¡A por el Euro-Árbol!
El candidato español a Árbol Europeo del Año 2022 es un espléndido roble gallego, el Carballo del Bosque del Banquete de Conxo, en Santiago de Compostela, elegido en votación popular con 23.000 votos. Este magnífico carballo pasa a ser el dignísimo sucesor de la Carrasca de Lecina (Huesca), que el año pasado se convirtió en la ganadora europea de este concurso anual que congrega a casi una veintena de países, en una celebración del compromiso de la sociedad con sus árboles.
Cuando tanta gente está pendiente estos días del Festival de Eurovisión, de la canción europea del año, en El Asombrario enfocamos nuestra atención a otro gran concurso europeo, el del Árbol del Año.
La elección del Árbol del Año en España es una iniciativa de la ONG Bosques sin Fronteras, con la colaboración del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Fundación Feu Vert y FSC España. El Carballo de Santiago se proclamó ganador nacional el pasado diciembre con 23.000 votos; en segundo y tercer puesto quedaron, respectivamente, la Sabina de Blancas, en la comarca del Jiloca (Teruel), y el famoso Drago milenario de Icod de los Vinos (Tenerife). Desde que comenzó este concurso en España en 2016, en el que cada año en torno a una decena de árboles se disputan el galardón y reconocimiento –pues el distintivo les da mucha visibilidad a ellos y a la zona donde crecen–, pinos, robles y encinas son los candidatos más habituales
El Carballo (Quercus robur) del Bosque del Banquete de Conxo es un espléndido ejemplar –30 metros de altura, un perímetro del tronco de 3,75 metros y una edad aproximada de 250 años– con mucho significado social e histórico. Por varias razones, que nos detalla Susana Domínguez Lerena, ingeniera de montes y consultora ambiental, presidenta de la asociación Bosques sin Fronteras y actualmente también presidenta de FSC España: “En primer lugar, este carballo, el árbol icónico de Galicia, simboliza el bosque tradicional gallego, perdido en tantas zonas; simboliza la resistencia en ese bosque de Santiago, donde había más de un millar de robles y ahora solo quedan 40. Además, al haber quedado tan pegado al casco urbano de Santiago, representa también a todos esos bosques urbanos que contribuyen a mejorar y hacer más saludable la vida de la gente que vive en las ciudades”. Tiene además un valor social, ya que, según explica la ficha del concurso, “está situado en un bosque abierto al público muy recientemente, en la primavera de 2018, tras haber estado inaccesible desde 1885, fecha en la que la finca original donde se emplaza, de más de 20 hectáreas y bañada por el río Sar, se destinó a espacio solo para internos del Manicomio de Conxo”.
Y tiene también un gran valor histórico, como testigo, el 2 de marzo de 1856, “del insólito e histórico Banquete Democrático de Conxo, celebrado en sus inmediaciones; un acto organizado por estudiantes universitarios (principalmente el poeta romántico Aurelio Aguirre), donde los jóvenes quisieron servir la mesa a los artesanos y obreros, como un símbolo revolucionario de igualdad, libertad y fraternidad, los valores democráticos recibidos de la Revolución Francesa”.
Los robles de Rosalía de Castro
Valor literario también, ya que –y volvemos al perfil del carballo en la web del concurso– este bosque fascinó a Rosalía de Castro. “La gran poeta denunció desde 1881 la tala incontrolada de muchos de estos robles. Lo hizo en un poema titulado precisamente Los robles, de su libro En las orillas del Sar (1884). Llegó a exclamar en sus versos: “Jamás olvidaré”, “Profanación sin nombre”. Y su última novela, El primer loco (1881), está ambientada precisamente ahí. Sus textos de defensa de la naturaleza y de estos árboles constituyen hoy una de las primeras proclamas ecologistas en España y de lucha por la salud de los árboles y del medio natural”.
Susana Domínguez nos adelanta que el próximo lunes el Ayuntamiento de Santiago y Bosques Sin Fronteras harán una presentación oficial del candidato español al Euro-Árbol, y darán a conocer el acuerdo conjunto con FSC por una gestión responsable y sostenible del Bosque del Banquete de Conxo.
Vamos, que nos parece un candidato potentísimo para pelearse en las próximas semanas por lograr que nuevamente un ejemplar español gane en el Árbol Europeo del Año. La votación a nivel continental arrancará el 1 de febrero. El ganador, el Árbol 2022, se dará a conocer a mediados de marzo.
La carrasca de Lecina, primer ganador español en Europa
El ganador de 2021, nuestra carrasca de Lecina –una extraordinaria encina milenaria con una altura de 16,26 metros y un perímetro del tronco de 7 metros, llena de leyendas de brujas en torno suyo– se convirtió en el primer árbol español que ganaba este concurso, que comenzó en 2011, y el primero que ganaba, tal como quiere subrayar Susana Domínguez, con más de 100.000 votos. “Todos esos votos representan la complicidad del territorio, de la gente que lo habita, con su árbol”, señala la presidenta de FSC. “Y eso es precisamente lo que queremos promover desde Bosques Sin Fronteras y desde el certamen del Árbol Español y el Árbol Europeo del Año: que la gente sienta sus árboles, los bosques, como algo suyo, como un orgullo, una seña de identidad. La implicación de la sociedad con sus árboles, más allá de su monumentalidad”.
Que nos identifiquemos con lo que representan: Vida, salud, belleza, naturaleza, comunidad. Memoria y futuro.
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