‘Amigas’ de Ana Jarén, un tributo a la amistad entre mujeres
La ilustradora Ana Jarén (Sevilla, 1985) ha publicado recientemente su primer libro, ‘Amigas’ (Lunwerg), todo un canto a la amistad entre mujeres, a la sororidad como remo del mundo, como dosis que aporta calma frente a los cambios. Hemos hablado con ella en nuestro formato 3 X 3. Tras la entrevista, nos elige 3 de sus ilustraciones favoritas y 3 obras de otros artistas que la han marcado e influido.
¿Cómo nace ‘Amigas’? ¿Qué has querido contar?
Amigas es un tributo a la amistad entre mujeres ya que, en determinado momento, fui consciente de lo importante que son las amigas en muchos aspectos de nuestras vidas. En el libro se habla de la búsqueda, del encuentro, la celebración y el recuerdo de las amigas que a veces no están cerca.
Inconfundible tu estilo de dibujo: alegre, abigarrado, lleno de detalles, de tonos suaves y en gamas muy sintonizadas. ¿Cómo explicas tu estilo?, ¿por qué optaste por esta línea?
Como bien dices, es abigarrado, e incluso barroco. Los colores suaves son el contrapunto a la cantidad de información que hay en el dibujo con tanto objeto y detalle. Mi estilo, como suele pasar, ha sido el fruto de una evolución tras muchísimas horas pintando. Comencé con un estilo mucho más limpio, menos colores y composiciones mucho más sencillas. Siempre me ha gustado mucho fijarme en los detalles y con el tiempo esto ha terminado impregnando mis trabajos casi de manera involuntaria.
En ‘Amigas’ hablas de viajes, de mudanzas, de irse a vivir a otros países, de echar en falta esos ratos intrascendentes de amistad entre amigas, de lo importante de encontrar esas conexiones en las nuevas ciudades de residencia… ¿Todo eso habla de ti, de tus experiencias?
Yo no era muy consciente de esto al principio, pero sí, habla totalmente de mi experiencia. En los últimos años he cambiado de residencia y país varias veces, mudándome a ciudades donde no conocía a nadie más que a mi pareja. Es ahí cuando eres consciente de esa parte de tu vida en la que las amigas son vitales, por muy bien que te pueda ir en otros aspectos. Echando la vista atrás, fue en alguno de esos momentos de búsqueda cuando empecé a desarrollar la temática de amigas compartiendo momentos, que es tan frecuente en mis ilustraciones.
Y se ve muy claro eso ahora tan de actualidad: la sororidad, ¿no?
Sí, es un poco el trasfondo del libro. La comunión que se puede llegar a crear entre mujeres es capaz de dar frutos e historias muy bonitas.
Refleja también un mundo cómodo, placentero, con sus dificultades, pero en el fondo tranquilo y feliz, ¿es así el mundo de Ana Jarén?
De alguna forma, sí, aunque no de una manera tan exagerada. Con el paso del tiempo he aprendido a valorar el placer de situaciones como las que ilustro, sencillas pero agradables, de manera que las propicio siempre que hay ocasión.
Un mundo tranquilo y feliz… hasta la irrupción de la pandemia. ¿Cómo lo estás viviendo? ¿Cómo ha alterado tu trabajo, tu inspiración?
Intento vivir el momento, centrándome literalmente en cada día. Intento evitar que la cabeza vuele hacia escenarios futuros que me generan más angustia que bien. Mi trabajo se ha visto alterado en cuanto que el ritmo de la casa ha cambiado. A pesar de todo, nos hemos organizado bien y saco tiempo para pintar, en horarios diferentes pero sacando el trabajo adelante como siempre. En cuanto a la inspiración, durante estos días he empezado a trabajar en una serie que podríamos llamar ‘looks de cuarentena’, son ilustraciones basadas en fotos que me envía la gente, y también en una nueva serie ambientada en la playa. Ahora mismo, el cuerpo me pide dibujar escenas en espacios abiertos. La playa es para mí un happy place y, de algún modo, mi mente aprovecha esos ratos pintando para irse de vacaciones.
¿Crees que saldremos muy cambiados de todo esto?
Yo creo que sí y hablo de mi experiencia en primera persona. Lo que estamos viviendo es algo tan gordo que nunca pensamos que nos pasaría. No paro de pensar en lo afortunada que soy, a la vez que me acuerdo mucho de personas que lo están pasando mucho peor, bien sea por la enfermedad como por la logística de estos días (niños, espacios pequeños en casas, ventanas, recursos, negocios…). Esta experiencia me hace valorar muchas pequeñas cosas como salir a la calle, hablar con tus amigos en persona o comprar el pan con normalidad.
Precisamente todos esos placeres sencillos que dibujas en tu libro; por ejemplo, una tarde con amigas, tomando un café o un té. Vives en Madrid, ¿cómo es –o era- un día cualquiera de trabajo de Ana Jarén?
Pensando en pre-coronavirus, mi día es intenso, procuro aprovecharlo todo lo que puedo, porque disfruto mucho este trabajo. Empiezo a pintar desde muy temprano, entorno a las 6.30 de la mañana hasta que mi hija se levanta y la llevo al cole. A continuación, recupero mi asiento y continúo pintando, sin prácticamente levantarme de la silla, hasta que tengo que recoger a Gala de nuevo a las 16.00. Las tardes son de mi hija, pero cuando se acuesta y las fuerzas acompañan, sigo pintando. Me preparo té, pongo música y es un momento realmente agradable.
¿En qué estás ahora?
Son muchas cosas emocionantes, aunque por destacar alguna, este año he comenzado a colaborar con Gunter Gallery y con 180 Hilos, para los cuales he preparado algunas piezas especiales que han quedado muy chulas. También saldrán a la luz este año varios puzles que he hecho con una importante empresa de juegos.
Y de todos los realizados últimamente, destácanos, aparte de este libro, los que más te han motivado.
La colaboración con Springfield fue una pasada por divertida y diferente. Ver mis fotos como imagen en la marca en tantas tiendas y medios, así como la ilustración de gran formato que hice para los escaparates, me llenó de orgullo. Los murales que realicé para Mahou en sus oficinas también fueron una experiencia increíble que disfruté mucho
Un sueño por cumplir.
Me haría una ilusión terrible, hacer las ilustraciones de una reedición de Ana la de Tejas Verdes.
Por cierto, ¿no tienes muy abandonados a los hombres en tus trabajos?, ¿es casualidad o causalidad, algo premeditado?
(Risas). La verdad es que empezó como una casualidad, de hecho, hace unos años pintaba a más hombres que mujeres o al menos era todo más paritario. Suelo trabajar en serie o por proyectos y ahora realmente me apetece mucho seguir profundizando en el universo femenino, aunque voy a introducir más hombres.
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Vamos ahora al 3 X 3. Elígenos tres ilustraciones tuyas que signifiquen algo especial para ti.
- ‘Loneliness’
Esta ilustración fue el inicio de un estilo nuevo para mí hasta ese momento y que luego fui desarrollando y depurando (y lo que queda). Las protagonistas de esta serie llamada Loneliness eran mujeres tristes contextualizadas en habitaciones llenas de detalles y perspectivas irreales. Como fue la primera, le tengo muchísimo cariño.
- ‘Girl Drinking Azul’
Con esta ilustración empecé a meterme con el tema de los papeles de pared, los detalles en los estampados y quería dar importancia al tema de la bebida. La hice hace unos años y aún me gusta mucho (y eso es muy raro en mí). Otra pieza a la que le tengo mucho aprecio.
- ‘Girls having coffee’
Estas chicas son amigas, y disfrutan de su compañía en silencio. Es una escena cotidiana, lenta y silenciosa que refleja algo que me gusta mucho, recogiendo muy bien el concepto que hay detrás de mis últimos trabajos. Momentos bonitos del día a día que nos hacen felices.
Y ahora 3 obras de otros artistas que te hayan influido de manera decisiva.
- Nina Cosford. ‘Christmas Outfit’.
Esta ilustradora me chifla. Refleja muy bien los conflictos cotidianos a los que nos enfrentamos muchas mujeres. Me parece irónica y muy divertida. Además de que me gusta su trazo naif y los colores que usa. He elegido esta ilustración, pero podría haber sido cualquier otra, todas tienen este puntazo.
- Caspar David Friedrich. ‘Wanderer above the sea of fog’.
Este cuadro siempre me ha fascinado. Siempre me pregunto qué cara tendrá ese hombre que mira las olas. Me encantaría estar a su lado y hablar con él.
- Bryan Organ. ‘Prince Charles portrait’.
Conocí sus retratos del Príncipe Carlos y la Princesa Diana en la National Portrait Gallery y me impresionó por lo moderno y diferente de la composición y por el uso del color y los detalles. Me parecieron especiales y diferentes.
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