La importancia de callar nosotros y escuchar los sonidos de la naturaleza

Fotograma del documental ‘Broken Wings’.

El ciclo ‘Pajareros’ de documentales de naturaleza con atención preferente a las aves –organizado por la ONG conservacionista SEO/BirdLife y La Casa Encendida/Fundación Montemadrid, y van ya 11 ediciones– arranca esta semana en Madrid y Santander con una llamada a callarnos nosotros, a detener tanto ruido de la ‘civilización’, para reconectar con la naturaleza y escuchar sus tranquilizadores sonidos. Así, la primera sesión ha estado dedicada a quienes graban a las aves, incluida una emotiva sesión de ‘paisajes sonoros’.

Pajareros  se inauguró este miércoles en Madrid con el documental Birdsong (El canto de las aves), de la irlandesa Kathleen Harris, en el que se muestra la vivencia del ornitólogo Seán Ronayne, diagnosticado con síndrome de Asperger, que se marca el reto de grabar el sonido de todas las especies de su país, Irlanda. Dice el programa: “Para ello viaja por algunos de los lugares más hermosos de la isla. Con una hipersensibilidad al sonido convertida a veces en obstáculo y otras en fortaleza, Seán lleva a cabo un viaje, a la vez inspirador y aleccionador, que ilustra la belleza y la importancia del sonido, y lo que la escucha puede decirnos sobre el estado de nuestro mundo natural”. El documental de Seán, que a lo largo del metraje de 52 minutos se ha mostrado obsesionado con la grabación de especies como los araos y el guión de codornices, termina de forma épica y de una belleza conmovedora con las acrobáticas evoluciones de una gigantesca bandada de estorninos en un cielo encendido por el atardecer.

Tras la proyección, tuvo lugar “una experiencia auditiva”, en la cual la grabadora de sonidos catalana Eloísa Matheu (en este reportaje en El Asombrario la entrevistamos junto a otras ‘guardianas de los bosques’) nos trasladó al público a distintos paisajes sonoros: desde el bosque asturiano de Muniellos al paso de las grullas por los Pirineos, las pardelas baleares y el búho real. Desde el público le preguntaron a Eloísa cuál es el ave que más le emociona cuando la escucha, y ella optó por el mirlo, “tan común, te puede sorprender con su cántico en cualquier rincón, incluso en las ciudades, tan dulce, cada ejemplar tiene su melodía”. La entretenida y emocional sesión se completó con Júlia Moya, que incorporó al debate el potencial de la naturaleza y de los trabajos de SEO/BirdLife con personas neurodivergentes.

Josefina Maestre, coordinadora del ciclo desde SEO/BirdLife, le preguntó a Eloísa si ha notado pérdida de biodiversidad en sus sesiones de grabación. Lo tuvo muy claro: “Sí, totalmente. Hay un momento del día, justo antes del amanecer, en que me encanta salir a grabar, porque es cuando todas las aves se expresan, dicen ‘estamos aquí, hemos sobrevivido a la noche’, y ahí, desde hace 20 años, he notado un bajón acústico importante en esos conciertos de la naturaleza, un empobrecimiento en cantidad; notas que el bosque se ha quedado más silencioso, y eso produce mucha angustia”. Josefina: “¿Y lo has notado en algún ecosistema más que en otros?”. Eloísa: “Más en las estepas. Falta vida. Mira esas zonas rurales sin márgenes, sin lindes, todo campos corridos, iguales. Verdes, pero sin vida. Y es que falta mucha educación sobre la naturaleza. Hay una desconexión muy evidente, y en las nuevas generaciones también”. Júlia Moya se mostró de acuerdo: “Veo en los adolescentes una desconexión enorme. Y la educación es el reto de toda la sociedad, no solo de los profesionales”. Eloísa: “Es necesario practicar el silencio interior y la escucha de la naturaleza. Pero la gente ahora sale a la naturaleza como a un campo de entrenamiento, a correr, a montar en bici, hacer escalada…, en fin…, sin pararse en silencio a observar y escuchar; a veces ni siquiera saben por dónde pasan”.

“Esta nueva edición de Pajareros”, apunta Josefina Maestre, “nos aproxima a ecosistemas insulares de gran singularidad y a sus especiales condiciones para la supervivencia de especies marinas, poniendo el foco en los esfuerzos de científicos y conservacionistas por conocer su ecología y salvarlas de sus amenazas”. “Como cada año, Pajareros nos adentra en el mundo de las aves con sus bellezas particulares y sus enseñanzas”, recuerda Elisa Hernández de Pablo, coordinadora de Medioambiente y Desarrollo Sostenible de la Fundación Montemadrid / La Casa Encendida. “Este año nos encontraremos para conocer cómo sobreviven a pesar de las múltiples amenazas con las que les hacemos convivir como la contaminación, el cambio climático o el tráfico de especies”.

Como gran novedad, este año Pajareros da el salto, y aparte de Madrid, los cinco documentales se proyectarán también en Santander, en la Filmoteca de Cantabria Mario Camus. En Madrid, la cita está siendo los miércoles de octubre, a partir del 9. En Santander, los sábados, a partir de hoy, día 12 (las entradas para todo este ciclo ya están agotadas en Madrid, las de Santander, aún a la venta).

De Canarias al Sudeste asiático

En la segunda sesión –el próximo miércoles en La Casa Encendida, el sábado en Santander– el público tendrá ocasión de trasladarse hasta el remoto islote canario de Alegranza. Será a través del documental Centinelas del viento, dirigido por Juan Luis Santos y protagonizado por la bióloga Laura Gangoso, dedicada a la investigación de la población del halcón de Eleonor en este espacio. A lo largo de más de 17 años de estudio, Gangoso ha descubierto que los halcones de Alegranza están sincronizados con los vientos alisios, de los cuales dependen para sobrevivir. Su trabajo relaciona la supervivencia de los pollos con los cambios en los patrones de viento a escala global, convirtiéndolos en bioindicadores del cambio climático. Ambos compartirán debate con el director de fotografía del documental, Luis Miguel Ruiz Gordón, y Jorge Orueta, coordinador de Conservación de Especies de SEO/BirdLife.

El tercer día del ciclo se proyectarán tres documentales (estrenos nacionales): Primero, Broken wings (Alas rotas), de Jorik Dozy y Sil van der Woerd, un cortometraje con una poderosa banda sonora de Ludovico Einaudi que revela la historia no contada de la caza furtiva de aves en el sudeste asiático. La segunda cinta, U’ scogghiu chiama (La roca llama), de Kitty Fixen, aterriza en una pequeña isla volcánica del Mediterráneo, a 160 kilómetros de la costa de Sicilia, a la que acuden numerosas pardelas a anidar todos los años. Con el telón de fondo de una tradición local de recoger y comer los huevos de las aves marinas, un ornitólogo se integra en la colonia para salvarla.

La última cita es con Lights out Texas (Apaga las luces, Texas), documental estadounidense que lleva el sello del prestigioso Laboratorio Cornell de Ornitología. Así lo explican los programadores del ciclo: “Los cielos de Texas han sido escenario de un fenómeno natural extraordinario: la migración de las aves. Estas valientes viajeras recorren grandes distancias guiadas por los cuerpos celestes y el campo magnético de la Tierra, entre otras señales. Sin embargo, las ciudades y su contaminación lumínica producen un perturbador impacto en las aves, afectando a sus instintos de navegación”.

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