Barbarismos y expresionismos, de Neuman a Grosz
El escritor Andrés Neuman. Foto: Creative Commons.
En el ‘Área de Descanso’ de hoy comenzamos con la exposición sobre el expresionismo alemán del Museo Thyssen, nos detenemos en la autobiografía del pintor de entreguerras George Grosz y alcanzamos el presente con las expresiones/definiciones de Andrés Neuman en su nuevo libro, ‘Barbarismos’. Como éstas: Derecha: Coalición de costumbre, miedo y clase que tiende a ganar las elecciones. Artista: Individuo que abusa de sus conflictos.
Se han cumplido 25 años de la caída del Muro de Berlín y se suceden los actos conmemorativos de un acontecimiento que cambió la geopolítica mundial, sobre todo en Europa. El Museo Thyssen de Madrid, en colaboración con la Embajada Alemana, ha organizado una pequeña pero interesante exposición en torno a las calles de Berlín, con especial atención a las obras del expresionismo alemán, origen de la colección del barón Thyssen. Pasearse por estas calles de Berlín es una buena forma de recuperar el pasado y, con este bagaje, de pasearse por el presente.
De entre las obras expuestas, le tengo especial aprecio a Metropolis, del pintor berlinés George Grosz (1893-1959). Pintada entre 1916 y 1917, en plena contienda mundial (el soldado Grosz gozaba de un permiso), Metropolis es una de las obras maestras del expresionismo alemán. Con influencias del futurismo y del cubismo, Grosz retrata el lado más tenebroso e infernal de una ciudad, que bien podría ser Berlín, aunque una bandera de Estados Unidos (Grosz era un gran admirador de la cultura norteamericana) nos incite al despiste. Personas sin rostro que huyen de no se sabe qué, una calavera entre la multitud, todos ellos revueltos en una calle donde mandan los tranvías, la vida que pasa a toda velocidad en una metrópoli sangrienta, ¿metáfora? de una guerra que Grosz había vivido en primera persona.
Caricaturista de referencia en la historia de la pintura del siglo XX, Grosz evolucionó más tarde hacia la Nueva Objetividad y supo ver con antelación el horror que se avecinaba con los nazis. Consiguió huir a Estados Unidos en 1933, donde se ganó la vida como ilustrador, aunque con menos éxito del que se imaginaba.
Algunos de estos detalles los podemos conocer ahora de primera mano gracias a la autobiografía que acaba de publicar la editorial Capitán Swing, Un sí menor y un no mayor. Memorias de un pintor de entreguerras. Escrito con un estilo ágil y divertido, Grosz no elude hablarnos de los grandes acontecimientos, como su viaje a la Rusia bolchevique, por ejemplo, pero lo hace a partir de los pequeños detalles. Sólo que en su caso, los pequeños detalles nos aportan suculentas anécdotas sobre artistas y escritores de la talla de John Dos Passos, Bertolt Brecht o de pintores como Dalí. Leer el testimonio de Grosz es otra forma de adentrarse en la historia europea y, de paso, de comprender el presente.
El presente. Si hablamos de literatura y hacemos caso a Bolaño, el presente, el siglo XXI, será de Andrés Neuman. Proclive a los excesos, al hablar de Neuman quizás Bolaño no anduviese muy desencaminado. Nacido en 1977, en Buenos Aires, pero afincado en Granada, Neuman es un todoterreno en lo que a la literatura se refiere, y ha cultivado con maestría el microrrelato, el cuento, la novela, el ensayo y el periodismo. Ahora publica un libro peculiar y provocador, Barbarismos (Páginas de Espuma), arraigado en la mejor tradición satírica del género (Bierce, Flaubert), con el que pretende recuperar el sentido y significado de algunas palabras y adaptar otras a la urgencia de la actualidad. Reinventa el lenguaje para que sea fiel a sí mismo.
La mayor parte de las entradas a este diccionario particular fueron publicadas en el diario ABC, pero el autor argentino las ha revisado y ha incorporado otras para dar al conjunto un sentido unitario.
“Planteado con ambición temática, este diccionario, que se autocalifica como barbárico, se propone abarcar un mundo amplio que incluye cualidades y actitudes, objetos variados, doctrinas, maneras de ser…”, dice el académico y escritor José María Merino en el prólogo. Como no hay mejor demostración que el ejemplo, les dejo, para acabar por hoy, con algunas entradas:
Artista. Individuo que abusa de sus conflictos.
Capitalismo. Juego de azar donde se sabe de antemano quiénes pierden.//2. Único camino posible hacia ninguna parte.
Derecha. Coalición de costumbre, miedo y clase que tiende a ganar las elecciones.
Facebook. Sistema inmejorable de espionaje en que los vigilados colaboran activamente con sus vigilantes.
Futuro. Siguiente olvido.
Honestidad. Asunto de escasos dividendos y grandes beneficios.
Inmigrante. Tu ancestro o descendiente.
Kafkiano. Como la vida misma.
Nacionalismo. Costra de la identidad.
Novelista. Individuo capaz de recrear todos los sentimientos humanos e incapaz de tolerar ninguno de ellos.
Posmodernidad. Gran relato que anuncia el fin de los grandes relatos.
USB. Hospitalidad del artefacto.
Viejo. Joven tomado por sorpresa
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