Amar es como navegar desorientados por el cielo
RELATOS / UN AMOR DE VERANO
De la mano del Taller de la escritora Clara Obligado, ‘El Asombrario’ os ofrece durante agosto una nueva serie de relatos. Este año, el eje sobre el que giran todas las letras es un amor de verano. Hoy nos vamos al cielo, a la Luna, entre las decepciones que nos hacen madurar.
Por MARTÍN BEILIN
Aquella tarde de verano, de bicicleta, primos y saltar a bomba a la piscina, con los mayores bebiendo y fumando en la mesa bajo los árboles, mi padre se sentó junto a mí. Yo estaba absorto en las ilustraciones satinadas de uno de mi libros favoritos, Hombres en la Luna. En la tapa dura había un astronauta que me miraba con seguridad a través de su escafandra; en el cielo estrellado estaba la Tierra, donde desde aquí hubiera estado la Luna.
Pasaba horas hipnotizado entre sus páginas, pero no sé bien cuánto comprendía (del libro ni de nada) a mis seis años.
–Hay algo que no entiendo– dije, ante la inesperada atención de mi padre y señalando un esquema que mostraba la trayectoria del Apolo 11.
–¿Qué?
–¿Por dónde sale el cohete?
–De Cabo Cañaveral.
–Sí, pero ¿y después?
–¿Después qué?
–Cuando llega al cielo.
–¿A la Luna?
–No, antes, al cielo, ¿por dónde sale del cielo? ¿Hay un agujero?
–¿Un agujero?
–Sí, digo, va volando, y si no es así se chocaría con el cielo…
–Nooo…– Mi padre se rió de mí y vi esas cosas de metal en los dientes, que siempre me habían dado miedo. Señaló hacia arriba.
–No, no, mira. El cielo no es duro.
Miré al cielo del ocaso, y un vértigo me arrebató.
–No hay nada– dijo mi padre.
–¿Cómo nada? Está el cielo…
–El cielo no existe.
Y entonces lo vi. El sol y las estrellas no están en un caparazón. Es aire. Es nada. ¡Nada! Sentí una desprotección insólita. Una parte de mí se proyectó al infinito y ya nunca más pude volver a sentir el cobijo de los cielos ni los afectos imaginados. Que amar es aprender a navegar el malentendido, como astronautas desorientados, eso lo comprendí mucho más tarde.
¿Quieres escribir? Ven al Taller de Clara Obligado. En septiembre reanudamos nuestros cursos de verano.
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