Bea Enríquez, el arte de dibujar nadando contracorriente
A Bea Enríquez en tierra firme le toca ir a contracorriente. A ella le gusta estar en el agua. Nadar. Para no perderse en tierra, necesita dibujar. Nadar y dibujar. Contracorriente en tierra firme. Pero trazo a trazo, brazada a brazada, llega a buen puerto. Premio Internacional de Novela Gráfica Fnac-Salamandra Graphic 2018, en los últimos meses está en racha: ha publicado cuatro libros, desde poesía infantil hasta su propia novela ilustrada. Hablamos con ella para hablar de ella y de su profesión. De salir a flote y de saber nadar y guardar la ropa.
Por regla general, todo ser de agua lejos de su elementos natural tiende a ser más torpe que en tierra, y puede que a Bea Enríquez le suceda eso. Esa seguridad de movimientos y esa elegancia que mantiene en el agua tal vez le desaparezcan y en la superficie viva de una forma más distraída, con montañas rusas emocionales, donde tenga que hacer un esfuerzo mayor por reivindicar su derecho a ser única y a no tener que estar dando explicaciones. A Bea Enríquez en tierra firme le toca ir a contracorriente. A ella le gusta estar en el agua. Allí dentro disfruta de esa sensación en la que todo se detiene y poco importa lo que la espera fuera. Los retos dentro del agua son asumibles; lo que ocurre fuera es impredecible.
Luego vuelve a recuperar su sensación de ser de agua cuando le toca dibujar. Y es en este elemento donde se expande. Es su entorno ideal para contarnos lo que ella quiere. Donde va a despertar nuestras sensaciones y donde nos va a hablar con toda sinceridad de la soledad, de su soledad, de las dificultades que surgen cuando trata con los demás, de sus relaciones de pareja o de la muerte de un compañero animal. Y así pasa que cuando lees ¿Dónde estás?, su obra más personal y sincera, Premio Fnac-Salamandra Graphic 2018, te la crees tanto que piensas que no solo está hablando de ella misma, sino que también está hablando de ti. De la torpeza de las personas que nadan a contracorriente.
Como gran nadadora que es, sabe que para conseguir sus metas tiene que trabajar duro. En estos últimos tiempos lo está apostando todo por la ilustración, pasión que dejó interrumpida durante muchos años. Ahora está feliz porque en los últimos meses han salido a la luz cuatro libros suyos: ¿Dónde estás? –novela gráfica para público adulto– y tres libros ilustrados para niñas y niños, Este libro no es para ti, publicado por Takatuka; La playa de los inútiles, de Akiara Books, y Floricela, por la Pequeña Varsovia.
A Bea Enríquez la conocí en 2015 en Ilustratour y de ahí nació una amistad que nos llevó a trabajar juntos dos años consecutivos en Mad, un pequeño gran planeta, exposiciones colectivas de ilustración dedicadas a la infancia para la galería madrileña de arte emergente Mad is Mad. Ahora se consolida con crítica y criterio en el mundo de la ilustración.
Quedamos con ella para hablar de su carrera y de sus últimos cuatro libros. Aunque al principio le cuesta pillar confianza, cuando Bea Enríquez se siente escuchada se sincera, y hoy lo ha hecho en esta entrevista para El Asombrario.
¿Quién es Bea Enríquez?
Es una persona variable, de montañas rusas emocionales, algo intensas, pero con los pies en el suelo. Aunque parezca que siempre está en las nubes y no se entera de nada, está.
¿Qué caminos te han traído al mundo de la ilustración?
El único camino de necesitar expresar y sacar aquello que me pesa y no puedo decirlo en otros lenguajes. Es la única voz sincera de la que dependo para estar bien, estar en paz y encontrarme conmigo misma.
¿Es la ilustración una profesión sostenible en estos tiempos?
Sí, pero tienes que saber jugar tus cartas y estar en el momento y en el lugar adecuados, y eso no siempre sale a la primera. Además, no depende muchas veces de nosotros mismos, depende mucho de que las circunstancias nos acompañen y que sepamos seguir nuestro instinto.
Está en marcha la campaña ‘Ilustradores en blanco’, una campaña que busca poner en valor la profesión de los ilustradores y las ilustradoras. Se quiere denunciar la precariedad del mercado editorial y buscan apoyar la labor de aquellas editoriales que sí respetan los marcos legales y vuestro trabajo. ¿Cómo lo vives tú?
Creo que todos formamos parte del mismo equipo, y que al igual que hay editoriales que abusan, también hay malos profesionales que no saben negociar o tener mano izquierda. Me parece bien la campaña, pero creo que todos deberíamos hacer autocrítica sobre cómo desarrollamos nuestra profesión y buscar alternativas para mejorar nuestras condiciones, que nuestro trabajo se valore y que se tenga libertad para elegir dónde y cómo queremos trabajar, y eso es una labor de búsqueda individual.
¿Hay que decir entonces NO a proyectos editoriales a pesar de que tu trabajo no se vea publicado?
Eso dependerá de lo que cada uno como profesional quiera. Las circunstancias de cada uno son personales y aunque no las compartamos, sí debemos respetarlas (tanto si se acepta, como si no). Pero lo que está claro es que siempre hay que pelear para conseguir las mejores condiciones y si, a pesar de ello, no se consiguen, que cada uno elija, se equivoque o acierte, es una decisión muy personal.
¿Es tan bonito el mundo de la ilustración como parece?
En absoluto, son estereotipos marcados que se alimentan de la idea romántica de esta profesión, de la «inspiración» y el mundo bohemio. Son bobadas, porque para mí es una profesión dura, que depende 100% de nosotros mismos, de nuestra cabeza y de cómo estamos de construidos y fuertes para desarrollarla a lo largo de toda nuestra vida. Somos vulnerables como toda profesión creativa y poco comprendidos en una sociedad que funciona a otros ritmos y con otras normas. Y sin embargo, el poder y la influencia de nuestro trabajo son vitales. Aunque no lo creamos, somos más fuertes de lo que nos pensamos.
¿Cómo ves el mundo editorial en España?
Lo veo bastante mejorable; creo que falta formación y sobre todo tener criterio editorial, saber llevar al ilustrador, saber guiar y trabajar en equipo es fundamental. Se editan muchos libros y, sin embargo, acaban olvidados por el volumen exagerado que se publica. Muchas veces los contenidos no tienen «contenido» y lo peor es que no se piensa en los destinatarios, que son los niños, en el caso de la edición de libros ilustrados para niños.
Ahora que nos hemos desahogado un poco, centrémonos en tu trabajo. En el último año has publicado cuatro libros: tres donde te has encargado de ilustrar y una novela gráfica 100 % Bea Enríquez. ¿Nos cuentas en pocas palabras qué te ha supuesto cada libro?
Este libro no es para ti (Takatuka, álbum ilustrado): Un verdadero reto para ilustrar y conseguir resolver algunas partes de la historia. Trabajo en equipo y mucha comunicación entre todos.
¿Dónde estás? (Salamandra Graphic, novela gráfica). Mi trabajo más personal y más auténtico, y creo que también más valiente. Este libro ha supuesto el reconocimiento de muchos años de trabajo y un gran impulso en un formato que no es fácil que confíen en ti para que estos libros salgan publicados. También cierto silencio editorial…, como sabes.
La Playa de los Inútiles (Akiara Books, literatura juvenil). Mucha libertad con la técnica para ilustrar, divirtiéndome mucho y disfrutando.
Floricela (La Bella Varsovia, poesía infantil). Trabajo rápido pero diversión a la hora de ilustrar la historia.
Eres la última ganadora del premio Novela Gráfica Fnac-Salamandra. ¿De dónde nace este proyecto y cómo lo llevas a cabo?
Esta historia nace en 2014 y se desarrolla en 2015 completando el 100% de la historia toda a lápiz. La idea original viene desde 2007 aproximadamente, pero hasta 2015 no me pongo manos a la obra. Siempre pensé que me faltaba madurar y más bagaje para escribir mi historia; la idea siempre estuvo en mi cabeza pero hasta 2015 no empiezo a darle forma.
Cada viñeta está pintada a mano…
Eso es, todo el trabajo es manual, cada página existe tal cual en obra original, sólo algunas modificaciones al tener que repetir algunas viñetas. Pastel al óleo con grafito y lápices de colores.
Eres una autora de grandes frases. Aún recuerdo tus frases en tus trabajos que expusiste durante dos navidades seguidas en la expo ‘Mad, un pequeño gran planeta’ en Mad is Mad. Te apetece contarnos cuáles son las seis frases más significativas para ti de ‘¿Dónde estás?’ y por qué.
“Creo que tu beso se ha caído por la ventana”. Cansada de la actitud de muchas personas, a las que parece que siempre tengo que complacer y poner buena cara, a pesar de los ataques. Esta frase es una protesta y se crea con la intención de hacerme fuerte ante estas situaciones.
“¿Siempre haces lo que te da la gana? Sí, pero también dejo que los demás lo hagan”.
Esta frase es un estandarte, hacer lo que a uno le da la gana no es algo negativo y, sin embargo, todo el mundo lo ve así… Es la libertad, es dejar que los demás hagan y te dejen de controlar.
“¿Qué me diferencia del resto?”. Gran pregunta vivida y recibida en mi vida. Vivir a las personas, compartir con ellas y, aunque no crezca una relación estable, también creces junto con estas personas. Son especiales y únicas en sí mismas. Pero mucha gente no lo ve de esta forma.
“Necesito irme a casa”. Es mi escapatoria, porque no tengo un lugar que considere mi casa. Es un frase que hace patente la carencia y el vacío de algo que siento que no tengo, pero lo necesito.
“No soporto este frío, cada vez lo llevo peor”. El frío es el síntoma del vacío y la ausencia de otra persona que te abriga y te da el calor para sentirte bien. El frío en sí mismo cuando te quedas sola y nadie viene a acabar con él. Es vacío y reflexión, invierno duro y mucho silencio. Muy necesario para crecer, porque si consigues pasarlo, después eres más fuerte.
“¿Y por qué vienes sola?”. Eterna pregunta cuando te ven sola y la gente se pregunta. Lo que no encaja, lo que no es habitual. Pregunta estrella que, dependiendo del estado en que te encuentres y de tu momento vital, la recibes de muchas maneras distintas. Pregunta gris en el momento de construir la historia, que te deja sin palabras y por un momento te bloquea de una forma bestial.
Esto huele a segunda parte, ¿no?
En ello estamos, ya escribiendo la segunda parte, AQUÍ, donde hablaré de experiencias vividas y quizá el guión tenga más chicha y no sea tan contemplativo, aunque siempre necesito de esos silencios para construir el ritmo de mis historias.
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