Albert Pintó y Caye Casas: “Si Dios existe, es muy cabrón”
“El error más grave que ha cometido Dios es crear al ser humano”. Albert Pintó y Caye Casas, directores, guionistas y ateos, se han permitido el juego de imaginar que Dios, ‘su’ Dios, existe y ha vuelto a dar una segunda oportunidad a la especie humana, cuando ya quedan poquísimas posibilidades de salvar el planeta. Así, en ‘Matar a Dios’, película que conquistó el preciado Premio del Público en la pasada edición del Festival de Sitges, ponen a cuatro personajes de una familia, en la noche de fin de año, ante la decisión más importante de su vida y de la de toda la humanidad: deben elegir a dos personas para perpetuar la especie, el resto morirá.
POR BEGOÑA PIÑA
Comedia negra, negrísima a veces, la película está protagonizada por Emilio Gavira, en el papel de un Dios siniestro y oscuro, y por Itziar Castro, Eduardo Antuña, Boris Ruiz y David Pareja. Cuatro miembros, no demasiado bien avenidos, de una familia que solo ven una manera de terminar con el ultimátum que les ha dado Dios. Entrevistamos a los directores, que contestan a dúo.
El humor, aunque sea negro, ¿era la única forma de enfrentarse a este tema tan grave o es marca de la casa?
El humor negro y el surrealismo son marca de la casa. Nos gusta contar historias con temas potentes, pero con tintes de humor negro, es mejor para no caer en la pretensión. El humor te permite hablar de temas importantes y llegar mejor al público.
Los personajes de la película son bastante extravagantes, ¿así es la humanidad?
Queríamos acercarnos al concepto de la Familia Adams. Se trataba de crear una fábula ayudada por el surrealismo y que todo fuera creíble. La localización y la foto… todo en la película está pasado de vuelta.
El aspecto físico de los personajes también está muy marcado. ¿Por qué?
Queríamos algo realista pero con un punto de cuento, de cómic. El personaje de Dios está escrito para Emilio Gavira, no le dimos opción, le dijimos que no podía decir que no. Dios no tiene por qué ser enano, pero como Emilia Gavira lo es, Dios también. Son actores que nos encantan y nos encantan los físicos diferentes. Estamos muy cansados de esas mujeres jóvenes y perfectas, queríamos a una mujer de 40 años y nosotros pensamos en Itziar Castro. Nos gustan los físicos diferentes. Estamos hartos de postureos y de la piel ultrafina que tienen todos.
Ustedes ponen cara a cara a Dios con sus propias criaturas…
Uno de los temas es que Dios se da cuenta de que su error más grave ha sido crear al ser humano. Ahora les da otra oportunidad, elegir a los nuevos Adán y Eva, y la película se pregunta si cuatro desgraciados van a saber elegir a las personas perfectas.
En la película Dios existe, ¿ustedes son creyentes?
No somos creyentes, menos del Dios católico que nos explican. Somos dos ateos hablando de un Dios que si existe, nuestro Dios, es muy cabrón y está rozando ser el diablo. Pero es que en la Biblia, Dios comete una barbaridad de muertes. Dios es un cabrón porque las cosas no es que vayan muy bien.
¿Creen que ya nos hemos cargado el planeta?
Bueno, hay un punto de inflexión desde hace tiempo. El ser humano se ha cargado el planeta. Somos una especie con la filosofía de ‘el futuro no nos importa porque no lo vamos a vivir’. Esta es una película que habla sobre ello, pone en duda al ser humano y hay un Dios que ahoga a los personajes. Muy apropiado para estos tiempos. Parece que el ser humano no se da cuenta de lo mal que lo estamos haciendo.
Demasiado negativos y pesimistas; ¿no hay ninguna posibilidad con el ser humano?
No tenemos ninguna visión positiva de la especie humana. Pero esta no es una película pretenciosa, nosotros solo queremos poner un tema encima de la mesa. Desde el humor la gente puede darle una vuelta más.
Sus personajes se enfrentan al fin de la especie, pero siguen con sus miserias, ¿todos somos así?
Las miserias que llevamos las llevamos siempre, algunas son chorradas y otras, no. Las de los personajes están inspiradas en experiencias propias. En el ser humano hay vengativos, celosos, machistas, depresivos… Nuestras miserias nos definen y todos tenemos miserias. En todas partes cuecen habas y en mi casa calderadas.
¿Levantar un proyecto de estas características, sobre todo por ser comedia negra, es todavía muy complicado?
Nos pasa siempre con nuestros proyectos, que cuesta mucho que las instituciones nos hagan caso, no hemos recibido ninguna ayuda. Pero luego demostramos que nuestras cosas funcionan con el público. La comedia irreverente, que es nuestro estilo, no está de moda. Ha sido el público el que nos ha hecho llegar donde estamos, nos da confianza en lo que hacemos.
Si se vieran en el caso de los personajes, ¿se salvarían a ustedes mismos?
Caye Casas: Yo, sí. Soy muy egoísta. Sería una experiencia muy increíble de vivir, aunque luego acabara loco o suicidándome.
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