Agustín Díaz Yanes: «Tengo alergia a las banderas y al movimiento independentista catalán»
Agustín Díaz Yanes vuelve a encontrarse con Arturo Pérez-Reverte en su nueva película, ‘Oro’, historia de un grupo de desheredados del siglo XVI en busca de una ciudad hecha de oro en la selva americana. Crónica de hace 500 años que revela los mismos conflictos que se viven en este siglo XXI.
POR BEGOÑA PIÑA
Agustín Díaz Yanes ha retrocedido 500 años en la Historia para retratar, sin tener demasiada voluntad de ello, lo más salvaje y desesperado de este mundo del siglo XXI. Un grupo de hombres, la mayoría pobres que intentan sobrevivir, encerrados en una selva hostil y desconocida, en busca de un oro por el que apuestan su futuro, luchan a muerte entre ellos. Codicia, violencia, deslealtad, enfrentamientos por el poder, el sexo o los nacionalismos, fanatismo religioso… -que han sobrevivido en similar estado todos estos siglos- conviven con algún espíritu menos atormentado, más aventurero, y con dos mujeres que no ambicionan el oro, sino la libertad.
Película coral, con Raúl Arévalo, Bárbara Lennie y José Coronado en los papeles principales, Oro es un nuevo encuentro del cineasta con Arturo Pérez-Reverte, autor del relato en el que se basa esta ficción, y un homenaje al montador Pepe Salcedo. Con sabor a western, rodada espléndidamente, sin los complejos del cine español, el filme es la crónica de una aventura de 30 hombres y dos mujeres, “gente que no era nadie, sin nada que perder y todo que ganar”.
No es la primera ver que sus protagonistas son pobres que intentan sobrevivir, ¿por qué insiste?
No lo había pensado, pero es verdad, aunque no sé por qué. Aquí otra vez es gente humilde que intenta sobrevivir como puede. Dicen que un director hace siempre la misma película.
El mundo de estos personajes del siglo XVI en la selva americana ¿sirve de espejo al mundo de hoy?
Jover Zamora nos decía en la facultad que los siglos XVI y XVII era los que más se parecían al XX. Por otro lado, Montero Díaz decía que Flandes y las Indias eran nuestro Vietnam, las guerras que nos fueron quitando el alma. La Historia tiende a repetirse, suerte cuando no lo hace.
Habla usted de Vietnam, pero ‘Oro’ sabe más a western, ¿no?
Siempre para hacer una película veo unas cuantas como inspiración. En este caso, el referente principal ha sido La venganza de Ulzana, de Robert Aldrich. He visto películas de Vietnam, pero es verdad que no me sirvieron tanto. También tiene vínculos con Grupo salvaje, unos hombres que se meten en un lío por una razón extraña. Esto es lo mismo, unos españoles por la selva en busca de oro pensando que va a cambiar sus vidas. Y aquí hay indios hostiles a los que ocupan su territorio, otros que trabajan para los españoles… El western es el gran género del cine.
La mayoría de los personajes se mueven por codicia, eso tampoco ha cambiado mucho con los siglos, ¿no?
No. El oro lo mueve todo. Pero entre los personajes hay diferencias; está el que interpreta Raúl Arévalo, que es más un descubridor, que prefiere la fama a la fortuna, y está el que interpreta Bárbara Lennie, una mujer que no ha tenido vida y que en la selva encuentra su único espacio de libertad donde dejar de ser una mujer inexistente.
Es mi percepción o ¿ha sido más libre creando el personaje de las dos mujeres?
El personaje de Bárbara Lennie es el que está pensado más contemporáneo, me he resistido a hacerlo como eran las mujeres de la época. Aunque estoy seguro de que las mujeres pensaban de una forma diferente a como dicen los libros de Historia. Los personajes femeninos han sufrido un gran deterioro en las películas en los últimos 15 años. Esto no puede ser. Y es curioso porque ahora hay una cantidad como nunca de extraordinarias actrices. No entiendo por qué no se les presta mayor atención a los personajes femeninos. Las películas buenas siempre tienen que tener una mujer protagonista.
Entre los conflictos que viven estos soldados está el de los nacionalismos. ¿Otro reflejo de la actualidad?
La Historia no ha cambiado y la de España es más complicada que la de otros países europeos, aunque ha ocurrido en todos. Yo soy poco didáctico, no lo he hecho por lo que está pasando ahora en Cataluña, pero es verdad que en España tenemos problemas que no están bien resueltos. A mí y a todos los antiguos militantes del Partido Comunista de España nos cuesta entender esto de los nacionalismos excluyentes. Tengo alergia a las banderas y al movimiento independentista catalán. ¿Qué es eso de ‘me quiero separar porque quiero ser más rico’? Me espanta la política de los sentimientos. Yo ya tuve la mala suerte de vivir cuando vivía Franco, ahora no entiendo que parte de la izquierda apoye esto.
De alguna manera, en el movimiento independentista catalán hay una cosa que también está en ‘Oro’, la idea de la desobediencia necesaria, ¿no?
Las rebeliones vienen cuando hay indecisión en el mando. Las películas serias cuentan problemas parecidos a los que se tienen en cada momento, pero el mes que viene la lectura de la película será otra y será diferente que la del año que viene.
Pues volvamos a ‘Oro’ y a los pobres.
Quitando la República y los gobiernos de González, nunca hemos tratado bien a los pobres, es una constante española. Ves la película Dunkerque y te das cuenta de que los ingleses incorporaron a los pobres, les hicieron partícipes.
Hay mucha violencia y crueldad en su película, ¿ha medido el alcance de ello?
En las películas se hace una estilización de ello. Yo no creo que el ser humano sea tan cruel, creo que se ha logrado un punto de civilización en el que se mantiene una cierta cordura. Aunque hemos tenido dos guerra mundiales hace muy poco, y el nazismo y los gulags y la bomba atómica…
La selva funciona como espacio casi único en la película, ¿ha sido especialmente duro el rodaje?
En realidad estaba asustado como una liebre. Paco Femenía (director de fotografía) y yo hablamos muchísimo, porque ahora casi todas las películas se hacen de la misma forma. Sabíamos que la selva podía ser monótona, es un coñazo, así que apostamos por tenerla de fondo y por poner a los personajes delante. Paco se trajo la cámara anamórfica que utilizó El Chivo (Emmanuel Lubezki) en El renacido de Iñárritu. Nos quitamos los aparatajes gordos, no usamos ni steadycam ni grúas, Paco se inventó un palo y así rodamos.
Por cierto, sin hace ningún alarde, que es bastante habitual hoy en el cine español; ¿no le tentó?
Procuré limitar todo alarde de producción. Todos los planos de drones que he visto, por ejemplo, son absurdísimos, es mejor integrar al personaje en el paisaje sin dar el coñazo. Además, hay que conocer bien los límites del cine español; por muy estupendo que te pongas, habrá 100 películas de EE UU con un plano brutal infinitamente mejor que el tuyo y tú quedas un poco memo.
Comentarios
Por Angel, el 09 noviembre 2017
Cuando hablamos de nacionalismos siempre se piensa en los nacionalismos menores y sin embargo reforzamos la idea del nacionalismo mayor,el nacionalnacionalismo.Acaso cuando nos referimos a España como ente no es también nacionalismo?Creo que un chimpance es menos contradictorio que nosotros,los humanos.
Por EleX, el 10 noviembre 2017
No te enteras. Se ha extendido la idea de que todo aquello que se enfrenta a un nacionalismo es otro nacionalismo pero de una nación diferente. Es un error que ignora lo que en realidad es el Nacionalismo: una ideología (nacida allá por finales del s. XVIII). Un nacionalista no es alguien que ama a su tierra, ni alguien que la defiende necesariamente. Es alguien que quiere una identidad muy concreta y determinada para lo que considera «su tierra» (configurar «el poble»); una sociedad pura, o casi, con una cultura única, una lengua única y una religión única. Alguien que se siente oprimido y agraviado si alguien insinúa que podemos vivir unidos por el respeto y las leyes que nos hemos dado entre todos, incluyendo a aquellos que por su identidad no encajan en ese «poble» conceptual.
Por Flavio C. Juliano, el 10 noviembre 2017
El nacionalismo español es la causa y origen de los nacionalismos vasco o catalán. Hay gente, como este Epimeteo, que solo ve la reacción, nunca la causa de ella.Qué le vamos a hacer.
Por MANUEL, el 09 noviembre 2017
A MI TAMPOCO ME GUSTAN LOS NACIONALISMOS.
PERO SI ME GUSTA LA LIBERTAD. Y LA GENTE TIENE QUE SER LIBRE PARA PERTENECER AL PAÍS QUE QUIERAN, SI NOS GUSTA COMO SI NO.
Y SI LAS LEYES DE UN PAÍS DICEN QUE NO PUEDEN VOTAR LO QUE SEA, PUES QUE CAMBIEN LAS LEYES, PORQUE ESAS LEYES NO SON DEMOCRÁTICAS, SON RESTOS DEL FASCISMO (LA IDEA DE LA UNIDAD DE ESPAÑA=»ESPAÑA UNA…»
Por Uno, el 09 noviembre 2017
Y eso de «no os váis porque no nos da la gana», ¿qué tal lo ve? ¿De verdad que lo único que hay detrás del independentismo catalán es el deseo de irse «porque son más ricos»? ¡Anda ya! No son nadie algunos cuando se ponen a simplificar.
Por mob, el 09 noviembre 2017
otro nacionalista español que no quiere saber que lo es
Por kalergi, el 09 noviembre 2017
Otro «no nacionalista» que,eso sí, no quiere que le toquen la sagradaunidaddespeña. Desir que unos se quieren separar para ser más ricos demuestra tal ignorancia de lo que pasa que retrata al «progre» Díaz Yanes. Naturalmente, que encarcelen a un gobierno legítimo sin previo juicio no le parece mal. Todo sea por preservar la unidad (no nacionalista, que quede claro) de ESSSpaña.
Por turrón, el 09 noviembre 2017
El nacionalismo más intenso y poderoso de la Península Ibérica es el nacionalismo español.
Por Marcelino, el 09 noviembre 2017
y el nacionalismo español que?. Tu opinión sí es nacionalista -pero española claro-, o es que no existe. Muestra un grado de desconacimiento de lo que ocurre muy grande. Mira de informarte en medios plurales. No hables con prejuicios, es de ignorantes
Por Arantza, el 09 noviembre 2017
Que facil es opinar para no perder el paraguas del estado en cuanto a ayudas y que no te lluevan criticas,eso si!!! todo vestido de dignidad y progresia,intelectuales domesticados,que patetico!!!!!
Por Bron, el 09 noviembre 2017
La cita ‘me quiero separar porque quiero ser más rico’ es de una profundidad intelectual supina. Pone en otra boca una afirmación pueril que no se corresponde con la realidad. Mejor que no sea didáctico, porque se le da fatal.
Por El Asombrario & Co., el 09 noviembre 2017
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Por Elena, el 09 noviembre 2017
Y yo tengo alergia a la gente «individualista», «oportunista», «insolidaria» que se olvidan que para que nosotros disfrutemos hoy de algunos derechos, otros han luchado y hasta perdido la vida por estos…
…estás personas que van de «intelectualoides que están por encima de todo» solo piensan en sus propios intereses, y como ya se «acomodaron» en su propio estado de «Buen confort», les importa una mierxxx las luchas de los demás… solamente aumentar su cuenta corriente.
En fin…me imagino que es el mal de nuestros tiempos…cada uno que se salve como pueda…
…mi apoyo a todas las luchas organizadas por recuperar sus derechos sociales! Sobre todo si se trata de la cultura y la identidad, y si se han de usar banderas para visualizarlo y expresarlo, pues usarlas…que esta globalización nos está quitando hasta eso…nuestras culturas, nuestras identidades, hasta el nombre y seguro que pronto hasta la dignidad.
Por joan, el 10 noviembre 2017
Otro nacionalnacionalista españistaní….
Y anda que con quien aparece en la foto….
Por Carlos de Castro Lorenzo, el 06 julio 2019
Es posible que ya lo conozcan, pero si no fuera así recomiendo a Perez Reverte y Diaz Yanes que escuchen, lean y disfruten el disco «Auto da Pimenta» del músico portugués Rui Veloso y su letrista Carlos Tê.
Por Carlos de Castro Lorenzo, el 06 julio 2019
…y cada vez que se tratan éstos temas recuerdo lo que disfruté con Alvar Mayor, el tbo de Trillo y Breccia
Por Carlos de Castro, el 06 julio 2019
…y del «Sartine», de Juan Granados