‘Aute Retrato’: los amigos del artista nos cuentan cómo es
En la vida y la obra de Luis Eduardo Aute hay amor, humor, amistad, erotismo, arte y compromiso político. Talento, oficio y serendipia. Escritor, compositor musical, intérprete, pintor, dibujante y cineasta. Todo eso, y puede que algo más, colma la vida y la obra de un hombre excepcional. Hay sitio para todo en el documental que se estrena mañana: Aute Retrato. La libertad de ser uno mismo dirigido por Gaizka Urresti, que además lo coproduce junto a Oihana Olea, recogiendo los testimonios de tantos buenos amigos, imágenes de archivo que muestran al protagonista a lo largo de su carrera, y escenas del concierto ‘Ánimo Animal’, donde 20 compañeros de vida cantan sus canciones. ‘Las cuatro y diez’, ‘Cine, cine’, ‘Al Alba’, ‘Rosas en el mar’, ‘Una de dos’, ‘Anda’, ‘La Belleza’…
Forges, Ana Belén, Joaquín Sabina, Silvio Rodríguez, Borja Casani, Jorge Drexler, Joan Manuel Serrat, Dani Martín, Marwan, Rozalén, Pedro Guerra, Rosa León, Massiel, Miguel Munárriz, Palmira Márquez, Azucena Rodríguez, Antonio Escohotado, Suburbano, Miguel Poveda, Gonzalo García Pelayo… hablan del querido amigo, sin olvidar la emocionante intervención de su hijo Miki Aute, que nos pone al día, obviamente conmovido. “Lo pasamos bien ahora con mi padre en casa”, explicando sin detalles de más que el artista, aunque no recuperado al cien por cien de su dolencia, acepta la vida que le toca nunca con resignación, palabra imposible de asociar a un tipo tan inquieto, pero sí con franca serenidad. Luis Eduardo Aute frenó casi en seco en 2016 por culpa de un infarto que le costó dos meses de coma, y las secuelas inevitables cuando terminó el ensoñamiento.
La película presenta el retrato de un artista que gustó de rematar con los pinceles la imagen que le devolvía el espejo. Una terapia, declaradamente suya, que le ahorró minutas de psiquiatra y sus amigos han copiado con éxito, convalidando muchas horas, muchas noches, de amistad de la buena. “La casa de Aute era la casa de todos”, recuerdan Borja Casani y Antonio Escohotado.
“Reivindico el espejismo de intentar ser uno mismo”. En la obra de este incansable creador que recoge deliciosamente este documental, todo resulta extraordinario, cotidiano y abundante. ¡Qué manera de fumar! Tanto que, a la hora de escribir sobre el artista que componía letras y poesías, cantaba, una vez superado su pánico escénico, pintaba, dibujaba y se acercaba al cine como autor, es imposible saber qué fue primero. Algo parecido le sucedió a Gaizka Urresti, guionista y director de la película cuya fecha de estreno coincide con el 76 cumpleaños del protagonista, nacido justo un 13 de septiembre.
En uno de los momentos del documental es el propio Aute quien confiesa cómo, a pesar de sus recursos infinitos, él también se ha sentido bloqueado ante el papel en blanco. En ese instante terco en que las notas musicales se resisten a nacer, acude a la poesía. Y, cuando resulta que el verso también remolonea, es hora de alertar al garabato. “Es uno de los momentos que mejor definen la grandeza de Aute como artista”, explica Marwan, admirando esa virtud. Pero ¿qué hace un cantautor madrileño de origen palestino nacido en 1979 cantando una canción de Aute en el concierto? “Me tocó Siento que te estoy perdiendo. ¡Qué disfrute! A pesar de salir al escenario justo después de Ana Belén, menudo papel”, recuerda entre risas. “De Aute hemos bebido todos. De sus canciones y su oficio. Es una referencia, un maestro. Yo le considero un renacentista, un poeta que se acerca al público gracias a la música, aplicando coherencia a todo lo que hace”.
Las canciones de arte cobran vida de repente y con facilidad. Imposible escucharlas sin imaginar la escena, sin ver la cara de sus protagonistas. ¿Acaso cada tema no es sí una micropelícula?
Ejemplo fácil: Pasaba por allí. El hombre enamorado camina cerca de lo que más desea fingiendo que todo aquello es azar. Seguramente es tarde, los bares han cerrado y la cabina telefónica está rota o brilla por su ausencia. A los nacidos con el cambio de siglo les costará imaginar a un paseante solitario, sin un teléfono cerca, pero a Luis Eduardo Aute (Manila, Filipinas 1943) la incomunicación pretecnológica le vino al pelo para presentarse sin llamar, gesto impensable en nuestros días.
En 2015, tras muchos años de amistad, Gaizka Urresti es quien propone a Aute la realización de este documental. “Al principio se resistió con una firme negativa. No es que la idea le pareciera mala, pero no creía merecerlo. Eduardo siempre ha huido de los focos, de hecho ha confesado un pánico escénico que le impedía subir al escenario. Hasta 1977 no fue capaz de cantar ante el público”, cuenta Urresti. “Es verdad que yo tuve que trabajar mucho el ¿por dónde empiezo? Al final, el hilo conductor es la voz poética. Todo en él es poesía, la música, el cine, su pintura y naturalmente sus versos”, concluye el director.
De ser los amigos la moneda que mide la fortuna personal, Eduardo, como le llaman todos ellos, puede presumir de una cuenta corriente saneada. Sean los que sean, parecen un millón o más, como cantó Roberto Carlos. Juntos al grito de guerra, Ánimo Animal. Muchos de los participantes en el documental Aute Retrato, proyecto que arrancaba justo un año antes del accidente cardiaco del artista, se reunían en Madrid el pasado diciembre, para hacer aun más suyas las canciones de Aute. Algunos como Massiel, Ana Belén o, cómo no, Rosa León las cantaban por enésima vez. Otros acudieron a una cita casi a ciegas con final más que feliz. “El concierto me ayudó mucho a vertebrar el guión y la edición de la película”, comenta el director.
Aute también trabajó para los niños. Es el propio Aute quien confiesa en unas imágenes de archivo que por los artistas no han de pasar los años. Clásico síndrome de Peter Pan, del que Aute ni puede ni se quiere zafar. “El artista es un niño que se niega a crecer y quiere seguir jugando”.
Instalarse eternamente en la inocencia para seguir mirando al mar, o invertir las leyes de la naturaleza hasta alterar los biorritmos de los girasoles y conseguir que la planta le dé la espalda al sol, levantando su cabeza digna hacia el satélite más blanco. Alargando la noche, una de las costumbres favoritas del artista.
“Todo tiene su contrario, o casi todo, menos el girasol. Existen los girasoles, pero no los GIRALUNAS”, dice el arranque de ese libro infantil basado en una canción del mismo nombre.
Los médicos hablaron de un infarto, pero ¿y si hubiera sido el propio Aute quien mandara órdenes a su corazón para no seguir creciendo?
‘Aute Retrato’ se estrena en cines mañana, viernes, 13 de septiembre.
No hay comentarios