¡No sabes ni hacer la compra! ¡Eres una inútil!

Foto: Pexels

Segunda entrega de los retratos de mujeres que Sara Palacios (Orense, 1969; de profesión, trabajadora social en A Coruña) realiza en su libro ‘Inventario de las mujeres que soy’ (‘Con M de Mujer’). Hoy, ‘La mujer maltratada’.

Más de diez minutos permaneció inmóvil en el pasillo del supermercado, mirando con ojos llorosos y temblorosos las diferentes marcas de arroz.

Por más que se esforzaba, no recordaba la que él le había pedido. “¡No sabes ni hacer la compra! ¡Eres una inútil!”.

Era verdad. Cada vez sabía menos, y cada vez lloraba más.

Las miradas de asco, e indiferencia en el mejor de los casos, la desdibujaban como mujer.

Su cuerpo carente de toda caricia dejó de estremecerse y comenzó a mecerse, huérfano de abrazos y besos. Cada vez más a menudo se ausentaba de él y, sin saber por qué, se doblaba sobre sí mismo para vaciarse en lágrimas.

Se acostumbró a escuchar silencios como si fuesen palabras. Palabras que no sabe si desear, para ratificar su existencia, o no escuchar, para ahuyentar la lluvia de reproches que a modo de gota malaya iba destruyendo lo que ella era.

La mujer maltratada buscaba cada día su identidad fuera de casa, para volver a desaparecer nada más pisar el umbral.

Sus paseos sin rumbo, entre miradas de desconocidos, templan el frío con el que vive en el mal llamado hogar, y al que cada día duda si querer regresar.

Miles de besos imaginados o regalados la separan de desaparecer. Encontró una zona neutral en la que aprendió a vivir sin ganas; donde aún queda esperanza. La misma que algún día la sacaría de ahí.

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