Cerramos 2017, año de Gloria Fuertes, con su hada acaramelada y otras golosinas
A lo largo de todo este año, ‘El Asombrario’ ha publicado cada lunes, semana tras semana, un poema para adultos de Gloria Fuertes. Para, coincidiendo con los 100 años de su nacimiento, reivindicar su gran obra para adultos. Pero no queremos cerrar el año de Gloria Fuertes sin un repaso a extraordinarios libros que han reeditado con mimo y detalle su gran trabajo para niñas y niñas, a los que tanto ella debía, y así lo reconoció a menudo.
Hubo una vez una generación para la que Gloria Fuertes era una señora grandota, muy divertida y con voz cascada que salía por televisión contando cuentos. Para aquella generación fue la poeta para niñas y niños; luego, al crecer, la descubrieron como poeta para adultos. Pero hubo otras generaciones anteriores que la consideraron una poeta sin relevancia y de segunda categoría, sobre todo porque era mujer y feminista. Ahora todas esas generaciones más algunas más recientes se han juntado este año que termina para celebrar el centenario de su nacimiento y para darle ese lugar que le corresponde en la historia de la poesía en este país. Es de justicia hablar bien de su poesía, de su persona y de todas esas cosas que en vida representó: el feminismo, la libertad, la visibilidad y la lucha por que todo el mundo pudiera tener acceso a la cultura.
La niña que odiaba los cuentos de hadas empezó a escribir poemas el día que descubrió que se podía querer a una persona que no tenía por qué ser de su familia. Y que nació y vivió en Madrid, concretamente en el humilde barrio de Lavapiés. Aprendió a inventar cuentos antes que a escribir y se los contaba a los chicos del barrio en las escaleras de su casa. Decía de sí misma que fue desaplicada en la escuela y que “prefería los cuentos a las cuentas”. La niña que andaba sin pies ni cabeza, a la que todos querían porque les hacía reír y que fue de las primeras chicas en jugar al fútbol, viajó de mayor más que una cigüeña y en su viaje se encontró con un buen número de personas a las que convirtió en personajes de sus versos.
Su generosidad e ingenio nos dejó un buena colección de poemas; pero por culpa de ser considerada una poeta de segunda categoría y solo para niñas y niños, ha sido a menudo maltratada, y su obra olvidada en ediciones baratas, y calificada de pueril, facilona e incluso de mal gusto.
Pero en 2017, cien años después de su nacimiento, varias editoriales, sumadas a la generosidad de grandes ilustradores, han rescatado y puesto en valor la poesía de esta gran mujer. Entre esos ilustradores figura Rocío Martínez, que se ha encargado de darle nuevos y frescos aires a El hada acaramelada, publicado por Nórdica. Con ella hemos hablado.
¿Qué te ha supuesto ilustrar un libro de Gloria Fuertes que ya fue editado en su momento?
Por una parte me daba mucho respeto volver a poner imágenes a un libro que, para muchos adultos que lo habíamos conocido de niños, había sido un referente (uno de sus poemas, La luna es un globo, estaba en la cabecera del programa de TVE Un globo, dos globos, tres globos) y aun lo recuerdan. Por otra parte, sentía la necesidad y me apetecía mucho darle un giro de 180 grados a la imagen que algunos tienen de la poesía para niños de Gloria Fuertes, ahondando en lo que hay debajo de esos poemas alegres y, supuestamente, fáciles.
¿Qué recuerdos tienes de los poemas de Gloria Fuertes? ¿La tienes más de referente como poeta para adultos o como poeta para niños?
Mi infancia coincide con el momento en el que se hace muy popular entre mayores y niños por el programa que te he mencionado. Teníamos mucho cole, mucha calle y era tan natural su presencia en los ratos de ocio (con pocos libros para niños -al menos yo en una familia numerosa- y un único canal en las escasas dos horas de tele) que tenía sus poemas como una música de fondo en la que Gloria jugaba con las palabras de forma divertida. Creo que así la han estado presentando durante muchos años, como “la abuelita simpática que entretenía a los niños con sus poemitas de rimas fáciles y absurdas”. De hecho, hace unos 20 años me encargaron ilustrar unos libros de Gloria con unas pautas de este tipo: “ilustraciones divertidas, ingenuas, de colores alegres, para adornar los poemas”. Tiempo después, por casualidades de la vida, conocí a Marta Porpetta de la Fundación Gloria Fuertes, y me mostró su estupenda obra como poeta para adultos. Entonces reconocí en sus poemas para niños la misma forma de disfrutar y denunciar la vida, pero en el tono que un niño necesita para entenderla y digerirla.
¿Cómo te planteaste el trabajo?
Tanto Marta y Paloma Porpetta desde la Fundación como Susana Sánchez y Diego Moreno desde Nórdica, me dieron e incentivaron esa libertad de reivindicar el compromiso de los poemas de Gloria a través de unas ilustraciones que, sin perder el atractivo del color, la alegría y el juego, mostrasen su profundidad. Se llevan muy bien gráficamente porque han sabido darles la tipografía y el acercamiento físico necesario para una lectura cómplice entre letra e imagen. Creo que hay que reconocer también el estupendo trabajo de Gracel Asociados en la digitalización e impresión de las ilustraciones. Aunque, como ya he dicho, en una primera lectura los poemas parecen un divertimento, sobre todo por los juego de palabras que usa o porque utiliza lo que algunos denominan “tópicos infantiles” (las hadas, los globos, las brujas, los cuentos, los animales …), lo que en ellos cuenta son vivencias reales. Y como tal , sobre todo teniendo en cuenta los años de guerra y posguerra que vivió, la temática que trata a veces es muy dura, incluso dolorosa. Hace referencia al hambre (El burro del carpintero), a la explotación (La gallinita), al analfabetismo (El burro en la escuela), a los abusos infantiles (El león y la niña), a los desahucios (El cuco preso) o a la pobreza (¡cucú!). Pero también habla de la libertad (El pajarito), la felicidad (La luna es un globo), el disfrute (¡A la feria!) y siempre jugando con lo mágico (La maestra de las flores), en ese límite de realidad y ficción (Mosca y mosquito) o el puro misterio (Mata al tigre).
Teniendo en cuenta esos planos de lectura, se me ocurrió crear “capas de ilustración” para representar sus “capas de emociones”, y para ello lo mejor era usar el collage en función de lo que me pidiera cada poema. He usado la fotografía en blanco y negro (muchas retocadas a mano o en el ordenador e impresas en papel vegetal, que crea un tono casi trasparente, fantasmal, de imágenes del pasado, como son los recuerdos), para mostrar el mundo real del que nos habla Gloria: las vacas, los burros, las gallinas enjauladas, las ovejas, el león, el buzo…
Los dibujos en grafito están hechos con esta misma idea pero representan realidades menos concretas (algunas como los calamares-saleros, imposibles), de ahí que no estén fotografiados, sino “dibujados” muy realistas. Pero en ambos casos y ,al igual que Gloria colorea con sus palabras ese mundo en blanco y negro para hacerlo más amable, para que nos atraiga vivir en él aunque a veces sea terrible, yo lo coloreo también.
Incluso he intentado, como hace ella, buscar el humor poniéndole lunares de colores a un burro de regalo, pintando de rayas las ovejas del pastor o poniéndole botas y sombrero a la de la feria. Hay algunos elementos que se repiten a lo largo del libro creando un sutil enlace entre los poemas. Uno de ellos son los cuentos que se van pasando los personajes. Otro son las pompas. Representan los pensamientos fantasiosos, por eso en la portada, de la pluma-varita del hada sale lo imaginado por Gloria en algunos poemas del libro. También están en las guardas: flotan las vacas verdes inspiradas en su verso Y las vacas piensan lamiendo su campo que es todo de menta ( una imagen ¡tan sugerente!…).
¿Qué tal se llevan tus ilustraciones con los poemas de Gloria Fuertes?
Aunque esa respuesta creo que la deben dar los lectores y ¡ojalá! estuviera aquí Gloria para decir algo, os diré que me he sentido muy… cómoda. Cogía el hilo y tenía días en que me enredaba hasta diez horas sin darme cuenta, porque una cosa me llevaba a otra, ¡un disfrute y un sufrimiento! Como todo buen trabajo.
Me gustaría hacer una mención especial al poema que da título al libro, El hada acaramelada. Podría haber sido un libro en sí mismo por la historia que cuenta y cómo lo cuenta, es una narración redonda. Nos habla del amor, de la perseverancia, de cómo el límite entre lo posible y lo real lo ponemos nosotros y lo hace a través de una niña que yo siempre he entendido que podría ser Down o tener un cierto retraso, pero que tiene ¡tan claro! lo que quiere que al final lo consigue.
Tiene uno de los versos que más me gustan del libro: “Su madre doña Rosita, / dándole beso tras beso, / le dijo: ¡Nada de Hada, / que ya no se lleva eso!”.
Creo que ese es el espíritu de Gloria y el que he querido llevar a mis ilustraciones: decirnos la verdad, la realidad de la vida aunque sea dura, pero hacerlo dándonos beso tras beso…
Y terminamos este artículo haciendo un repaso por otros maravillosos libros, aparte de El hada acaramelada, de Nórdica, para niñas y niños escritos por Gloria Fuertes y reeditados este año por Kalandraka, Blackie Books y Alba.
‘Poemas de la Oca Loca’. Ilustraciones de Miguel Ángel Pacheco. Kalandraka.
Otro imprescindible poemario para niñas y niños. Publicado en 1978. Una selección de 25 composiciones inolvidables, llenas de rimas alegres, sorprendentes y absurdas. El absurdo, ese país donde niñas y niños son felices. Este es el libro donde con humor e ironía Gloria Fuertes no solo nos enseña a dibujar a un niño, sino también a una señora y a un señor. ¿Te atreverás a seguir sus instrucciones?
Esta selección, que ya forma parte de la memoria colectiva de varias generaciones de niñas, niños, jóvenes y adultos, está llamada a perpetuarse en las nuevas generaciones del siglo XXI. Las sencillas y brillantes ilustraciones de Miguel Ángel Pacheco acompañan las composiciones con trazos firmes y líneas claras, figuras planas y redondeadas que rellena con punteados y rayas para dar profundidad y perspectiva.
‘El libro de Gloria Fuertes para niñas y niños. Versos, cuentos y vida’. Ilustrado por Marta Altés. Antología de Jorge de Cascante. Blackie Books.
Creo que su verdadero titulo tendría que ser El libro de Gloria Fuertes para los adultos que crecieron a sus pies. Porque este libro está pensado para nosotros, para aquella generación que crecimos a los pies del televisor por donde se asomaba aquella gran mujer de voz rota y corbatas disparatadas. Un libro que recopila, con la ayuda de la Fundación Gloria Fuertes, no solo casi toda la obra que creó para niñas y niños, sino que además incluye cartas, diarios, recuerdos, fotografía, entrevistas, charlas privadas y algunos de sus artículos de prensa. Aquí vamos a encontrar sus principales marcas, como Cangura para todo, su particular versión de los Derechos del Niño.
‘Pequeña & Grande Gloria Fuertes’. Mª Isabel Sánchez Vergara y Cinta Arribas. Editorial Alba.
Aunque este libro no fue escrito por Gloria Fuertes, merece ser incluido en esta selección por una razón muy sencilla. Habla de la vida de la poeta de una manera abierta y sin prejuicios. En esta mini biografía ilustrada para niñas y niños se hace en pocas páginas un resumen de quién fue y de cómo vivió esta gran mujer. Habla de su infancia, de cómo decidió hacerse poeta y, algo fundamental en la vida de Gloria Fuertes, de cómo amó a una mujer llamada Phyllis y de lo importante que fue para ella esta relación. Pertenece a una colección de libros que busca redescubrir a grandes mujeres para que las niñas y niños tengan referentes sobre mujeres únicas y maravillosas de las que aprender.
‘El uno era Juan. Libro de los números’. Ilustraciones de Maurice Sendak. Versión de Gloria Fuertes. Kalandraka.
Una de las máximas pretensiones de Gloria Fuertes al escribir para niñas y niños era pasárselo bien y, por extensión, que sus lectores se divirtieran al leerla. Pero otra de sus pretensiones era llevar la cultura a todos los rincones del planeta. Y eso lo hizo creando la primera biblioteca ambulante para ellos. “Dios me hizo poeta y yo bibliotecaria. Fue una de las épocas más felices de mi vida”. Y además fue una ferviente defensora de la literatura infantil de calidad; por eso no debe extrañarnos que se lanzara a versionar los libros ilustrados por el gran Maurice Sendak.
Aquí tenemos el primero de ellos. El uno era Juan es la peculiar versión que Gloria Fuertes hizo en 1977 de un clásico de Maurice Sendak de 1962. Kalandraka también ha recuperado las otras versiones que hizo Gloria Fuertes de libros de Maurice Sendak: Lluvia de cocodrilo, una sopa (un divertido alfabeto protagonizado por una familia de cocodrilos que, a través de situaciones muy diferentes, nos van a ir descubriendo las letras), Miguel, un cuento muy moral; Sopa de pollo con arroz, libro de los meses.
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