«En Amaral componiendo somos un pequeño caos»
Mientras presentan ‘Nocturnal’ en directo desde hace meses, Amaral han sacado tiempo e ingenio para grabar y lanzar, un año después, ‘Nocturnal Solar Sessions’, la edición europea de este disco. Ese título guarda, como añadido, o cara B, la revisión de los temas de ‘Nocturnal’ en formato acústico. Es el día y la noche. Toda la electricidad expuesta en la primera versión se enfrenta al intenso sabor acústico de esta nueva versión, las mismas canciones ‘deconstruidas’ y vueltas a ‘emplatar’, demostrando, una vez más, que Eva y Juan son unos compositores, músicos e intérpretes estelares y con muy buen gusto.
Con este trabajo discográfico Amaral se presentan de forma oficial al público europeo. Lo harán sobre los escenarios en febrero; viajarán a Londres, Alemania y Holanda para realizar siete conciertos con toda la banda. No es la primera vez que giran por Europa, pero sí aterrizan en ciudades nuevas. Quedamos con Juan Aguirre en la Cibeles; hace un frío considerable, pero, ya a cubierto, empezamos a charlar sobre este disco y sobre la esencia de su larga y exitosa carrera.
Sale una edición de ‘Nocturnal’ en Europa, ‘Nocturnal Solar Sessions’, con el añadido de ser en acústico. ¿Cómo es eso?
Es fruto de la inquietud y el azar, no hay una razón especial. Te cuento, cronológicamente, lo sucedido: nos propusieron editar Nocturnal en Europa y nos hizo mucha ilusión, eso suponía girar por Europa, y, además, es la primera vez que esto sucede: la edición de un disco nuestro para toda esta zona, exclusivamente. Pensamos que ya que el disco llevaba editado en España un año, había que darle un contenido especial, porque en redes, te puedes descargar Nocturnal, y así nos propusimos hacer una serie de experimentos con cosas que habíamos hecho en pruebas de sonido, en emisoras de radio… En esos procesos, habíamos desnudado las canciones y el resultado había sido, por lo menos, curioso.
¿Eva y tú estáis siempre atentos a ese tipo de cosas? Me refiero a saber “aprovechar los accidentes”.
Sí, ambos somos de naturaleza curiosa, observadores, y de pronto, nos pareció que un tema como Llévame muy lejos, cargado de guitarras en el original, podía funcionar con doce cuerdas y un violín y una base bastante folk; además, Eva había conocido a unos chicos que tenían ese tipo de sonido y les invitamos a colaborar. Creo que se trata de inquietud, pero también hay algo de querer compartir la música. Siempre hemos sido abiertos, lo que pasa es que nunca se nos había pasado por la cabeza revisar entero un disco, justo el disco anterior.
Claro, quizá lo más habitual es elegir lo más popular de un repertorio y hacerlo en acústico…
Pues estaría bien, pero ahora mismo, después de haberlo hecho y de haber sido una experiencia tan bonita, estamos pensando más en canciones nuevas, en un siguiente disco con canciones nuevas.
Y este resultado con las canciones de ‘Nocturnal’, ¿se parece en algo a cuando nacieron?
A veces, no. Nocturnal salió ya con guitarras eléctricas y con batería, se compuso pensando en energía. El ejercicio ha sido ver cómo transformar esa energía en una parte más ambiental. Nos dimos cuenta, en ese proceso, que las melodías también nos gustaban, puesto que en programas de tele o radio, en los que nos invitaban a tocar, habíamos ido con una sola acústica, reduciendo la canción a la mínima expresión… Gustaba mucho, a nosotros también, así que ¿por qué no? Nos sale de pronto, de forma natural.
Así llegasteis a Madrid hace ya unos años, Eva y tú, sin banda, con acústica…
Así fue. A veces Eva tocaba la batería en algún momento, o yo llevaba una eléctrica para cambiar en algunas canciones… Era hacer música con los mínimos elementos. Con ese sistema aprendes mucho.
¿No habéis tenido que retocar estrofas o alguna melodía a la hora de transformar las canciones?
Hay armonías diferentes, por ejemplo en Cazador. Pero porque iba ahí la canción. Somos bastante impulsivos a la hora de componer, y creo que la música tiene que tener ese lado irracional… y cada vez lo explotamos más, ese no saber adónde te lleva una canción, esa abertura es positiva. Cuando nosotros empezamos en Zaragoza a tocar, a aprender, lo que más queríamos era eso, tocar, aprender, subirnos a un escenario, grabar, tener instrumentos buenos… Pero lo segundo, lo que queríamos luego de todo eso era viajar. Cuando venían las bandas a nuestra ciudad a tocar, nosotros mirábamos y nos decíamos: me iría con ellos a Berlín, Madrid, Londres o donde fuese. Con esto, retomo, quiero decir que la música es viaje, un viaje en el que lo de menos es adónde va y lo fundamental es disfrutarlo a tope.
El día de Reyes tocasteis en el Teatro Real con la Banda Sinfónica, ¿cómo os fue?
Fue la mañana del día anterior a Reyes, fueron 11 o 12 canciones. Nos propusieron una serie de arreglos y nosotros nos adaptamos. Jamás habíamos hecho nada parecido. Eran muy buenos y tuvimos mucho rollo bueno al compartir; nos separan muchas cosas, pero al final somos músicos y nos une eso, que es lo principal. Fueron cuatro días de ensayos muy bonitos y el directo fue emocionante… El día 7 de enero estábamos tocando en el Actual de Logroño con toda la banda, totalmente eléctrico, un contraste, un viaje, diferentes modos de expresión.
¿Os sirven estas giras internacionales para componer, para sacar ideas para canciones? ¿Os inspiran?
Siempre que estás de viaje se te ocurren cosas. Viajar es estímulo, sea España, América o Europa, un viaje quiere decir que todo el rato hay novedades, ningún día se parece al anterior, y esa es, al menos en mi opinión, la base para componer, para ser músico, para dedicarte a esto. Si no te va eso, mejor déjalo… Rutina y música no se llevan bien.
¿Alguna vez os habéis planteado hacer algo por separado?
Creo que siempre lo hemos hecho, una de las claves de nuestra identidad es que somos un grupo abierto. Cuando conocí a Eva, ella estaba en la escuela de arte de Zaragoza, le iban más las artes plásticas que la música… A mí siempre me ha atraído una parte de la música que nada tiene que ver con el rock, cosas que tienen que ver con el folk y la música ambiental… Pero además, siempre hemos hecho cosas con colegas, compañeros… Personalmente, si miro, he tocado más en discos de otros que en los que yo he publicado, discos de Amaral. No sé, entendemos la banda como una cosa abierta, no somos una banda donde cada uno tiene un rol definido. Componiendo somos un pequeño caos y lo cierto es que, desde que nos conocimos, siempre, aunque compongamos por separado, cuando nos juntamos… es algo más que la suma de dos personas.
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