Solo quedan 4.000 tigres, 4.000 leones, 6.000 guepardos
“Mi adolescencia no ha sido normal. Este hombre que veis con pinta de aventurero es fotógrafo y, aparte de eso, es mi padre. Quería fotografiar a los grandes felinos del planeta. Cuando iba a cumplir 12 años, me preguntó si quería ir con él. Aquella aventura me marcaría para siempre”. Así presenta Unai Canela la serie ‘Panteras’, que este 13 de agosto, a las 21 horas, se estrena en La 2 de TVE. Una serie de televisión, protagonizada por Andoni Canela y su hijo, que nos lleva a la búsqueda de ocho panteras por el mundo en el transcurso de cinco años.
Una aventura vital en la que la belleza de la vida salvaje se convierte en protagonista para responder a las preguntas fundamentales: ¿Sobrevivirán los felinos a las continuas amenazas que sufren?, ¿lograrán las siguientes generaciones coexistir con leones, tigres y guepardos?
Para tratar de responderlas, pasaron meses de las selvas brasileñas del Pantanal a las estepas de la Patagonia, del desierto del Kalahari a las junglas de Sri Lanka, de los bosques del sur de India a los montes de Sierra Morena, de las sabanas de Masái Mara y el Serengueti a la meseta del Tíbet y las montañas del Himalaya. En total, ocho capítulos, producidos por Wanda Films, que podrán verse los miércoles en La 2. Hemos hablado con Andoni.
Hicisteis ya un documental sobre las panteras, ¿qué nos queréis contar ahora en esta serie?
A lo largo de cinco años hemos hecho dos o tres viajes a cada lugar para grabar a los ocho grandes felinos, así que teníamos mucho material. Los capítulos recogen todos ellos: el del leopardo de las nieves que incluye un primer viaje al Tíbet y otro años después al Himalaya, y lo mismo pasó con el lince o el puma. En algunos viajes mi hijo, Unai, tenía 13 años y en otros 18. Él es quien en la serie hace de narrador en primera persona, que no es continua, pero sí aportando datos e historias, como si fuera el guía que explica lo que vemos.
En los cinco años que habéis tardado en rodarla, ¿habéis detectado muchos cambios en los lugares que habéis visitado?
No es mucho tiempo, pero sí hemos visto cambios. Por ejemplo, en la Península Ibérica el lince se ha multiplicado y ahora ya no cuesta tanto verlo como al principio. Hay más de 1.600 ejemplares y llegó a haber solo 100. En el caso de los pumas del Parque Nacional de Torre del Paine, en la Patagonia chilena, han pasado de ser una especie que no se apreciaba a ser una atracción turística y, por tanto, hoy a los pumas se les protege mejor porque la gente va a verlos. Por el contrario, en la India y en África las sequías ahora generan terribles hambrunas a la gente. Los guepardos y los leones son cazados por pastores que ven peligrar su ganado. El primer mundo se cargó la naturaleza que tenía y ahora se invierte mucho dinero en recuperar osos, águilas o linces, pero en los países con pocos recursos, donde la vida depende todavía del sector primario, tanto el calentamiento global como ahora la guerra en Ucrania, un gran suministrador de cereales, están impactando en la vida humana, pero también en la de los grandes felinos, que sobreviven como pueden mientras disminuyen sus territorios.
¿De las ocho especies de panteras cuál está en peor situación?
Los datos nos dicen que sólo quedan unos 4.000 tigres en todo el mundo y tres cuartas partes están en parques nacionales cerrados de la India. Tampoco quedan muchos guepardos, unos 6.000. En Asia es una especie prácticamente extinta y en África está muy amenazado, salvo en zonas protegidas. Y lo mismo sucede con los leones, de los que se estima que quedan solamente 4.000 machos. Son ellos los que compiten más con los ganaderos masáis debido a los ataques a sus cabras o cebús. Si hay menos herbívoros, porque hay menos hierba porque no llueve, al final se buscan otras presas que, además, son fáciles para ellos.
¿Es la solución proteger hasta un tercio de la Tierra con parques nacionales para que quede algo de vida salvaje en el futuro?
No, no basta con proteger. En estos años hemos conocido muchos proyectos en los que se lleva tiempo trabajando con la gente local, especialmente en América Latina y en África. Y es fundamental contar con las comunidades del entorno de la fauna salvaje para su conservación. En estos años hemos visto el trabajo de WWF en zonas del leopardo de las nieves o de los leones y cómo tratan de buscar alternativas que permitan a la población local proteger sus recursos, por ejemplo poniendo cercas alrededor de las zonas de ganado. Pero estas iniciativas requieren financiación, porque aún alcanzan a poco territorio, mientras que el conflicto entre felinos y humanos aumenta. En otros casos, comprobamos que la competencia es entre especies. A 5.000 metros de altitud, en el Himalaya, ahora el leopardo asiático está subiendo a cotas donde vive y caza el leopardo de las nieves, lo que afecta a la supervivencia de este último.
¿Qué mensaje te gustaría que se quedara grabado en la audiencia tras la serie?
En realidad, son dos mensajes. Como padre y naturalista, querría que se quedaran con lo apasionante que es el comportamiento de todos los animales de este planeta, desde un puma a los insectos, transmitir el disfrute que supone ir al campo y fijarse en lo que nos rodea. Ayer mismo, pude ver un quebrantahuesos a menos de 15 metros de donde estaba. Siempre hay sorpresas en la naturaleza. Y no se trata sólo de ver grandes felinos. En la serie salen hasta 120 especies distintas y cada una es valiosa y sorprendente. Y el segundo objetivo es contagiar el respeto a la fauna y al medio que habita, la necesidad de su conservación. Toda sociedad debería buscar la coexistencia con los animales.
¿Cómo ha sido esta experiencia de recorrer el mundo para un adolescente?
Vivimos en los Pirineos y Unai es afortunado porque desde muy pequeño ha tenido acceso a muchos animales en su entorno. Tenía buen background y eso ha sido importante, porque los viajes eran duros, a veces pasando frío, durmiendo días y días en campamentos sin ver lo que buscábamos, los dos solos. También pensé que se aburriría, pero ocurrió lo contrario. A los 17 años, durante la pandemia, hizo su propio documental de la naturaleza cerca de nuestra casa y este verano se ha ido solo a Groenlandia. Al final, hemos estado unos tres meses fuera cada año y eso, como dice, le ha cambiado la vida. En la serie se ve esa evolución de ser más niño a convertirse en un ayudante, ya mayor y con experiencia.
En general, ¿crees que los jóvenes son conscientes de la importancia de la biodiversidad?
Creo que sí la hay en lo que se refiere al cambio climático pero, al menos en el caso de España, creo que debería ser mucho mayor en lo que tiene que ver con la conservación de las especies. Ciertamente, tampoco ayudan los medios de comunicación, salvo La 2 de TVE, que sí apuesta por mostrar la naturaleza. Pero en otras cadenas escasean los programas y en prensa pasa lo mismo. Tampoco conozco que haya jóvenes influencers en redes sociales que tengan la conservación por bandera. Si el tema no está presente, se olvida.
¿Te imaginas un mundo sin estos grandes depredadores?
Esa es una pregunta que me hacía al comenzar el proyecto: si un día dejarían de existir. Desde luego, sería un mundo muy triste y, además, nos afectaría a todos, así que debemos esforzarnos para que no ocurra. Con estos grandes felinos que se ven en la serie Panteras pasan cosas tremendas. No sólo está el asunto de granjas donde son criados para matarlos o el tráfico ilegal; se conoce menos, pero hay pequeñas reservas privadas en las que matan a un porcentaje de los que nacen porque no hay territorio para ellos. Y luego está lo que sucede en zoológicos. Hay lugares donde están en condiciones vergonzosas. Ningún animal debería estar cautivo si no es para su conservación o recuperación. Ningún chaval debería ver a la fauna salvaje encerrada en jaulas. Mejor sería ponerles buenos vídeos multimedia.
¿Y qué opinas del turismo de los safaris?
A la gente cada vez le gusta más verlos en directo, y a más demanda, más oferta. Otra cosa es que se pueda disfrutar con 40 vehículos alrededor de un león o que se les moleste. Hay algunos lugares muy concurridos donde ya están acostumbrados a esa presencia. El que paga quiere verlos con seguridad y tiene poco tiempo, así que acaban concentrados en unos puntos, mientras el 95% de los parques nacionales, que son enormes, están vacíos. Los turistas se han acostumbrado a que esté todo garantizado, pero con la vida salvaje no es así. Puedes estar dos semanas y no ver un gran felino. Nosotros pasamos más de una semana para ver un primer jaguar, en el primer viaje al sur de la península no vimos ni un lince y el leopardo de las nieves solo se dejó ver una vez en un mes. Pero la búsqueda es el disfrute, lo emocionante. Y eso es lo que queremos transmitir en esta serie.
COMPROMETIDA CON EL MEDIO AMBIENTE, HACE SOSTENIBLE ‘EL ASOMBRARIO’.
Comentarios
Por Cuántos años viven los leones, el 01 agosto 2024
[…] Las causas más frecuentes de muerte en los leones que viven en libertad son las hambrunas, los parásitos y las enfermedades, los enfrentamientos con otros animales y la caza furtiva.En la actualidad, constituyen unos de los animales en peligro de extinción de nuestro planeta, así como el resto de grandes felinos. […]