Tendamos puentes, no muros
En vez de mirar cada vez con más desconfianza al otro, al distinto, al extranjero, preocupémonos por construir un sitio donde la gente quiera quedarse, donde el sueño que persiguen millones de personas migrantes, desplazadas o refugiadas, se convierta de verdad en realidad. Tendamos puentes, no muros, en la UE. Construyamos una Europa de los pueblos, no de las mercancías. Nueva colaboración de Equo con ‘El Asombrario’, en torno al tema que ocupará los debates de su nueva edición de la Universidad Verde de Verano, la próxima semana.
POR CAROL GARCÍA, patrona de la Fundación EQUO
Hace poco conocíamos que se iniciaba la construcción de un nuevo muro, sí otro más, con el “objetivo de evitar la entrada de contrabandistas y terroristas” Lo que el Gobierno turco se cuidaba de decir es que este muro también se levanta frente a quien lleva caminando varios días para escapar del horror que se ha instalado desde hace años en la que antes era su casa.
La historia de los muros en Europa no es nueva, tuvimos hasta 1989 uno muy famoso, y hace poco Grecia, Hungría o la misma España han levantado muros y vallas para “contener la inmigración ilegal”, y ya de paso violar los derechos de las personas.
Todo esto en medio de la reflexión que flota en el ambiente sobre democracia y fronteras en nuestra Unión Europea, y que, desgraciadamente, cada vez se aleja más de plantear una solución para las personas refugiadas que huyen, de la guerra, de la miseria o por otras razones, y se acerca a plantear como se refuerzan las fronteras.
Hace tiempo que quedó atrás aquella imagen del cuerpecito del niño en la playa, que indignó a la opinión pública y que hizo que algo se removiera entre los y las líderes de la Unión Europea. Pero pasó y aquello se quedó en mero espejismo, porque lo cierto es que a día de hoy las políticas europeas, excepto algún país en concreto, no son las de acoger con los brazos abiertos a quienes han puesto sus ojos en Europa como la solución a sus problemas; y la esperanza de un futuro, no de un futuro mejor, sino simplemente de un futuro.
Un futuro, el de la Unión Europa, que también se tambalea entre el crecimiento de los populismos y extremismos que ponen en cuestión los mismos principios que rigieron la creación de la UE, y aquellas personas que hemos dejado de creer en ella.
La crisis social, económica, política y medioambiental por la que estamos pasando y las soluciones que han propuesto desde la UE han debilitado los pilares de solidaridad, paz y bienestar social en los que se asentó. La Unión Europea debe dar una respuesta que aun no tiene, y no solo para la ciudadanía europea, sino a nivel global, porque una Europa insolidaria, no es la Europa en que la que queremos estar.
No deja de ser una contradicción, en una Europa en la existe libre circulación de mercancías y de capitales, se ponen cada vez más trabas a los movimientos de personas. La propia UE pone el grito en el cielo con las políticas antimigratorias y xenófobas de Trump, pero luego baja la mirada ante las peticiones de asilo y refugio que hacen frente a su puerta miles de personas.
¿Cuál es realmente el problema? ¿Qué no estamos dispuestos a acoger a quienes huyen del horror? ¿Qué esquilmarán nuestro estado de bienestar? Pues no se preocupen por ello, porque son los de aquí, los políticos nacionales y europeos, los que se encargaron de hacerlo y de recortar nuestros derechos. ¿Qué no habrá trabajo para todos y que la economía no remontará? Pues tampoco se preocupen, porque ya se encargaron los mercados financieros y un sistema capitalista depredador de dejar a miles de familias sin ingreso y hacer que aumentara la desigualdad y la pobreza.
Preocúpense, eso sí, por construir un sitio donde la gente quiera quedarse, donde el sueño que persiguen millones de personas migrantes, desplazadas o refugiadas, se convierta de verdad en realidad. Tendamos puentes, no muros.
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En Septiembre, los días 8 y 9, la Fundación EQUO organiza en Logroño la IX edición de la Universidad Verde de Verano para debatir sobre El futuro de Europa: Democracia y fronteras en la era de la sociedad global.
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