Clitemnestra, ¿es válida la venganza para la justicia o es un simple acicate del terror?
En su último libro, ‘La casa de los nombres’, el escritor irlandés Colm Tóibín ha elegido uno de los grandes mitos del ciclo troyano: las desventuras de Agamenón y Clitemnestra, las olas de violencia familiar, el sacrificio de una hija, el adulterio. Un mito lleno de personajes apasionados, como toda buena tragedia, donde destaca Clitemnestra, la reina de Micenas, símbolo de la pasión y de la mujer humillada.
Por CAMILA PAZ OBLIGADO (profesora del Taller de Clara Obligado)
De Colm Tóibín había leído hace un par de años una novela, Brooklyn, que me maravilló por su sensibilidad para narrar la vida de una joven irlandesa que emigra a Estados Unidos. Así que cuando cayó en mis manos La casa de los nombres no tuve más remedio que sentarme a leer de inmediato. Y aunque tuve que esperar a una segunda oportunidad para lograr entrar en ella como merece (a veces se escogen libros estupendos en momentos espantosos), puedo decir que su escritura me sigue resultando conmovedora. En esta ocasión, el escritor irlandés ha escogido uno de los grandes mitos del ciclo troyano, tan grande que los tres trágicos que conservamos (Esquilo, Sófocles y Eurípides) escribieron sobre él: las desventuras de Agamenón y Clitemnestra, las olas de violencia familiar, el sacrificio de una hija, el adulterio. Un mito lleno de personajes apasionados, como toda buena tragedia, donde destaca (y así lo hace también Tóibín con un trabajo hábil de la voz narrativa) Clitemnestra, la reina de Micenas, que vive en la cotidianidad del poder sin sobresaltos ni insurrectos, reina madre de tres hijos.
Pero la guerra, como todo conflicto bélico, quiebra la vida y derrumba sus bases, y Agamenón reúne a sus huestes y navega hacia Troya. Cuando el viento deja de soplar a su favor, Agamenón debe sacrificar a uno de sus tres hijos, Ifigenia. “Vivo sola con la estremecedora certeza solitaria de que el tiempo de los dioses ha pasado”, se lamenta la reina de Tóibín. Muere Ifigenia, el dolor de la madre muta en una lenta furia. El caudillo regresa, pasados los años, vencedor y con una amante. Clitemnestra ofrece al rey un baño y allí lo apuñala con la ayuda de Egisto, su amado. Más tarde Orestes y Electra, los hermanos de Ifigenia, vengarán a su padre con la muerte de su madre. Ni el apuntador.
La tradición ha mostrado a Clitemnestra como un símbolo de la pasión y de la mujer humillada, a Agamenón como un rey despiadado, a Orestes como un vengador de su padre. Pero la fina mirada de Colm Tóibín, el uso inteligente de los textos clásicos, su imaginación para urdir partes ocultas de la trama antigua, plantea personajes matizados y profundiza en algunas claves del mito: ¿Se puede justificar el asesinato? ¿Existe lo justo y lo injusto en la vida? ¿Es la venganza herramienta válida para la justicia o un simple acicate para el terror? Y en el fondo, una cuestión: ¿qué es el mal? Al fin y al cabo, Agamenón también ha sido infiel, ha matado a su propia hija, al enemigo en la batalla, pero su condición de hombre y su fe en los dioses justifican e incluso premian su comportamiento. Clitemnestra, con su conducta viril (es adúltera, asesina y embaucadora a partes iguales que su marido), es vista por la tradición como un ser odioso que representa en sí misma el mal doméstico, demasiado ambiciosa, demasiado inteligente, soberbia con los dioses, una peste que se debe exterminar.
Colm Tóibín recrea las voces de los protagonistas de esta historia como ya lo hizo Marguerite Yourcenar en su cuento Clitemnestra o el crimen (Fuegos). Donde la autora francesa reconstruye el monólogo de una reina atrapada por la justicia, Tóibín se pone en la piel de Clitemnestra y sus hijos, e investiga el círculo de terror y violencia que los arrastra. Ambos autores muestran que la modernidad apuesta más por las mujeres, intenta comprenderlas y deja a los grandes héroes en la sombra. Una novela que impresiona por su atención al detalle, su imaginación poética y la intensidad de su trama es, sin duda, la oportunidad para revivir el mito desde otros ángulos y disfrutar del placer que nos ofrece siempre la relectura de los clásicos.
Taller de Escritura de Clara Obligado
Nuestro taller literario acompaña de manera personalizada los procesos de escritura creativa, tomando en cuenta tus intereses, tu poética, tus posibilidades. Te ofrecemos una puerta de entrada al mundo de la literatura, con talleres de escritura creativa en distintos niveles, desde la iniciación total hasta la profesionalización, para los más jóvenes y para los más maduros, talleres de lectura, opciones online y en directo, un cuidado servicio de corrección literaria con distintas opciones de trabajo, charlas con autores, editores y profesionales del libro y, sobre todo, un equipo con muchísima experiencia en la formación de escritores y ganas de seguir aprendiendo contigo. Si estás interesado, escríbenos.
No hay comentarios