Conciencia rima con ciencia
Este es un homenaje a la ciencia, a la investigación, a la educación, desde el universo microscópico al cosmos. Un homenaje en un país que ha descuidado secularmente el cuidado de los árboles, incluido el Árbol de la Ciencia. Nueva entrega de la serie de poesía visual ‘Objetivo Subjetivo’.
En esta ocasión me voy a permitir hablar en primer lugar del poema objeto que acompaña a este artículo.
Queda claro que se trata de un simple y arquetípico microscopio, el instrumento que por antonomasia representa la búsqueda del conocimiento en lo inmensamente pequeño; pero si nos fijamos bien, lo que vemos en el portamuestras es la imagen de una galaxia, representación ideal de las escalas siderales. Su título, Potencias de 10, hace referencia a un corto documental del año 1977 en el que los Eames, matrimonio de diseñadores norteamericanos, mostraban la escala relativa del universo en factores de diez mediante un zoom que comenzaba sobre un típico picnic para acabar abarcando los confines del cosmos.
La precisión en cuanto a la explicación de esta obra viene motivada por el fondo de este artículo, que quiero dedicar, a modo de homenaje, a la ciencia, y por extensión a su antecedente lógico, la educación, y a su derivada práctica, la investigación, conformando todo ello una realidad holística donde todo, de lo microscópico a lo infinito, está interrelacionado, y que muy bien podemos representar como el llamado árbol de la ciencia.
Pues bien, un país como el nuestro, donde en épocas de pandemia se cierran librerías, donde el estudio y el esfuerzo se infravaloran frente a la mediocridad uniformadora y del que sus investigadores y profesionales cualificados deben ¿nos atrevemos a decir huir?, que se proclama como una gran nación, dan ganas, a veces, de denominarlo, simplemente, territorio.
Porque solamente la educación y el conocimiento pueden hacer frente a la ignorancia que menosprecia, a las mentiras infundadas, a los miedos atávicos, a la colonización cultural y a los prejuicios excluyentes.
Y lo que quiero hacer ver es que en este país no se le dedica a ese árbol atención y cuidados, sin tener en cuenta que bajo su sombra y de sus frutos una nación prospera y se protege mejor ante cualquier inclemencia que en un páramo yermo.
Tomemos conciencia.
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