Cómo contar África de manera más optimista y real
Cada vez emergen más alternativas para contar África rompiendo con mitos y clichés a través de voces africanas, poniendo luz en las narrativas afropesimistas. Quitémonos las gafas eurocéntricas y contemplemos el variado panorama de iniciativas que surgen para hablar del continente de otra manera. Aquí una guía distinta para descubrir ‘áfricas’ más positivas. Desde la cuenta ‘EverydayAfrica’ en Instagram y blogs como ‘Guinguinbali‘, las revistas ‘Wiriko’ y ‘Afribuku’, y ‘Radio África’.
No es nada sencillo hablar de África. Tampoco lo es hablar de América, Europa o Asia. Por eso intentemos huir de las simplificaciones.
Cuando hablamos de África nos referimos a un enorme continente con 54 países multiétnicos, con realidades políticas y sociales muy complejas; hablamos de 30 millones de kilómetros cuadrados, más de 1.000 millones de habitantes y más de 2.000 lenguas repartidas en territorios donde conviven mil maneras de interpretar la vida, la muerte, el sexo o el arte. Y los mejores expertos en África suelen ser los africanos. Lógico. Como nos recuerda el escritor senegalés Boubacar Boris Diop: África, como tal, no existe. Igual que no existe una sola América, ni una Europa uniforme.
Desde Occidente (sea lo que sea Occidente), solemos hacerlo mal. Aunque con buenas intenciones, ya seamos periodistas o cooperantes de ONGs, dibujamos África con brocha gorda, sin contexto, a través de guerras interétnicas y hambrunas ignoradas. Y la mejor prueba para verificar este diagnóstico es que muchos africanos no se reconocen en esa realidad que cuentan nuestros medios de comunicación. Como quien no se refleja en un espejo.
“Afortunadamente, esta narrativa clásica del continente, está en declive”, afirma Jean-Arséne Yao, historiador y periodista costamarfileño, redactor de la revista Mundo Negro. Aunque reconoce que hay conductas que pulir (el tratamiento mediático del Ébola en España es ejemplo de ello), “cada vez emergen más alternativas para contar África rompiendo con mitos y clichés a través de voces africanas, poniendo luz en las narrativas afropesimistas”. Por eso vale la pena quitarse las gafas eurocéntricas, asomarse a la ventana y contemplar el rico panorama de iniciativas que surgen desde el continente. Estas son algunas:
Después de vivir varios años en países africanos, los fotoperiodistas Peter DiCampo y Austin Merril se dieron cuenta de que a través de sus smartphones obtenían fotografías mucho más fieles a la realidad africana que con sus grandes cámaras. “Pasábamos más desapercibidos”. Así crearon en Instagram EverydayAfrica: un proyecto que cuenta con más de 110.000 seguidores y que recoge fotografías del día a día en los países africanos. “Actualmente son profesionales quienes nos envían la mayoría de las fotos, pero nuestra intención es que, gracias al aumento del uso de móviles en el continente, sean los ciudadanos quienes cuenten sus vidas a través de la fotografía”, comenta DiCampo. “Lo verdaderamente interesante sería que profesores, banqueros, doctores, agricultores o los mismos turistas documentasen el mundo que les rodea”.
DiCampo es optimista. Confía en que Internet y su globalización, poco a poco, permitan al mundo descubrir estas otras caras de África que no suelen ser mostradas.
Algo así piensa Chema Caballero, que aterrizó en África en 1992 como misionero javeriano y ahora colabora en el blog de África no es un país, entre otras publicaciones. “África no interesa a la gente, tal vez porque siempre se cuenta lo mismo. Por eso hay alternativas de contar el continente que están teniendo éxito”. África no es un país (en el diario El País) es un ejemplo de ello, con información de todo tipo y periodistas trabajando desde el terreno.
En España, además, podemos disfrutar de portales de comunicación como Guinguinbali, recientemente premiado con el Nicolás Salmerón de Comunicación 2014; publicaciones artísticas y culturales como Wiriko, Afribuku o Radio África, entre otras. “Cada vez hay más gente que habla de la música, la pintura, la fotografía, de las pasarelas de moda… Están dando una visión distinta, muy dinámica de esa juventud que es quien realmente está cambiando este continente. Una juventud que quiere romper con los tópicos, con los patrones tradicionales. Gente preparada que opta por quedarse en sus países”, subraya Chema.
En África, más de la mitad de sus habitantes no superan los 25 años y su media de edad es de 17. Muy distanciada en edad del resto de continentes, África ya es el futuro y los jóvenes africanos quieren contarlo. Así se explican proyectos colaborativos como Afripedia, trenzado por jóvenes artistas de Ghana, Angola, Senegal o Kenia que gritan su mensaje al mundo; aquí puedes ver sus presentaciones; o The Daily Box, fundado por los periodistas Khadija Patel y Azad Essa en Sudáfrica. En este país, donde la juventud representa el 59% de una población de 51,7 millones de personas, las noticias orientadas exclusivamente a este público escasean. Para llenar ese vacío, The Daily Box ofrece portadas, sátiras, análisis de noticias, caricaturas, reportajes especiales y opiniones, escritos por y para jóvenes. “Nuestra experiencia con el mercado juvenil nos ha mostrado que los jóvenes sienten que los medios de comunicación tradicionales no les hablan en absoluto, se sienten ajenos a las noticias”, decía Patel recientemente en una entrevista. Este modelo, creado el pasado 16 junio, Día de la Juventud de Sudáfrica, funciona y pretende ampliar sus fronteras.
También desde el continente y con el mismo mensaje reivindicativo llega Framed, dirigido por Cassandra Herman y el antropólogo Kathryn Mathers. Impulsado por crowdfunding, este documental pretenderá enseñar los mitos y las imágenes que hacen que África sea vendida como víctima, cuestionar la narrativa clásica del continente y formular preguntas inquietas como: ¿quién se beneficia de la caridad en el continente?, ¿quién salva a quién?, ¿quién necesita ayuda realmente? Una ruptura visual que no dejará indiferente a nadie.
FRAMED trailer from Cassandra Herrman on Vimeo.
“Tristemente, el cambio no se refleja tanto en las campañas de comunicación de las ONGs. Muchas actúan según la lógica de mercado: cuanto más dinero ingrese, mejor. Sin reparar ni un segundo en debates morales”, critica Jean-Arséne. Para castigar esta “pornografía humanitaria” están los premios Rusty Radiator organizados por la ONG noruega SAIH, que cada año crea un vídeo para denunciar la perpetuación de estereotipos y exigir una cooperación basada en “necesidades reales” y no en “buenas intenciones”. Vídeos como este reflejan a la perfección el mensaje que quieren transmitir.
Erric Ferrer, responsable del área de comunicación de la Fundación Khanimambo en Mozambique, donde llevan años siguiendo una línea de comunicación muy clara, concluye: “Entendemos la cooperación como un intercambio, generando optimismo y poniendo énfasis en la parte más positiva de nuestro trabajo. Huimos de los estereotipos de la caridad, del sufrimiento, la pobreza o la tristeza”. Y les funciona. En 2011 lanzaron una campaña en la que los niños de Praia Xai Xai ofrecían su ayuda a los españoles, estresados y agobiados por su rutina. Déjate Ayudar se llamaba.
Por último, pregunto a Jean-Arséne cuál sería su campaña de comunicación: “Difícil”, responde. Insisto y le pido un cartel, una fotografía que defina el continente hoy: “Creo que sería una persona joven, de entre 18 y 25 años, en un aula o saliendo de clase”. ¿Algo más? “Sonriendo”, añade.
Comentarios
Por victoria, el 11 enero 2015
¡Muy buen articulo! ademas de ser un muy buenj tema esta muy bien escrito. Espero escuchar mucho mas sobre ello y espero que la gente aprenda a relacionar a Africa con algo mas que hambrunas y guuerras. ¡Me gustó muchísimo!
Por airam, el 26 enero 2015
enhorabuena! tu información es meticulosa y se nota que te has informado muy bien. Así da gusto recibir artículos sobre la mirada inmaculada del continente negro. Sigue así!
Por Belinda, el 18 junio 2017
Realmente, se agradece leer artículos de la talla de este artículo.
Contar la verdad sobre el Continente Africano se agradece a mi me ha supuesto un maravilloso soplo de aire fresco.
Es un artículo riguroso y escrito con un estilo muy inteligente, informando sin desinformar.
Gran trabajo periodístico y de investigación que se ha escrito desde una óptica objetiva y directa.
¡Enhorabuena!