Cienojetes, los Daft Punk de la fotografía
Querían consagrarse en la fotografía o al menos participar en alguno de los mejores blogs de este arte. Como no recibieron respuesta, decidieron crear su propio espacio lleno de sentido del humor, de reflexiones dicácticas y de mucha, mucha fotografía. Con más de 7.000 suscriptores, su blog ‘Cienojetes’, se ha convertido en un rincón de referencia.
Érase una vez un mundo fotográfico en el que nadie acababa de distinguir el bien del mal. Unos tiempos confusos en los que el foco estaba en el desenfoque, en los que uno no sabía si comprarse una cámara de miles de euros para ser mejor fotógrafo o una estropeada para hacer mejores fotos, en el que las fronteras eran tan difusas que había expos de fotografía sin fotos. Unos miraban el acabado, otros el texto que acompañaba a la imagen, unos hacían sus aquelarres conceptuales, los otros sus congresos técnicos. Nadie sabía decir si una foto era mala por ser buena, buena por ser mala o todo lo contrario. Y en esa lucha entre la luz y las tinieblas que define a la fotografía, aparecieron ellos, los Cienojetes.
La verdad es que no aclararon nada todas estas dudas, pero al menos nos hicieron reír un poco poniéndonos un espejo a los que gustamos de este arte, seamos profesionales o aficionados. Y con ello nos hicieron reflexionar, que parece que es la aspiración máxima de cualquier fotógrafo.
Dice la leyenda que una noche de Luna llena, sus dos integrantes, Nicon Pepinos y Nacho Canon, sufrieron una revelación mientras consultaban el blog en el que se inspiraron. Ese blog era Cien Ojos. Pero lo cierto es que, tras recibir infinidad de flashazos en un taller en el que trataban de definir su propio estilo, “vieron la luz”. De esta manera absorbieron la influencia de otros dúos famosos hasta transformarse en lo que son ahora: misteriosos como Daft Punk, fotógrafos y colectivos como Paco y Manolo, graciosos como Martes y Trece, didácticos como Epi y Blas…
Aquí va la entrevista que les hicimos en su visita a PhotoEspaña. Aprovechando lo impactados que venían de ver lo más moderno de la fotografía española, los asaltamos para charlar con ellos, no sin antes prometer guardar sus identidades secretas como si de una Leica de edición limitada se tratase.
¿Por qué tomáis la decisión de hacer Cienojetes?
Nacho Canon: Después de un ciclo de conferencias, charlas y talleres a los que estábamos asistiendo, nos dábamos cuenta de que faltaba espíritu crítico. Todo parecía siempre maravilloso, cualquier cosa valía y nadie se atrevía a contar la realidad.
Nicon Pepinos: Todo en España era o muy estupendo o demasiado formal. Y en ambos casos, una tremenda escasez de humor lo presidía todo.
Nacho Canon: La única manera de decir la verdad en España es haciendo reír a la gente, porque si una cosa nos caracteriza es que somos capaces de reírnos de nosotros mismos con mucha facilidad. Entonces creímos que esa era la forma en la que la gente podría dar una vuelta a sus ideas sobre la fotografía, empezando a reírnos de nosotros mismos. De hecho Cienojetes es muy autobiográfico. Es imposible escribir de esas cosas si no has pasado por todas las etapas que aparecen el blog.
Nicon Pepinos: Por ejemplo, el post ‘Mi primer visionado‘ en parte está basado en mis propias experiencias. Hay cosas ahí que han sucedido casi literalmente. Lo que pasa es que va adornado con mucha ironía. Y lo bueno es que hemos encontrado gente que ha atravesado situaciones similares, que se identifica con las cosas que contamos.
En vuestro blog separáis las dos grandes tendencias de la fotografía: los que llamáis pirotécnicos, los locos por los equipos caros y las puestas de sol, y los trascendentales, donde el concepto está por encima de todas las cosas. ¿Son dos mundos irreconciliables?
Nacho Canon: Es posible encontrar a alguien que esté en el límite entre los dos, pero son casos muy excepcionales. En general, como relatamos en el blog, esto es muy sectario, muy de grupos. La gente necesita rodearse de personas que piensen parecido a ellos o que entiendan la fotografía desde un punto de vista similar, porque les reafirma. Por eso las visiones pirotécnicas y trascendentales son irreconciliables. El que tiene pasión por la técnica, y lo antepone a todo lo demás, nunca llega a entender que haya una persona a la que la técnica le importe tres narices y lo que quiera contar trascienda eso. Y al trascendental le pasa lo mismo, que llega un momento en el que hablar de técnica emborrona su discurso.
Nicon Pepinos: Si es que hasta a nosotros nos ocurre. Ya hemos contado en el blog las dos crisis que hemos tenido como colectivo. Una por culpa de Mellado y otra porque a uno le gusta más Fotogenio y al otro más PhotoEspaña. Y… ¡Canon, esto lo tenemos que arreglar ya! Esta noche lo hablamos, ¿vale?
Nacho Canon: Vale.
¿Quién es trascendental y quién más pirotécnico?
Nacho Canon: En el blog Nacho Canon suele ser más trascendental y Nicon Pepinos, más pirotécnico. Los nombres los creamos buscando el absurdo.
Nicon Pepinos: Son personajes con papeles distintos. Aunque la batuta cambie de mano cada semana, las entradas las trabajamos y consensuamos entre los dos.
¿Por qué escribís con seudónimo?
Nicon Pepinos: ¿En España se podría escribir lo que escribimos sin seudónimo? Es decir: ¿con una crítica humorística pero a la vez contundente y meditada? Tanto si somos unos donnadie como si somos conocidos, sería complicado.
Nacho Canon: Y hay otra pregunta: ¿realmente importa cómo nos llamemos? Cuando uno expresa una crítica determinada, ¿importa a lo que yo me dedique o si tengo un trabajo fotográfico concreto para que ésta sea más o menos acertada? Si hubiéramos puesto nuestros nombres reales cuando empezábamos, la gente hubiera corrido a ver nuestro trabajo y a buscar información sobre nosotros para ver si estábamos acreditados o no para decir esas cosas. Sin embargo, ahora que ha pasado el tiempo, si se supiera quiénes somos, a la gente le importaría menos porque ya nos conoce desde otro punto de vista. No escribir con seudónimo hubiera sido un punto negativo. Eso sí, es diferente ser anónimo que ampararte bajo un seudónimo. Nosotros nunca negamos quienes somos cuando la gente nos conoce en el mundo real. Y también es verdad que las opiniones que escribimos no siempre son las nuestras, porque lo divertido es sobrepasarte y mostrar otros puntos de vista. Una de las cosas más divertidas de Cienojetes es que mucha gente nos conoce y guarda el secreto.
Nicon Pepinos: Como nos lo vas a guardar tú. ¿Verdad, Roberto?
Ja, ja. ¿Sois el Pepito Grillo que nos hacía falta?
Nacho Canon: Yo no sé si hacíamos falta, pero la gente se divierte con nosotros.
Nicon Pepinos: Y nosotros nos divertimos con la gente. Y el día que dejemos de divertirnos, malo.
Nacho Canon: La gente nos dice mucho por las redes sociales que echaban en falta algo así. Les alegramos las mañanas de los martes. Y les gusta que alguien ponga por escrito pensamientos que ellos tienen continuamente. Pero no tanto por el afán de criticar por criticar, sino de leer por boca de Nacho Canon o Nicon Pepinos sus propias inquietudes, como cuando se toman demasiado en serio sus propias fotografías, sus proyectos, la repercusión que tienen las cosas…
Nicon Pepinos: Claro. Tenemos lectores que dicen que expresamos lo que ellos no se atreven a decir y que además les hacemos reír y llevar mejor sus “frustraciones fotográficas”.
Pero en ocasiones sois los encargados de decir que el emperador está desnudo, ¿no?
Nacho Canon: Si recuerdas el cuento, nunca se supo el nombre del niño que dijo que estaba desnudo. Muchas veces a la gente le da miedo decirlo. Pero recalcaría el hecho de que el éxito de muchas entradas se debe a que la gente se encuentra reflejada a sí misma, en sus propias manías, más que cuando hacemos referencias a nombres particulares.
¿Falta humor en la fotografía española?
Nicon Pepinos: Si generalizamos, rotundamente sí. Aquí se lleva mucho eso de mirarse continuamente el ombligo; y eso no es muy divertido.
Nacho Canon: Pero hay diferencias según el bando. Los trascendentales reflexionan más sobre lo que hacen, y son gente con un discurso bastante elaborado, que bebe de muchas fuentes. Es muy fácil que acaben siendo conscientes de donde se meten y que le encuentren el punto gracioso a lo que hacen, e incluso de ser conscientes de que la gente pueda pensar que están intentando vender una milonga. Pero no estamos tan seguros de que en el bando de los aficionados tengan tanto sentido del humor, al menos cuando hemos colgado ciertos artículos en los que se ven reflejados, encajan bastante peor las críticas que los autores. Ha habido autores a los que al principio las críticas no les sentaron muy bien, pero luego lo supieron interiorizar y verlo con humor.
Nicon Pepinos: Hay grandes nombres de la fotografía española que nos han dicho que se esperaban que les diéramos más caña. Será que son también grandes personas, con capacidad para reírse de ellos mismos.
Nacho Canon: Pero entre los aficionados nos hemos encontrado con bandos organizados que trataban de hundirnos el post. Esto pasa cuando la gente no ha reflexionado mucho sobre lo que hace y creen a sus amigos, familiares directos y a su madre cuando les dicen: “qué fotografías más bonicas haces”, y luego llega alguien y les dice que simplemente están empezando y que les falta mucho para llegar a contar algo. Eso sienta muy mal.
¿Entonces la evolución de un fotógrafo consiste en que empiezas a hacer fotos que le gustan a tu madre, y consigues ser mejor fotógrafo cuando tu madre no sabe qué coño estás fotografiando? ¿O cómo es esto?
Nacho Canon: Tenemos un post que se titula ‘A mi novia le gustaban mis fotos‘ que iba justo en esa línea. En parte, quizá ese sea uno de los problemas de la cultura visual, que cuando un trabajo parece que empieza a ser más interesante, desde un punto de vista más intelectual o de autor, empieza a distanciarse del mundo de la fotografía de aficionado y se da el terrible desencuentro con la opinión de tus amigos y de tu familia, y te toca transitar hacia otro mundo. Y eso es lo que tratábamos de reflejar en esa entrada, cuando tienes que decidir si tus fotos tienen que gustar a Alejandro Castellote o a tu novia.
En este momento de la entrevista Nicon considera que tiene que pedir otra ronda de cervezas. Él es menos hablador, pero igual de preocupado por los detalles importantes.
Al leeros se ve que sabéis de lo que estáis hablando, y por ello creo que vuestro blog tiene un marcado carácter didáctico. Pero personalmente, ¿con qué tipo de fotografía os sentís más cómodos?
Nicon Pepinos: No nos sentimos excesivamente cómodos cuando la fotografía se convierte en un fenómeno de masas, orientado a consumir y consumir…
¿Pero es mala si es de masas?
Nicon Pepinos: ¿Por qué hay una tendencia a volver a la fotografía con película? A lo mejor, porque quizá sobra mucha fotografía.
Nacho Canon: Yo no comparto que haya mucha fotografía.
Nicon Pepinos: Que haya mucha es algo bueno, pero es que hay poca meditada.
Nacho Canon: Como dice Ricky Dávila,nunca hubo tanto tan bueno pero también tanto tan malo. No me preocupa la democratización de la fotografía, lo que me preocupa es que no va acompañada de un aumento de la cultura visual. Está bien que todo el mundo pueda hacer fotos, pero estaría mucho mejor que, igual que cuando alguien escribe piensa que antes de enseñar un texto se lo tiene que currar un poco, debería pasar lo mismo con la fotografía. El problema es creer que el simple hecho de comprar una cámara cara o de utilizar un filtro de un programa da valor a tus fotografías. Tener cultura visual los haría más críticos consigo mismos.
Nicon Pepinos: Sobre lo que comentabas del carácter didáctico de los post, es cierto. En muchos de ellos tenemos enlaces a grandes fotógrafos que ya no se recuerdan y que creo que no se han visto lo suficiente, al menos en la actualidad. Y muchos lectores nos agradecen que se los hagamos conocer. No es nuestra misión, pero sí que existe esa función.
¿Por qué falta cultura visual cuando somos receptores constantes de imágenes?
Nacho Canon: Porque no tenemos un sistema educativo que haya previsto eso. Siguen primando asignaturas clásicas y que no conectan con la juventud actual. Los chavales menores de 20 años se expresan fundamentalmente a través de imágenes. Y muchos lo hacen muy bien y además son nativos digitales. Pero la cultura visual en el sistema educativo está completamente desterrada. La fotografía en este país se estudia principalmente en escuelas privadas, porque algunas de las pocas que hay públicas no tienen buenas críticas, porque algunos profesionales que la enseñan no están del todo capacitados para ello. Pero es que debería ser algo transversal en la educación.
¿Y que opinión tenéis de las escuelas?
Nicon Pepinos: Nos faltan referencias. Vivimos en Murcia y no tenemos suficiente información. Nos encantaría que hubiera más escuelas públicas, es lo que consideramos ideal.
Nacho Canon: A falta de públicas, nos parece genial que haya muchas privadas, y que tengan una línea artística definida no nos parece mal. Pero sí, echamos en falta una infraestructura pública.
¿Y qué pasa en Murcia para estar tan bien situada en el mapa fotográfico?
Nicon Pepinos: Actualmente hay un boom de jóvenes autores en la Región de Murcia. Ya lo hubo en los años 70 y 80, con dos focos principales: Murcia y Cartagena. Autores como Díaz Burgos (un fotógrafo que creo que no ha sido suficientemente reconocido y que continúa reinventándose), Paco Salinas, Fernández Saura, Carlos Gallego, Jose L. Montero, José Mª Rodríguez, etc. También se dio una magnífica labor editorial por parte de Mestizo, el festival Fotoencuentros (lamentablemente extinto)… Y sí, ahora está surgiendo un grupo no muy numeroso de autores que están proponiendo cosas muy interesantes.
Nacho Canon: Ha habido muchos eventos promovidos por Mónica Lozano y se ha generado una reflexión en torno a la fotografía. Han venido muchos autores de diferentes sitios y esto ha favorecido que una generación haya estado en contacto con ellos y que de primera mano sepan los motivos por los que hacen fotos, al margen de la parte técnica: no cómo las haces, sino por qué las haces.
Nicon Pepinos: En Murcia se habrán hecho cosas mal, pero otras se han hecho bien y una de ellas ha sido propiciar la accesibilidad del gran público a la fotografía. Y en buena parte es mérito de Mónica y colaboradores. Que en el Museo de Bellas Artes se hicieran encuentros quincenales de fotografía con un gran autor y con el que se pudiera conversar de forma cercana sobre su trabajo, no es algo que se vea en muchos sitios.
¿Desde Murcia veis centralismo fotográfico?
Nacho Canon: Cada vez se da menos; gracias a Internet, todo está más difuso. Es cierto que vemos con envidia la cantidad de actos a los que puede asistir alguien en Barcelona o Madrid, pero lo bueno de las imágenes es que no hay que desplazarse para verlas. No hay que olvidar que el mundo de la fotografía en España es un mundo muy reducido…
Nicon Pepinos: Y endogámico.
Nacho Canon: Pero es bastante fácil entrar en contacto con la mayor parte de ellos y es fácil seguirlos. No hay tantas actividades si las comparas con otro tipo de disciplinas. Y fuera de Madrid y Barcelona cada vez hay más actividades. Nosotros desde Murcia hemos podido hablar de cualquier cosa sin problemas.
Hemos hablado del lenguaje fotográfico pero a vosotros también os preocupa el lenguaje que se utiliza al hablar de fotografía; de hecho, habéis sacado un Diccionario Cienojetero. ¿Qué sorpresas os ha dado?
Nicon Pepinos: El diccionario nos da muchas satisfacciones porque el lector interactúa más que con otras entradas en las que simplemente deja un comentario. Es una cosa abierta y da mucha información de la visión de la fotografía que tienen los lectores. Muchas definiciones las han proporcionado ellos. Pero hemos de advertirles que el diccionario es un work in progress; aportaciones nuevas serán bienvenidas.
¿Se puede hacer una fotografía sin que sea una “metáfora”?
Nacho Canon: ¿Acaso los novios de las fotografías de bodas se quieren como aparecen en las fotos, son tan guapos y los amigos están tan contentos de estar juntos como reflejan esos álbumes? La fotografía siempre miente. Y nosotros siempre mentimos.
Nicon Pepinos: Hay unas metáforas más sutiles y otras más directas.
¿Toda fotografía mejora con un flashazo?
Nicon Pepinos: (canta) Varón pa’ quererte mucho, varón, pa’ quererte bien. Yo quiero aprovechar mi oportunidad para decir que mi flash está en venta.
Entonces nunca llegarás a nada.
Nicon Pepinos: Joder, libertad. El que quiera disparar con el flash a todo lo que dé, que lo haga; y el que prefiera la luz solar, que no lo haga, ¿no? Ja, ja.
Hay mundos de la fotografía que no habéis explorado, como la moda y todos sus estereotipos, o la deportiva… ¿Los estáis reservando para nuevos post?
Nicon Pepinos: El del modelaje ya se ha tocado en ‘Mi amiga quiere hacerse un book‘. Son cosas que tenemos en mente, pero muchas veces la actualidad nos obliga a hablar de ciertos temas.
Nacho Canon: Cuando hablamos de géneros concretos, esperamos a tener algo interesante que decir. Por ejemplo, tratamos el periodismo de guerra, pero lo hicimos desde el tratamiento que recibe el colectivo de fotoperiodistas de conflictos bélicos. Nos gusta hacer no sólo una reflexión paródica, sino buscar una lectura que vaya más allá. Por eso esperamos.
Habéis dedicado varias entradas del blog para hablar del fenómeno más mediático de esta ‘Generación de los Intensos’: los fotolibros. Habéis hablado de la capacidad que tienen de generar trueques entre los autores o incluso habéis hecho un ‘video-jockey’ paródico con el PIGS de Spotorno. ¿Qué opináis del boom del fotolibro?
Nacho Canon: Es positivo y completamente lógico que se produzca un boom por las facilidades de creación y comercialización que tienen los fotolibros.
Nicon Pepinos: La Generación de los Intensos… ¡muy bueno! ¿Lo podemos usar? Parece que esto del fotolibro sea un fenómeno nuevo, pero visita ahora mismo la exposición de PHE en el Reina Sofía y verás las joyas que se han hecho a lo largo de los años.
Nacho Canon: Lo que es importante es que el fotolibro siga estando bajo el control de los autores. El problema puede ser que ellos dejen de controlar la temporización, o los resultados o la difusión. Y eso empieza a suceder. La industria necesita una producción para mantenerse que puede no estar acompasada con la difusión que tienen los fotolibros o con el ritmo vital que necesita cada trabajo para acabar siendo un fotolibro.
Nicon Pepinos: Pero a la industria le conviene convertir al propio autor en rápido consumidor.
Nacho Canon: Por aquello de ‘tú me lo mecenas, yo te lo meceno‘. Como es un trueque, para formar parte de ese sistema tienes que empezar a comprar el libro de los demás, para que después empiecen a comprar el tuyo…
l¿Escondéis fotolibros debajo del colchón?
Nacho Canon: Sí. Todos tenemos un pasado. En fotografía uno aprende más de los errores que de los aciertos. Y hay libros que escondes. Pero no somos partidarios de esconder las cosas, sino que nos gusta incidir sobre las fotos que indicaban que no ibas por buen camino, tanto en las nuestras como en las de los demás, porque son las fotos que ayudan a entender cuándo te estabas desviando. Y con los fotolibros, igual. Hay veces que te preguntas por qué te compraste cierto fotolibro, si fue porque estaba de oferta o porque todos lo tenían.
Nicon Pepinos: A mí algunos todavía me sirven, para alisar los negativos… Lo que sí pensamos es que hay fotolibros que salen demasiado pronto, por presiones, por la industria, por lo que hablábamos antes.
¿Se puede ser emergente sin haber pasado por la Kursala?
Nicon Pepinos: Ja, ja. Es que estamos hablando de Jesús Micó, uno de los popes. Claro que sí; si no, nos tiramos al río. Igual que se puede manejar el flash sin pasar por Blankpaper.
Nacho Canon: En lo primero que tiene que pensar uno es en el resultado final de la obra. Luego, que te lo distribuya la Kursala, o la que sea, y que alcances más o menos repercusión es algo añadido. El verdadero autor lo que busca es expresarse a través de su obra, y luego busca la forma de distribuirla que más encaje con su personalidad. La Kursala les está funcionando muy bien a algunos autores y, por tanto, es golosa. El problema es cuando llegar a ella se pone como primer objetivo y no que tu trabajo esté redondo desde tu punto de vista.
Nicon Pepinos: Una cosa buena que tiene la Kursala es que es pública, depende de la Universidad de Cádiz.
¿A Martin Parr le gusta el jamón serrano?
Nicon Pepinos: Tiene pinta de que sí.
¿Sospecháis algo sobre sus intereses ocultos?
Nicon Pepinos: ¡Vaya Parr de preguntas!
Nacho Canon: No tenemos tanta información, pero le invitamos a que nos mande libros a nuestros ‘Have a nice Boob’.
¿Guardáis algún ‘Afronautas‘?
Nacho Canon: Esto es completamente cierto: un amigo lo va a vender para comprarse un sofá, de cuero.
¿Qué fue de vuestra colaboradora Princesa Leica?
Nicon Pepinos: Ahora es que está de viaje por el espacio. Colabora con nosotros puntualmente.
¿Dónde están las mujeres en fotografía?
Nacho Canon: Hay muchas en las escuelas. La gran pregunta es qué pasa con ellas cuando hablamos de la difusión, por qué no tantas alcanzan popularidad. Hacen falta más mujeres.
Si os dieran carta blanca para comisariar una exposición, ¿qué veríamos ?
Nacho Canon: Desde el blog abogamos para que cada uno haga aquello para lo que está capacitado. Nos gustaría que nuestros lectores se replantearan cómo va a ser su fotografía, pero no intentamos sentar cátedra. Que cada uno haga lo que le apetezca. No nos vemos comisariando nada. Hay gente que nos escribe preguntando: “Entonces, ¿cuál es la fotografía verdadera?”. No hay nadie que pueda decir eso; la fotografía verdadera es la que dice lo que tú necesitas expresar, o aquella en la que te llega lo que el autor quería hacer. Pero es algo que parte de ti.
¿Cuál es vuestra próxima aventura?
Nicon Pepinos: Nos hemos hecho chaperos y camiseteros. Vamos, que hemos sacado una tienda virtual de productos cienojeteros, a ver si nos sirve para cubrir gastos y darnos a conocer un poco más. Lo que nos gusta realmente es escribir en el blog, que es en lo que seguiremos, generando reflexión. De hecho, las entradas que más nos satisfacen no son tanto las más leídas, sino las que mueven a pensar y generan debate.
Comentarios
Por Fernando, el 05 agosto 2014
Felicidades por el artículo y felicidades a los «cienojetes». Casi siempre, por no decir siempre, dan en el clavo con su crítica hacia -en demasiadas ocasiones- tanta tontería que nos rodea.