¿Qué tienen en común Fellini, María Zambrano, Stendhal y Bolaño?
Matadero Madrid acoge hasta el 27 de mayo la exposición de los 24 artistas e investigadores del curso 2016/2017 en la Academia de España en Roma. ‘Processi 144_M, entrelazarse con Roma’ nos remite a los 144 años de vida de esta institución –fue creada en 1873 durante el Gobierno de la Primera República-, por la que han pasado 920 becados, que la consolidan como un centro de creación de excelencia, un espacio para el conocimiento en el corazón de la ‘ciudad eterna’. Allí se han entrelazado investigaciones y miradas artísticas en torno a María Zambrano, Bolaño, Fellini, Stendhal, Lord Byron, Ovidio…
Este año, la exposición con los resultados creativos e investigadores de los becados en Roma ha cambiado las salas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando –su matriz-, caserón en el centro de Madrid, junto a la Puerta del Sol, por los generosos espacios municipales de Matadero, ganando así indudablemente en vistosidad y claridad, pero perdiendo algo del encanto y la intención de las raíces y la historia en el discurso. La muestra, comisariada con acierto y sin egocentrismos superfluos por Enrique Bordes, ex alumno de la Academia (allí estuvo en 2015), arquitecto especializado en narración a través del diseño expositivo, el cómic o la fotografía, se centra en cómo en la sociedad, el arte, en la creación actuales, adquiere especial relevancia “lo entrelazado”; así, el cómic se transforma en pintura, la gastronomía en instalación, el diseño industrial en escultura. Es el valor del cruce, de la convivencia, que permite saltos de formato y técnicas, y que es también una de las pautas esenciales de las residencias en Roma entre gente tan diversa, que se alimenten mutuamente de lo que cada uno se inspira y hace. Así, Ovidio, Fellini y Stendhal se mezclan con María Zambrano y Bolaño…
Aitor Lara ha llevado a cabo un proyecto fotográfico inspirado en el concepto de razón poética, núcleo fundamental del pensamiento de la escritora María Zambrano, que sentía verdadera fascinación por lo sagrado, la ruina, lo secreto, lo invisible que envuelve a Roma. Antonia Santolaya ha compuesto la novela gráfica Trastevere Paraiso, sobre una mujer que entra en un grupo terrorista en los convulsos años setenta en Roma. David Jiménez reflexiona en su proyecto fotográfico sobre cómo el tiempo desgasta, destruye pero también construye y reconstruye, a través de un recorrido exhaustivo por la ciudad, “con especial atención a monumentos, museos, iglesias y palacios, pero también a cada detalle que pueda ser reinterpretado, como las vetas de una piedra que crean un paisaje o aquella nube que cruza la perspectiva de una calle”.
En Las Sobrantes, Estibaliz Sádaba plantea “apuntes para una cartografía de la ciudad de Roma desde una perspectiva de género”, en un proyecto videográfico que aborda el activismo feminista de los 70 y los 90. En Estatuas que hablan, Estrella Torrico se detiene en las llamadas esculturas parlantes, las redes sociales del Renacimiento; esculturas en las que los ciudadanos dejaban mensajes con críticas al Papa, la curia romana, nobles, embajadores…; comenzaron a hablar en 1501 y fue práctica habitual durante más de cuatro siglos.
Joan Casaramona parte de la novela de Roberto Bolaño Una novelita lumpen, que muestra una Roma suburbana y enrarecida desde los ojos de una adolescente huérfana, para desarrollar un proyecto en torno al papel de la ilustración en relación con la literatura. Juan Gómez Bárcena aborda la evolución de un personaje de la Antigua Roma, Ovidio, que fue desterrado en el año 8 por Augusto a la lejana Tomis (actual Rumanía), y su evolución en la consideración de los límites entre lo bárbaro y lo civilizado. Mercedes Jaén aborda la enigmática cultura etrusca a través de un catálogo de espejos. Miki Leal se ha detenido en los arquetipos del dandy en Roma, desde Dickens y Lord Byron a Stendhal.
Rosalía Banet ha montado la instalación El Gran Banquete, que toma como punto de partida los banquetes del Bajo Imperio Romano, para establecer una conexión entre ese periodo histórico y la actualidad; un banquete fúnebre que representa a una sociedad deshumanizada, con alimentos que no alimentan sino contaminan, signo de despilfarros y superficialidades, de falta de esencias, de, en fin, decadencia. Santiago Lara baja al inframundo en su proyecto pictórico, un descenso simbólico a la Roma subterránea. Santiago Ydáñez ha reinterpretado obras clásicas de Roma a través de su pericia en lienzos de muy gran formato.
La cubana Suset Sánchez rescata la figura del compatriota Jorge Carruana, artista multidisciplinar –pintor, ilustrador, diseñador gráfico, caricaturista, director de cine-, que nació en La Habana en 1940 y falleció en Roma en 1997. Tyto Alba parte de los paseos nocturnos por Roma de un maduro Federico Fellini que sufría de insomnio, para desarrollar un cómic sobre la relación entre el personaje y la ciudad. Víctor Resco, que entiende la moda como un lenguaje plural mediante el que plantear nuevos contextos narrativos, se nutre de artistas como Giorgio de Chirico para desarrollar una colección de moda femenina con un marcado carácter gráfico y constructivista. Xosé Prieto Souyo ha investigado sobre las redes de afinidades, apoyos y complicidades que se tejieron en los años 60 y 70 entre el activismo opositor al franquismo y figuras italianas de la cultura y los sindicatos…
Y así hasta 24… Ana Lombardía, Beatriz Ruibal, Carlos Cartama, Claudio Sotolongo, Irene Cantero, Laura F. Gibellini, Los Bravú, Santiago Giralda… hasta componer un complejo y entretenido entramado que desborda creatividades entrelazadas, hibridación, planteamientos replanteados.
‘Processi 144_M, entrelazarse con Roma’. Hasta el 27 de mayo en Matadero Madrid, Centro de Residencias Artísticas.
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