Latinale: los poemas en español conquistan Alemania

Lectura en castellano y alemán de textos de Esther Andradi (centro) y de Elsye Suquilanda. Foto: C.M.S.

Lectura en castellano y alemán de textos de Esther Andradi (centro) y de Elsye Suquilanda. Foto: C.M.S.

Lectura en castellano y alemán de textos de Esther Andradi (centro) y de Elsye Suquilanda. Foto: C.M.S.

Lectura en castellano y alemán de textos de Esther Andradi (centro) y de Elsye
Suquilanda. Foto: C. M. S.

La 11ª edición de la Latinale ha concluido recientemente en Alemania, con epicentro de creatividad en Berlín. En ella, grandes talentos de la poesía hispanohablante se han encontrado y compartido momentos, versos y algunos sueños realizables. ‘El Asombrario’ repasa lo que dio de sí de la mano de algunos de sus protagonistas.

Berlín sigue bullendo, y además lo hace contra viento y marea. No le amedrentan las amenazas yihadistas, ni el ascenso de la ultraderecha. Ni la fina y húmeda lluvia que ha ido entrando esta semana.

En realidad, la actitud positiva y vital se percibe en diversas zonas de Alemania estas semanas, en torno a la celebración el día 31 de la Reformationsfest, cuando hace 500 años Lutero clavó sus 95 tesis protestantes en la puerta de la Iglesia del Castillo de Wittenberg. La gente come y pasea animadamente por sus calles y disfrutan con interés de la desbordante oferta cultural de ciudades como Weimar, Wittenberg, Eisleben y Berlín.

En el caso de la cubista capital, reconstruida ladrillo a ladrillo tras la segunda gran contienda, sajada por un muro lacerante durante 28 años, recompuesta más a golpe de sueños que de inversiones, mantiene su línea multicultural y, por tanto, rica e imprevisible. Hace dos años hablábamos aquí de las manifestaciones literarias en castellano en Berlín, de los encuentros Spanisch-Deutsch, de los eventos en euskera, de las mixturas entre unos y otros idiomas, con sorprendentes resultados. Pues la Latinale viene a ser la confluencia de más relieve de esos talentos bilingües, y de la poesía de autores hispanohablantes en Alemania.

Hace 11 años que arrancó la primera edición de la Latinale, principalmente en Berlín, tal y como recuerda la escritora y periodista Esther Andradi, testigo del antes y el después de la Caída del Muro. Considera que la Latinale es “un encuentro que renovó la forma de difundir la poesía en español en Alemania”. ¿Cómo? “Ocupándose de poesía experimental, incorporando voces de diferentes ámbitos (género, etnia, periferias urbanas, etc.). Poniendo el acento en la traducción y en talleres de traducción de poesía, que es la forma de consolidar conocimiento cuando se trata de otros idiomas, otros mundos. Porque desde el comienzo trató de interesar la relación poética entre los mundos del español y el alemán, es decir, no solamente invitar a poetas del área hispanoamericana, para que dijeran aquí su poesía en español, y su traducción -como normalmente se hace-, sino también promover la relación, el encuentro e interrelación con poetas contemporáneos de Alemania”, enumera Andradi.

En Berlín jugar con las letras y palabras es muy usual. Foto: C. M. S.

En Berlín jugar con las letras y palabras es muy usual. Foto: C. M. S.

Para la veterana escritora, este último sería “el aspecto más novedoso, y el más difícil, porque implica encontrar vías diferentes para interesar a poetas de Alemania en la poesía hispanoamericana… y viceversa”.

Poesía diferente, experimental, performativa… suele pasar por la Latinale. Como la de Elsye Suquilanda, ecuatoriana que reside en Berlín. Normalmente Elsye declama, realiza performances, participa en vídeos… y todo ello en castellano y alemán. Los resultados son curiosísimos.

En este caldo de cultivo tan original, y como no podía ser de otra manera en Berlín, la Latinale ha seguido al Fieber, festival que convoca a artistas de Iberoamérica de todas las disciplinas del arte, y es autogestionado. “Una proeza que se realiza cada dos años. Esta vez fue la cuarta versión ¡y fuimos más de 60!”, narra Esther Andradi.

“La Latinale ha encontrado su lugar permanente en el calendario de eventos de Berlín. Desde 2006 trae una auténtica pieza de sentimiento latinoamericano a la ciudad”, define Christian Tänzler, responsable de visitBerlin y conocedor de algunos países latinoamericanos. Así como de su idioma.

En este sentido, Tänzler valora que, “como la relación entre Latinoamérica y Berlín es muy fuerte y desarrollada, este festival tiene muchos admiradores en Berlín y siempre es una plataforma para un intercambio intercultural. Eso encaja perfectamente en el espíritu cosmopolita de la capital alemana”.

Su colega Julia Rautenberg le secunda: “Exactamente, es grandioso e importante que Berlín, como ciudad multicultural, de mente abierta y tolerante, también cree un escenario para festivales más pequeños como la Latinale. Es una de las numerosas ofertas maravillosas que la escena cultural de la ciudad tiene para ofrecer”.

Evocando las piedras y los manglares

Timo Berger y Rike Bolte vienen organizando el grosso de la Latinale en Alemania, de ahí que la pasada semana hayan estado absorbidos por sus múltiples convocatorias y desplazamientos. Por primera vez, el festival ha tenido también sede en Munich, lo que ha llevado a Laura Haber, joven traductora, a multiplicarse estos días para poder desarrollar una convocatoria tan esperanzadora en Baviera.

Betty Konschake, en prácticas en el Instituto Cervantes, está muy contenta por haber co-organizado esta edición: “Es un proyecto muy bonito, que le da un espacio grande para comunidades poéticas que en sus países son relativamente pequeñas, y eso hace que, según la premisa ‘juntos somos más fuertes’, la comunidad latinoamericana de poetas sea más grande y que juntos lleguen a crear algo más grande que aquí, en Alemania, tiene un público interesado. En las novedades, porque aquí nos gustan las vibras buenas de los países hispanohablantes y asimismo las innovaciones. Por ello, Latinale sirve para crear conciencia sobre la diversidad del arte y del poder que tiene la poesía para trascender fronteras”.

Entre los encuentros más jugosos, se cuentan las Cartas inter-poéticas de poetas del Caribe: Alejandro Álvarez, de Puerto Rico; Frank Báez, de República Dominicana, y Lina Nieves Avilés, también de Puerto Rico y residente en Berlín. El poeta alemán Björn Kuhlik se unió a ellos, tras haber pasado por Cartagena de Indias. Creando un contrapunto entre la estética barroca y la poesía minimalista de Kühlik, que abrió con todos los honores la Latinale.

El sábado 21, el Instituto Cervantes acogió La última en irse, una fiesta con pisco boliviano, vino argentino y poesía latinoamericana de Puerto Rico, México, Argentina, Colombia, Chile, Bolivia y Perú. Además, la moderadora, Ofelia Harms, de la Deutsche Welle, cumplía años. Se declamó, con onomatopeyas, con palabras bailarinas, con dulzura, con contundencia… Pero hubo espacio para todo: también se recordó al joven argentino activista por los derechos de los mapuches Santiago Maldonado, cuyo cadáver apareció recientemente tras una escandalosa desaparición.

El editor Juanje Sanz, el organizador de la Latinale, Timo Berger, y el escritor y profesor Jorge Locane, en La Rayuela. Foto: C.M.S

El editor Juanje Sanz; Timo Berger, organizador de la Latinale; y el escritor y profesor Jorge
Locane, en La Rayuela. Foto: C. M. S

Y las librerías. Porque, más allá de autores, editores, institutos o embajadas, las librerías hispanohablantes en Alemania, y muy concretamente en Berlín, juegan un papel de pegamento cultural impagable. Cuántas presentaciones y fiestas se han hecho en La Rayuela (Kreuzberg) de autores centroamericanos, de poetas de aquí y de allá, con traductores imprescindibles -también-. Autores y autoras de origen español, argentino, colombiano…

En esta ocasión, una de las lecturas ha tenido lugar en Amarcord, librería de nueva creación. Y la nueva librería iberoamericana berlinesa Andenbuch, que hasta hace semanas sólo vendía libros on line, desde septiembre cuenta con un local muy nutrido en Bergmannstrasse 59. La Escalera ha vuelto a las andadas y Bartleby se mantiene en Kreuzberg.

Importante recordar que, en Berlín, lo habitual es que las librerías sirvan café y las cafeterías, libros…

Una antología con 16 autores

Es arriesgado y siempre cuenta con buen olfato para realizar antologías en lugares cruciales. Juanje Sanz, editor de La Única Puerta a la Izquierda (de origen vasco), ya desarrolló antologías como El Tejedor en Madrid o El Tejedor en Nueva York. Después, se lanzó a la aventura de visibilizar las voces bilingües en Berlín, con un título homónimo. Y, este año, reunido con Timo Berger en una presentación, le planteó: “¿Y por qué no una antología con los poetas que acudirán a la Latinale en otoño?”.

Dicho y hecho. Bueno, no tan fácil, claro, ya que el libro ha sido confeccionado contrarreloj, y no ha podido ser más que en castellano. Pero los poemas de los y las poetas más destacados en esta edición están plasmados en él.

Juanje lo cuenta con ilusión, aunque sabe que en estos encuentros más que negocios se establecen vínculos e ideas. Con todo, los organizadores de la Latinale presentaron su trabajo con un gran aplauso, en el Instituto Cervantes, donde muchos pudieron conocer de cerca la calidad de los autores seleccionados.

Sanz recuerda cómo Ernesto Estrella y Jorge Locane hicieron posible El Tejedor en Berlín, agrupando a firmas de relieve hispanohablantes. Cumplida esa misión, siguieron en contacto, ya que, por ejemplo Locane, escritor y profesor, edita la revista Alba, que ofrece la versión en castellano y en alemán de los poemas.

Normalmente, además de la saga de El Tejedor…, La Única Puerta a la Izquierda presenta Las noches de LUPI en ciertos festivales. Como el de Edita, en Punta Umbría; en Bilbao o en Moguer (Voces del Extremo). “Nos pusimos a trabajar y la imprenta hizo llegar los ejemplares al Instituto Cervantes desde Madrid”. En el libro están Frank Báez, Roxana Crisologo, Paula Abramo, Miguel Ángel Petrecca, Adelaide Ivánova… Son 16 autores, con unos 70 poemas. En 134 páginas.

Creatividad en el aire de la Latinale, siempre… Apoyar a la poesía hispanoamericana es el objetivo, considera Juanje Sanz. “No deja de ser un colectivo de 500 millones de personas”. La recepción de la antología ha sido “de agradecimiento e interés” y con ella el castellano que no siempre recala en Alemania puede tener más opciones ahora. Bremen, Munich, Osnabrück… La Latinale ha ido depositando sus poemas y propuestas por diversas ciudades alemanas. Incentivando el interés por la lírica a la que no le asustan los océanos. “Cuando todos se van, ella se queda”, reza la Latinale. Y es que la poesía es así, tozuda, contestataria, soñadora. Suave y firme como un junco…

Aunque no lo parezca, esta librería de libros a 1 euro, en Kreuzberg, es muy frecuentada por los escritores. Foto: C. M. S.

Aunque no lo parezca, esta librería de libros a 1 euro, en Kreuzberg, es muy
frecuentada por los escritores. Foto: C. M. S.

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