la campaña Hacemos un trato con el Océano. Únete a nosotros y apoya la #PescaSostenible Con estos dos lemas: #NosotrosyLosOceanos #UnOceanoMSC
No hay comentarios