Las valiosas tierras raras: “Hay más en un vertedero de móviles que en una mina”

Planta piloto de RC-Metals instalada en el CSIC.

Materiales vitales para la transición energética y la era digital, extracción con impactos sociales y ambientales, conflictos políticos y geoestratégicos derivados de su ubicación y explotación (Groenlandia, Ucrania, China)… Todo esto y más provocan las tierras raras, 17 elementos químicos repartidos en dos grupos que, junto a otras 32 materias primas críticas, son consideradas estratégicas por la UE. Tanto Europa como España legislan sobre ellas, pero, mientras tanto, como dice Cristóbal López, responsable del área de minería de Ecologistas en Acción, conviene recordar: “Hay más tierras raras concentradas en un vertedero de móviles que en una mina”. De nuevo el reciclaje se alza como proceso indispensable para frenar este consumo voraz mundial de materias primas y aparatos en los que se usan. 

Móviles, iluminación led, vehículos eléctricos, discos duros, monitores, baterías de todo tipo, aerogeneradores, paneles fotovoltaicos, centrales de datos, altavoces, auriculares, cámaras fotográficas, láseres… El escandio, itrio, lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio están por todas partes. Son los 17 elementos químicos que forman parte de los dos grupos de tierras raras (pesadas y ligeras).

Según el estudio de Amigas de la Tierra Minerales para la transición energética y digital en España: demanda, reciclaje y medidas de ahorro, realizado en colaboración con el Instituto Universitario de Investigación Mixto CIRCE-Universidad de Zaragoza, un vehículo eléctrico contiene 973 gramos de neodimio y 59,7 gramos de disprosio, más que otros elementos que entendemos como más comunes, como litio, cobalto o níquel. Y añaden: “La movilidad eléctrica domina la demanda de metales, siendo responsable del 54-58% de la acumulada de aluminio y cobre, del 73-92% de manganeso, cobalto, níquel y litio, y del 79% de disprosio y neodimio”.

En otro estudio (Mapa de los  impactos y los conflictos de las tierras raras. Retos para una transición verde y digital ) del Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG), recuerdan: “Las tierras raras suelen estar presentes en concentraciones muy bajas y combinadas unas con otras; esto significa que la extracción y la separación son costosas, requieren grandes cantidades de energía y agua, y generan grandes cantidades de residuos. Además, a menudo se encuentran mezcladas con elementos radiactivos y peligrosos como el uranio, el torio y otros metales pesados que presentan graves riesgos para la salud y el medioambiente”.

Romper con el monopolio de China y apostar por el reciclaje

Tanto las tierras raras, como el litio, cobalto, níquel y 30 elementos más son consideradas por la Unión Europea como materias primas críticas. “Son materias primas de gran importancia económica para la UE, y su suministro tiene un elevado riesgo de sufrir interrupciones debido a la concentración de las fuentes y a la falta de sustitutos adecuados y asequibles”, destaca el Consejo Europeo. En 2023 se aprobó el Reglamento de Materias Primas Fundamentales con una triple intención: aumentar y diversificar su suministro, reforzar la circularidad, en particular el reciclado, y apoyar la investigación y la innovación en el uso eficiente de los recursos y el desarrollo de sustitutos.

El último paso en este sentido, dado a finales de marzo de 2025, es la aprobación, por parte de la Comisión Europea (CE) de 47 proyectos estratégicos para impulsar las capacidades nacionales con estas materias primas. El objetivo es garantizar que la extracción, el procesamiento y el reciclaje europeos cubran el 10%, el 40% y el 25% de la demanda de la UE para 2030, respectivamente. En la actualidad, China monopoliza casi la producción (70%) y procesamiento (87%) mundial de tierras raras.

Días antes, el 11 de marzo de 2024, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd) sacaba a audiencia pública el Plan de Acción de las Materias Primas Minerales 2025-2029, que “busca transformar la industria sectorial, poniendo el foco en el reciclaje, la sostenibilidad y la autonomía estratégica”.

Una planta pionera del reciclaje en España

El reciclaje aparece siempre en primer o segundo lugar de las prioridades; sin embargo, entre los 47 proyectos a los que ha dado el visto bueno la CE, 25 son actividades de extracción, 24 de procesamiento, 10 de reciclaje y solo 2 de sustitución de materias primas por otras alternativas que no requieran nuevas extracciones. Amigas de la Tierra, Ecologistas en Acción y la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) cuestionan esta aprobación de proyectos, entre otras cosas porque “resulta preocupante que de los siete seleccionados para España, sólo uno sea de reciclaje de minerales y no haya ninguno de sustitución”.

El plan de acción español se presentó en el Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CENIM-CSIC), donde se aloja el que se considera el buque insignia del reciclado de tierras raras y otros metales críticos. El proyecto RC-Metals, que lidera el CSIC, tiene como principal objetivo recuperar los metales contenidos en aparatos y sistemas eléctricos y electrónicos desechados y en residuos mineros. Para ello se ha construido una planta piloto única en Europa en la que, gracias a procesos con diferentes tipos de tecnologías, se logrará dar una segunda vida a esos metales.

Recuperar tierras raras de escombreras mineras

Félix Antonio López, investigador del CENIM-CSIC, explica una de esas tecnologías mientras supervisa un horno que permitirá recuperar tierras raras y otras materias críticas de residuos de escombreras mineras: “Sobre una masa de escoria fundida a alta temperatura, a 1.200 grados aproximadamente, vamos añadiendo el mineral o material de post-consumo del que queremos recuperar esas materias. Al enfriarse, se puede separar el metal de la escoria”.

López recuerda: “Las escombreras son un recurso muy valioso. Hay catalogadas más de mil procedentes de explotaciones mineras anteriores. Los romanos, por ejemplo, buscaron oro y estaño, y dejaron todo lo demás: tierras raras, niobio, tantalio, que hoy son materias primas indispensables”.

Cristóbal López, de Ecologistas en Acción, recuerda el porqué de la importancia de primar este tipo de aprovechamientos frente a la explotación de nuevos yacimientos: “En casi todos los casos, por cada 100 toneladas que se mueven y extraen, solo una corresponde al mineral, por no hablar de la bajísima concentración de tierras raras. Hay más tierras raras concentradas en un vertedero de móviles que en una mina. Todo ese movimiento de tierras, que contiene metales pesados como mercurio o cobre, se deposita en escombreras y en balsas que con las lluvias y la escorrentía los acaba diseminando por el medio ambiente”.

Para el portavoz de Ecologistas en Acción, el plan presentado por el MITERD, en el caso del aprovechamiento de escombreras, le parece adecuado, siempre que incluya medidas de retirada y restauración sufragadas por las empresas mineras responsables: “Retirar materiales y depósitos que están a la intemperie en vez de reabrir minas nos parece un buen paso, pero, si no van de la mano de buena praxis industriales, se corre el riesgo de remover escombreras y contaminar más”. Y apostilla: “Si se reabre una mina, que sea con medidas claras y contundentes para que se invierta en seguridad, y, si no se cumplen, que haya sanciones rotundas. Que no se aseguren la impunidad en caso de vertido, rotura, desastre…”.

Reciclaje en serio, no infra-reciclaje

En la conversación con Cristóbal López surge también la opción del reciclaje y reutilización de aparatos electrónicos y sus componentes: “Pero igual, con buena práctica ambiental, nada de infra-reciclable, de quemarlos en hornos donde consigues una plasta de metales mezclados sin funcionalidad”. Conociendo de primera mano otras de las tecnologías de RC-Metals parece claro que se quiere desterrar ese infra-reciclaje denunciado por Ecologistas en Acción.

“Cuando queremos recuperar tierras raras u otros metales críticos de un material que ya las tiene, por ejemplo un imán de una aerogenerador o de un motor eléctrico, desarrollamos un proceso específico para ello. En este caso, trituramos el imán y lo disolvemos y aplicamos una tecnología específica que  nos permite separar uno a uno esos elementos”, explica Félix Antonio López. Añade: “Tenemos casos de éxito; ya es realidad la extracción de metales críticos de baterías y de tierras raras de imanes, y queremos dar un paso más con la instalación de una planta piloto”.

Ese paso lo detalla el investigador del CENIM-CSIC con un ejemplo: “Trabajamos con placas de circuitos electrónicos en todo tipo de aparatos. Son un auténtico yacimiento de minerales, con un contenido muy alto en cobre, oro, plata, niobio, tantalio, estaño… y un gran valor comercial. Ahora se llevan a China, donde se recuperan y los emplean en la fabricación de nuevos televisores, ordenadores o teléfonos móviles. Queremos romper ese círculo vicioso y tratar y recuperar aquí a escala comercial esos circuitos y otros metales procedentes de paneles solares fotovoltaicos, baterías o catalizadores de la industria del petróleo”.

El resto del mundo también se mueve en este campo. Un equipo de bioquímicos de la Universidad Rice en Houston (Texas, EE UU) ha ideado una fórmula para extraer tierras raras de cenizas procedentes de la quema de carbón. Otro proyecto, INSPIREE, apoyado por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología en Materias Críticas (EIT RawMaterials), desarrolla la primera planta a escala industrial de Europa dedicada al reciclaje de imanes extraídos de discos duros y motores eléctricos fuera de uso para recuperar neodimio, praseodimio, óxidos de disprosio, carbonatos y oxalatos. Por último, investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza) han desarrollado un proceso que recupera de forma eficiente el europio de las lámparas fluorescentes.

Reciclar para evitar conflictos

En la reacción a la aprobación de los 47 proyectos por parte de la CE, Adriana Espinosa, responsable de recursos naturales de Amigas de la Tierra, advertía: «Europa y España están apostando por la minería sin antes fomentar realmente el reciclaje ni reducir la demanda de minerales». Espinosa es coordinadora del citado estudio Minerales para la transición energética y digital en España: demanda, reciclaje y medidas de ahorro, donde se subraya: “Aplicando medidas de ahorro y circularidad, los metales reciclados podrían cubrir el 67% de la demanda de minerales hasta 2050”. A pesar de las expectativas, en la actualidad el reciclaje de tierras raras es una fuente marginal de materia prima: menos de un 1%.

Debe primar el reciclaje sobre la extracción. Ninguno de los yacimientos de tierras raras que se pretenden explotar en España (Serra do Galiñeiro en Pontevedra, Campo de Montiel en Ciudad Real y fondos marinos de Canarias) están entre los 47 proyectos a los que ha dado el visto bueno la CE. El ODG, junto al Enviromental Justice Atlas del ICTA-UAB, Institute for Policy Studies y CRAAD-OI Madagascar, elaboró el mencionado mapa que documenta 28 conflictos socio-ambientales derivados de la extracción, procesamiento y reciclaje inadecuado de tierras raras. Una de las preguntas clave que plantea es: “¿Cómo podemos repensar el diseño industrial, es decir, alargar la vida útil de los productos, aumentar el reciclaje y disminuir los residuos electrónicos, la generación de residuos y el uso de energía?”.

 

ECOLEC se suma a ‘El Asombrario’ #SúmateAlReciclajeResponsable

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