Una experiencia única para sumergirte en los sonidos del Magreb

El artista Tarek Atoui, junto a su instalación sonora ‘At Tariq’ en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
Desde el hall del museo bajas una escalera y tienes la sensación de entrar en una acogedora jaima donde un paisaje sonoro hecho de músicas, cantos y otros sonidos te atrapa, te lleva a tenderte, cerrar los ojos y entrar, aquí sí, en una auténtica experiencia artística inmersiva. El Thyssen-Bornemisza y TBA21 presentan ‘At-Tāriq’, la primera exposición individual de Tarek Atoui (Beirut, 1980) en Madrid, resultado de la investigación que el músico y artista sonoro franco-libanés lleva realizando desde 2022 para explorar las tradiciones musicales y artesanales rurales del mundo árabe y el norte de África y acercarlas al público. La muestra cuenta con el apoyo de la Fundación Ecolec y la colaboración de Casa Árabe Madrid, que acoge hoy, 4 de marzo, un extraordinario concierto en torno a ‘At-Tāriq’ .
Porque –a menudo nos olvidamos– el arte no sólo entra por el sentido de la vista, sino también, y muy profundo, por el oído. Es lo que propone con tanta contundencia como serenidad, tradición como actualidad, esta instalación sonora –diría que también táctil, porque sientes las vibraciones y cierta sensualidad primigenia, ganas de relajarte, respirar hondo y sentir sonidos, vientos y pieles y calor del Atlas–. No es cosa de quien esto escribe; At-Tāriq explora los paisajes geográficos del mundo árabe y los Tamazgha (las tierras tradicionalmente ocupadas por el pueblo amazigh, desde el oasis de Siwa, en Egipto, hasta las Islas Canarias), centrándose en sus tradiciones artesanales y musicales rurales; el proyecto surgió de investigaciones anteriores de Atoui sobre estilos musicales y sonidos asociados al tarab, una música árabe conocida por inducir estados de éxtasis y trance.
At-Tāriq, que significa «la estrella de la mañana» o «el visitante nocturno» y hace referencia al capítulo o sura 86 del Corán, invita a reflexionar sobre las relaciones, la memoria, la identidad y el acto poético de escuchar. Como explicó Tarek Atoui durante la presentación, va más allá de la expresión artística, quiere transmitir todo el sentido de hospitalidad y cercanía de los pueblos árabes. Y más ahora, añadimos desde El Asombrario, cuando Occidente se despeña en contradicciones sobre los principios más elementales de humanidad.
El proyecto es un encargo de TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary que Atoui ha desarrollado a lo largo de más de tres años de viajes e intercambios con músicos y artesanos de la región del Atlas marroquí, con el objetivo de recopilar sonidos y músicas tradicionales de antiguas rutas comerciales y de peregrinación para reivindicar su patrimonio oral y revisitarlo en un contexto contemporáneo. Lo consigue con creces; logra en un parpadeo llevarte lejos del trajín del centro de la gran ciudad que se desata al otro lado de las paredes del Palacio de Villahermosa que acoge al Thyssen; del ruido del Congreso de Diputados, los hoteles de lujo, la Bolsa, la estación de Atocha, el Ayuntamiento…
Así nos cuenta TBA21 la instalación: “Comisariada por Daniela Zyman, directora artística de TBA21, la muestra se centra en las tradiciones de los pueblos amazigh (denominados desde un prisma neocolonial como ‘pueblos bereberes’), cuya vibrante tradición oral combina canciones, poesía, cuentos, danza y percusión. Inspirándose en la asociación de la noche con lo desconocido”. “La instalación”, sigue, “transforma el espacio expositivo del museo en cinco majlis, que son los espacios tradicionales de hospitalidad y acogida en los hogares árabes y orientales. Atoui reimagina y deconstruye estos majlis, convirtiéndolos en instalaciones sonoras, espacios inmersivos de escucha y reflexión que invitan a los visitantes a sentarse y experimentar con el sonido”.

La instalación ‘At-Tāriq’, de Tarek Atoui, en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
Realmente sientes algo de la hospitalidad de estos pueblos, porque te dejas llevar… y te quedas (cada secuencia del bucle sonoro dura en torno a 70 minutos; aunque nunca se repite exacta, se va reproduciendo con pequeñas variaciones).
En la presentación de este visitante de la noche, Guillermo Solana, director artístico del Thyssen, se refirió a Tarek Atoui como “un escultor del sonido”, y de la instalación destacó lo que transmite de hospitalidad, “algo tan arraigado en la cultura árabe”.
En nombre de Ecolec, su director de comunicación, Rafael Serrano, destacó: “En estos tiempos de confusión, rescatemos el valor de escuchar, de las esencias y de la hospitalidad hacia el distinto”.
Eso mismo es también lo que subrayó Francesca Thyssen, creadora y presidenta de TBA21: “Conseguir crear una experiencia de viaje y un espacio de hospitalidad en un museo era un auténtico desafío, y creo que lo hemos conseguido, que hemos conseguido un espacio maravilloso para relajarse, algo que yo creo que resultará muy atractivo para las nuevas generaciones”.
Daniela Zyman, la comisaria, explicó que el propio título, que hace referencia al que llama a nuestra casa, es una invitación a la colaboración, a la hospitalidad, a acoger al otro, al distinto, al que te llama de noche y no sabes quién es, pero que, si llama, es porque algo necesita. Y concluyó diciendo que, frente a las ceremonias de cerrazón nacionalista que implican eslóganes como ese de ‘Hagamos América grande de nuevo’, hemos de apelar a “construir juntos el mundo”.
Tarik explicó que su intención en los próximos años es dar continuidad a esta experiencia de recogida de tradiciones sonoras hacia el Este, hacia Túnez, Argelia, Egipto… hasta el Golfo Pérsico. “Yo soy ese viajero de noche que llama a la puerta para recoger toda esa riqueza sonora y que luego sigue su camino… No he trabajado con archivos sonoros, sino que he llamado a la puerta de las casas, de los músicos, de los mercados, de las calles, para recoger toda esa tradición oral. No es un trabajo académico, etnográfico, sino de sensaciones, y os invito a que os relajéis y, en silencio, os dejéis llevar por la propuesta de At-Tāriq”.
Además, para completar la experiencia sonora, cada majli propone un viaje inmersivo a la cultura amazigh, presentando instrumentos musicales tradicionales fabricados por artesanos de la región, así como objetos de cerámica, textil o piedra encargados por Atoui, además de esculturas cinéticas y dispositivos sonoros creados especialmente por el artista a partir de materiales recogidos en sus viajes.
Desde TBA21 nos cuentan más del artista: “Conocido por su enfoque disruptivo de la música, Tarek Atoui experimenta y amplifica las propiedades acústicas de materiales como el bronce, el textil, la piedra o la cerámica. La muestra incluye instrumentos digitales y analógicos que el artista ha diseñado para interpretar el paisaje sonoro que puede escucharse en toda la exposición: una serie de objetos que vibran, raspan superficies o se mueven de forma mecánica para reescribir una composición en constante mutación”. La composición final de este paisaje sonoro se llevó a cabo durante una residencia artística de Atoui en Córdoba en 2023. El artista había realizado un exhaustivo trabajo de archivo, recopilando grabaciones de conciertos, poemas y canciones del pueblo amazigh, y allí empleó ese material como base para una sesión de composición experimental con otras tres artistas sonoras: Ziúr (Berlín), Susie Ibarra (Nueva York/Berlín) y Nancy Mounir (El Cairo). El resultado es una pieza que mezcla música tradicional amazigh y árabe con música electrónica e improvisación contemporánea, y que explora las interacciones entre la música rural y las innovaciones sonoras. La composición se estrenó en un concierto en Córdoba en 2023 y pudo escucharse anoche en Madrid, como saludo de TBA21 a la Semana del Arte en Madrid, con la feria ARCO como eje central.
TBA21–Thyssen-Bornemisza Art Contemporary es una de las principales fundaciones internacionales de arte y acción pública. Creada en 2002 por la filántropa y mecenas Francesca Thyssen-Bornemisza, la Fundación trabaja a partir de la Colección TBA21 y de un importante programa de actuaciones que incluye exposiciones y programas públicos y educativos. TBA21 tiene su sede en Madrid, donde opera en asociación con el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, y desarrolla otras iniciativas en Venecia, a través de su centro de arte y ciencia, Ocean Space, así como en Portland, Jamaica. Así explican uno de sus pilares: “Toda la labor de TBA21 es colaborativa y está impulsada principalmente por artistas y por la creencia en que el arte y la cultura son portadores de transformación social y medioambiental, y en última instancia, contribuyen a la paz”.
Bajas esa escalera y entras en la jaima amazigh; eres un visitante que llega de noche, te reciben alfombras, sofás, tambores y cerámicas, y una cálida luz como del desierto, dejas atrás tu mochila y te dejas abducir por los sonidos del agua, de los alfareros, de los mercados, de la música tradicional rural del Atlas…
‘At-Tāriq, un viaje a las tradiciones musicales rurales del norte de África y del mundo árabe’, de Tarek Atoui, puede visitarse en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, en Madrid, hasta el 18 de mayo.
Durante estos tres meses, la exposición se completa con un amplio programa de actividades que incluye visitas guiadas performativas nocturnas, conciertos, conferencias y talleres interactivos. Aquí se puede consultar el programa:
A destacar el concierto de hoy, 4 de marzo, en Casa Árabe, Madrid.
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