Cinco hitos imprescindibles del rock progresivo

Spock’s Beard

LUISMI GARCÍA

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Sumergirse en la tarea de datar o definir el concepto del rock progresivo es, además de ardua y estéril, una tarea tan compleja que constituiría tema de un volumen enciclopédico. Pero al menos sí podemos buscar cinco momentos álgidos, cinco highlights que hicieron de bisagra en la música popular, es decir que influyeron de forma notable en el posterior desarrollo y evolución del rock. Desde los 60 hasta hoy son legión las bandas, estilos, géneros y subgéneros que han surgido y resurgido, pero ninguno se ha mantenido tan firme como el progresivo en todas sus variantes, en gran parte debido al antimercantilismo implícito en quienes osaban meterse en semejantes plazas.

I.-  LAS HUESTES DEL REY CARMESI

Unos meses después sacaron In The Court Of The Crimson King (an observation…), un título tan sugerente como poderosos eran los ecos que, desde  la brutal portada de Barry Godber  inaugurando una era de prodigiosas carátulas como “marca de la casa” del movimiento, hasta llegar al vinilo con un trabajo sónico totalmente nuevo y unas letras de cualidades cuasi-literarias.

El álbum se abre con 21st Century Schizoid Man(including Mirrors) un tema que en los directos podía extenderse hasta los 45 minutos, es una clara invitación al maesltrom que se avecina y ya no se detendrá hasta el tema que da título al disco. Domina la música un omnipresente melotrón que transita entre las furiosas persecuciones de saxo y guitarra hasta llevarnos a las soundscapes que capean la rotunda y libre base rítmica con delicados dibujos de la flauta de McDonald para, al rato, devolver el protagonismo a Fripp, a su vértigo, en su estilo único e  irrepetible …

La historia de King Crimson tiene cambios de personal casi en cada trabajo (que, por cierto, son cada uno obras maestras), en los 80 se acercaron al avant garde y la new wave, pero aún hoy sigue viva y siguen siendo uno de los grupos más reclamados como principal influencia por bandas como tan dispares como Fromuz, Tool, Dream Theater o Porcupine Tree.

II.- …Y EL CORDERO DESCANSÓ EN BROADWAY

En 1974 el modelo del progresivo estaba en plena madurez y su energía era imán para grupos de todo el mundo, la Brit-invasion había llegado a todas partes, sin embargo las auténticas joyas de culto seguían viniendo de las islas.

En el núcleo del mainstream estaba una de las vacas sagradas, Genesis. El desmesurado talento de Peter Gabriel le hizo reunir a varios compañeros de universidad para dar rienda suelta a toda la literatura que tenía en la cabeza, tras un par de álbumes la banda se consolidó con Mike Rutheford, Steve Hackett, Tony Banks y un jovencísimo talento con las baquetas: Phil Collins. Crearon un sonido propio y rápidamente identificable, la era de Gabriel no tuvo parangón, con unos textos desbordantes de calidad y creando estructuras musicales que combinaban su peculiar modo de hacer rock con figuras clásicas, pastorales, etc…

Otro gran acierto de Gabriel fue unir para siempre su gran pasión por el teatro con el rock, muchos son deudores directos de sus míticas puestas en escena, desde Queen a Ozzy Osborne y gran parte de los conciertos de estadio de hoy en día dan fe de lo que llegó a influir la banda inglesa.

En el año que nos ocupa Genesis, tenía ya varios temas situados en el Olimpo del rock como Supper´s Ready, Firth of Fifth, The Battle of Epping Forest… pero en 1974 vio la luz The Lamb Lies Down On Brodway que, además de ser el último de Gabriel en la banda, fue el canto de cisne de una era. El enorme Brian Eno colaboró en este mastodóntico proyecto llenando el disco de texturas sonoras de excelente factura, la gran portada de Hignosis, sombría, anunciaba el interior. La historia nos habla de la oscuridad y la soledad en las grandes urbes, el viaje de un joven, Rael, en busca de su hermano entre las calles de Brodway. Todo ello cantado en el slang más atractivo de Gabriel, con registros que van desde el croon más sólido hasta llegar a  falsetes desgarradores y selváticos, todo ello con un ácido toque de desafío abiertamente sexual… Gabriel allanaba su propio camino al estrellato.

Pero los músicos no tienen ningún papel secundario, el teclado de Banks es hipnótico y envolvente, Hackett está inmenso a la guitarra planeando sobre las sedosas superficies electrónicas de Eno, Rutheford crea escuela con las líneas del bajo llegando a ser  omnipresente …y Collins simplemente insuperable, como siempre que se sienta a la batería.

En la gira del disco el histrionismo musical de Gabriel tocó techo, solía aparecer con mil disfraces y media cabeza afeitada para, según él, “oír la voz de Rael” , tras la exitosa gira Gabriel se fue y comenzó una fructífera carrera en solitario, Collins cogió los mandos como front-man y llevó a Genesis al fenómeno que conocemos todos, suelen incluir entre su repertorio clásicos de los años de Gabriel, pero nunca volvió a ser lo mismo

III.-Y LA LUZ SE (RE)HIZO

Saltamos a los 90 por la poca trascendencia que tuvo el neo-prog y derivados, cosa que no es óbice para que haya auténticas maravillas, pero no caben aquí por diferentes motivos.

Un errático Neal Morse volvía de su peculiar saison en enfer por Europa a California. Allí  comenzó a tocar por los clubs de Jams donde conoció a un baterista indispensable del panorama actual Nick d´Virgilio, el hermano de Neal, Alan, se unió al proyecto aportando su increíble feeling con la guitarra y poco después  el exbajista de Eric Burdon (entre otros muchos) se sumó, se creó Spock´s Beard

Tras numerosos problemas, consiguieron sacar The Light en 1994, justo cuando bandas como Echolyn, Enchant o Flowerkings arrancaban desde el ímpetu setentero, el álbum se convirtió en objeto de culto a pesar de que el éxito comercial, al principio, fue moderado.

The Ligth es uno de esos trabajos que puedes maldecir toda una carrera por haberla iniciado con tamaña genialidad: Será difícil superarla…  Compuesta por 4 únicos temas que van de los 24 a los 6 minutos y con un comienzo homónimo que deja turulato al más pintado, continuos cambios de signatura, ecos sónicos de reminiscencias beat, apabullantes riffs de guitarra y un combo de base rítmica increíble … Todo el trabajo es un despliegue de virtuosismo, habilidades y creatividad casi sin precedentes. Esto no hubiera sido posible con el siguiente miembro del grupo, el teclista Ryo Okumoto, en cuyo currículum musical brillan colaboraciones con Aretha Franklin, Kitaro, Phil Collins, Steve Lukather (Toto) y más… cuyos aportes al Hammond  y melotrón unidos al teclado de Morse y con le sumamos la maestría de Alan en las guitarras y la gran sección rítmica de Meros y d´Virgilio crearon un sonido inimitable.

En el 2000 editaron la que muchos consideran “obra maestra” de la banda, ese año Neal dejó el grupo tras su conversión al cristianismo iniciando una carrera fulgurante en solitario, en cuanto a la banda, como Phil Collins tiempo atrás, Nick se convirtió en front-man, pero la falta del alma mater se echa demasiado en falta.

IV.- A LA PUERTA DEL TEATRO DE LOS SUEÑOS

Si hay un músico reclamado como icono tanto por fans del Metal, del prog setentero, poperos e incluso clásicos es sin duda Mike Portnoy, baterista fundador de Dream Theater, la banda de Metal Progresivo más importante del nuevo milenio. Portnoy es una de las mentes más inquietas del panorama musical, colabora en 6 ó 7 proyectos al año, además de su banda y la revista Modern Drummer le ha elegido mejor baterista del año doce veces seguidas.

La formación original del grupo ha cambiado de teclista varias veces, habiendo pasado monstruos de la talla de Derek Sherinian (Planet X) y Kevin Moore (OSI) en el momento que nos ocupa, es el maestro Jordan Rudess (Dixie Dreggs) quien se encarga de las teclas, John Petrucci, un guitarrista nivel Satriani o Vai, John Myung maneja el bajo de 4 y 6 cuerdas y el Stick guitar, todo ello adornado con la voz del canadiense James LaBrie.

Aunque comenzaron su carrera haciendo un mix de Sepultura y Rush pronto el increíble arsenal artístico del grupo les llevó a terrenos mucho más creativos, en 2005 publicaron el triple Live at Budokan, en el que despliegan todo su potencial pasando del Metal a paisajes cuasi-Floydianos. Todo ello aderezado con continuos breaks, cambios de tempo, signatura y guiños a Zappa o King Crimson e incluyendo los devaneos de descargas eléctricas y poliritmias imposibles haciendo fácil lo complicado. Haciendo en su teatro los sueños realidad.

V.- EL FUTURO, AL NORTE…

Suecia es ahora mismo la base de operaciones de la fusión sonora por la profusión de bandas y la interactividad con músicos de todo el mundo. Buenos ejemplos son Pain Of Salvation, Beardfish…

Pero entre todos ellos destaca Roine Stolt, un guitarra extraordinariamente versátil, Roine comenzó su carrera en los Kaipa de los ´70, pero fue en 1994 cuando formó The FlowerKings, una de las señas del prog europeo. Y aquí es donde aparece el segundo genio, el nuevo fenómeno del bajo, Jonas Reingold, juntos decidieron expandir sus ideas musicales en ambiciosos proyectos, en vez de acomodarse en una banda con éxito garantizado.

Mientras Roine compaginaba sus discos en solitario con la banda, Jonas fue más allá y creó Karmakanik, fantástica banda de rock-sinfónico. En 1999 Roine fue reclutado por Portnoy y Morse en el coloso Transatlantic, que contó con el legendario Pete Trewavas (Marillion) al bajo, publicaron dos trabajos de estudio  entre el ´99 y 2000 y dos directos (USA y Europa) que dejó muda a la crítica, en pleno éxito cada miembro retornó a sus carreras, Roine, con Jonas, se envolvió de seda eléctrica para sumarse al combo The Tangent del inglés Andy Tillison en sus dos primeros trabajos, aupados ipso facto a los primeros puestos de las listas especializadas. Tras estos trabajos, la pareja  reformaron la Kaipa con su fundador original Hans Lundin y editaron otras dos obras maestras.

Jonas volvió a los F. K y a Karmakanik , mientras Roine reaparecía en 2008 con Transatlantic en una obra de las más ambiciosas del rock prog The Whirlwind, un álbum conceptual con una suite de casi 80 minutos dividida en “canciones”, que llevaron al directo un año después en el Sheppard´s Bush Empire, con la colaboración de Steve Hackett (Genesis)…

Y en esta inabarcable carrera llegamos a su último proyecto Agents Of Mercy, junto a Reingold y una estructura más o menos fija, con Nad Sylvan a las voces con un registro gabrielesco maravilloso, a la batería, Mickael (Whale) Wahlgren y el virtuoso interprete Llalle Larson a los melotrones, hammond y piano.

Con unos desarrollos instrumentales tan novedosos como cercanos, son una de las bandas que marcan el camino a todos los neófitos, no hacen ascos a fusión alguna, pero es que el bagaje musical va desde los Beatles a Uriah Heep pasando por Gentle Giant, hasta llegar a los contemporáneos, el sonido es tan correcto y las producciones tan impecables que sólo me resta recomendaros oír este tema de álbum Dramarama

Antes de que arrecien las críticas, estos son MIS CINCO HITOS! Es sólo mi opinión, si no os gusta, revisitando a Groucho, tengo 350.000 más. Este artículo da igual que lo lean 5 ó 500, personas, está escrito para y por una, por haber sabido reinventarse (y de qué modo!), por luchador y por buena gente, él sabe de quién hablo.  #Faltan132

Gracia a Pilar Blasco por la manita …por todas las manitas…

Y a el Asombrario por existir!

Sobre el autor

manuelcuellardelrio

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