Cómo rentabilizar un bosque por el agua y aire puros que genera
Las vidas del biólogo Héctor Abarca y los ingenieros forestales Diego López y José Luis Solís dieron un vuelco el día que decidieron unirse y fundar la consultora ambiental Dendron, dedicada a las soluciones basadas en la naturaleza, en tierras de Cuenca. Hoy son pioneros con su estrategia para certificar montes privados formando grupos de hasta cientos de pequeños propietarios, de forma que se garantice una gestión adecuada y un retorno económico por los servicios ecosistémicos (luego explicamos lo que son) que prestan los bosques bien cuidados a la sociedad. ‘El Asombrario’ ha querido conocer de cerca lo que hacen y cómo lo hacen.
En un momento en el que la conservación de las masas forestales es fundamental, como destacaba el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) en su exhaustivo informe de 2020, gracias a su empeño, hoy 450 dueños de árboles se han unido para preservarlos y conseguir fondos que lo haga posible.
El lugar elegido por los jóvenes Héctor, Diego y José Luis para poner en marcha sus propuestas han sido los montes de Cañizares, en la serranía alta de Cuenca, un territorio que históricamente vivió de sus bosques, del ganado y también de los cercanos manantiales donde se asientan empresas a aguas minerales. Pero sus pinos laricios, o Pinus nigra, que son de crecimiento lento y madera de alta calidad, hace tiempo que dejaron de ser rentables como para fijar la población, y las gentes del municipio, como en tantos lugares, iniciaron desde hace décadas el camino de la migración a Madrid, Valencia o Guadalajara.
Fue Héctor, oriundo de Minglanilla (Cuenca), quien arrastró a los otros dos amigos hasta una zona que conocía bien y donde había una activa asociación de propietarios: el municipio de Cañizares. En Finlandia, durante un master puntero en gestión forestal, había conocido a José Luis, extremeño. Allí comprendieron y aprendieron sobre la importancia de utilizar la tecnología para mejorar el estado de los bosques, recogiendo datos con drones y luego realizando un tratamiento avanzado de la información que conseguían. La empresa Dendron, creada en 2022, a la que poco después se unió Diego, es el resultado de ese empeño en aunar una actividad tradicional –el aprovechamiento forestal– con la investigación y el desarrollo. “Nosotros recogemos imágenes y con ellas hacemos modelos en 3D de los montes, vemos qué especies hay, cuántos ejemplares y madera y también cuánta se puede sacar para que el bosque siga vivo, pero genere desarrollo económico en la zona”, explica José Luis.
En el fondo, lo que pasó en Cañizares no es muy distinto de lo que ocurre en otras amplias zonas de la meseta: muchos de los propietarios originales del monte se fueron a las ciudades y sus herederos dejaron de ocuparse de ellos, dejándolos abandonados en un contexto de sequías que van a más, con más riesgo de incendio. ¿Por qué no poner en valor esa masa forestal y hacer que se pague por ella todo lo que vale? La idea convenció a los 450 pequeños propietarios, que les contrataron para que lograran certificar sus más de 5.600 hectáreas, en grupo, con el sello FSC, cuya madera tiene una gran demanda porque garantiza que se cumplen unos exigentes criterios ambientales y sociales en su gestión. Y se logró. Hoy es el primer grupo de certificación creado por una empresa de Castilla-La Mancha, que espera llevar esta iniciativa a otras provincias de la región y de España.
“Lo que pretendemos es ayudar a estos dueños de bosques que tienen difícil sacar provecho o certificar unas pocas hectáreas. Juntos es fácil, aunque es complicado convencerles de las ventajas: a los más mayores porque sienten que pierden el control de su tierra y a los que no viven en los pueblos porque les son ajenos y no quieren gastar en ello; aun así, vemos que aumenta el interés y ya estamos en el proceso de hacer dos agrupaciones en la serranía conquense”, asegura Héctor. Para darse a conocer, no dudan en contactar con agrupaciones que funcionaron en el pasado y ayuntamientos, además de participar en eventos y jornadas.
¿Qué son los servicios ecosistémicos?
“Nosotros les hacemos los análisis y estudios que necesitan, incluso planes de reforestación si hubo un fuego. La mayoría quieren saber qué valor tiene el monte y les contamos que no es solo su madera, sino los servicios que ofrecen a la sociedad como sumideros de CO2 o por purificar el agua. Son los llamados servicios ecosistémicos, que son fundamentales y deben pagarse si se mantienen, aunque no se hace. En Dedron queremos ser los primeros en conseguir ese pago. FSC certifica ya la calidad del agua, la biodiversidad. Ya hay empresas que a través de la Alianza por los Servicios de los Ecosistemas, puesta en marcha por el gobierno de Castilla-La Mancha, se han adherido y pagan por estos servicios como parte de su política de responsabilidad social, una buena fórmula de apoyar al medio rural que hay que extender”, argumenta el joven biólogo. “Cuando les decimos a los propietarios que les pagarán por que su monte purifica el aire o el agua, no se lo creen”, añade José Luis. Ahora, ya con el certificado FSC de Cañizares, están a la espera de que alguna compañía se comprometa con el proyecto dentro de sus políticas de RSC.
En un intento de facilitar las cosas, desde Dedron también han presentado proyectos en la Unión Europea para conseguir la financiación de unas propuestas que, consideran, pueden ayudar al repoblamiento. Para ello, se han sumado a una propuesta similar surgida en la región italiana de Emilia-Romaña.
A cambio de recibir esa compensación, los propietarios deben cumplir unos compromisos fijados en un plan para el mantenimiento y restauración de los montes, que incluye acciones como restaurar arroyos o hacer talas y reforestaciones controladas que mejoren la captación de CO2. Para Héctor, se trata de buscar fórmulas que ayuden a preservar: “Yo vengo de la biología y los ingenieros de montes me enseñaron la importancia de la gestión; los propietarios que ya no viven en los pueblos sólo se interesan por cuánto pueden ganar por talar, pero si talas en Guadalajara o Teruel no llega agua a Valencia, así que no es sólo madera, ese es un servicio que debe recibir un reconocimiento. Es evidente que certificar conlleva un coste, pero creando un grupo es asumible y esa zona se revaloriza”.
En Cañizares, los técnicos del grupo FSC y Dendron han medido las reservas de carbono en dos de los tres montes de la agrupación, estimando que acumulan 1,6 millones de toneladas de CO2. De la calidad del agua dan buena idea los manantiales de los que se nutren Solans de Cabras y Aguas de Beteta, aguas a las que se les atribuyen propiedades curativas desde tiempo de los romanos.
Como señala Gonzalo Anguita, director de FSC España, gracias a empresas como Dendron se logra atraer inversión y apoyo económico a los pequeños propietarios de montes desde grandes empresas interesadas en fomentar la protección de los bosques. “Se ofrecerá a los propietarios”, asegura, “la posibilidad de obtener ingresos adicionales a los obtenidos por la comercialización de sus productos forestales, que son insuficientes para preservar y proteger los montes, además de involucrar a esas empresas en la gestión de nuestro patrimonio natural”.
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Por Newsletter 16 de noviembre: Vikingos sostenibles - Noticias Positivas, el 23 noviembre 2023
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